10

436 46 36
                                    

Pasó 1 semana más en la mansión Osorio y conforme pasaron los días las cosas se tornaron un poco raras para Joaquín.

Catherine comenzó con un comportamiento extraño hacía el castaño y aunque Joaquín al principio lo dejó pasar porque sabe que para un adolescente a veces puede ser un poco difícil manejar sus estados de ánimo, después del segundo día Joaquín comenzó a preocuparse.

Mientras que Allie, a diferencia de su hermana, no se despegaba de él para nada. Cree que cada día la nena es mucho más apegada a él y aunque no le molesta, no entiende el comportamiento tan repentino de la niña.
Logan, por otra parte, tomó un comportamiento neutro. También era un poco extraño ya que no se comportaba cómo Catherine ó Allie, sino un poco de ambos y confundían mucho al castaño.

No vá a negar que se siente un poco cohibido y asustado por haber hecho algo mal, algo que haya dañado a sus niños. Intentó arreglarlo, pero cuándo preguntó ellos le aseguraron que todo estaba bien y aún cuándo Joaquín podía ver la duda en los ojos de Cat y la confusión en los ojos de Logan; les creyó, porque no quería que sintieran que él no confiaba en ellos.

Por otro lado, la extraña relación que tenía con Emilio seguía siendo eso, una extraña relación. Avanzaban un paso y retrocedían dos, Joaquín no logra comprender qué es lo que quiere el mayor y Emilio aún se siente asustado de decirlo en voz alta, por lo que no llevaban la relación hacía ningún lado.

Y es que Emilio ha estado a nada de confesarlo, de hablar con Joaquín y decirle todo lo que pasa por su mente. Leidy ha estado ahí muchas de esas veces, lo ha animado lo suficiente para que Emilio se arme de valor y suba las escaleras decidido. Sin embargo, cuándo estaba a punto de dar algunos toques en la puerta de su habitación, se acobardaba y mejor seguía directo hasta adentrarse a su propia habitación y tirarse a la cama.

Hoy era el día libre de Joaquín, quería quedarse y pasar tiempo con los niños cómo siempre hacía, pero tristemente no podía. Así que estaba en su habitación, arreglando sus cosas para ir a casa de sus padres y de ahí irse juntos a la boda de su prima.

También estaba tomando un poco de conciencia de cómo apenas y pise el salón de la boda, su familia lo ahogará con reproches acerca de que su prima 5 años menor que él se casó primero. No se sentía listo para afrontarlo, pero no había nada que pudiera hacer.

Estaba hundido en sus pensamientos hasta que unos golpes en su puerta lo trajeron de vuelta a la realidad. Sacudió un poco su cabeza y se dirigió a abrir la puerta, dejando ver a Cat detrás de ésta con una media sonrisa, Joaquín le sonrió de vuelta y la dejó pasar.

"¿Ya tienes que irte?" - Preguntó la rubia mientras se sentaba en la cama de Joaquín, viendo el bolso arriba de ésta con las pertenencias del castaño.

"Ya casi, cariño, me quedaré a almorzar y luego me iré. ¿Porqué? ¿Necesitas algo?" - Cat sonrió tan sólo un poco y luego negó. - "¿Y tus hermanos?" - Preguntó mientras se movía por su habitación recogiendo un poco.

"Logan está en su habitación y Allie está con Leidy en la cocina haciendo galletas." - Joaquín asintió escuchando las palabras de la menor, luego de eso se quedaron en silencio algo denso. Hasta después de unos 5 minutos Cat decidió hablar de nuevo. - "Joaquín, ¿Tú nos quieres? Es decir, a mis hermanos y a mí..."

Joaquín automáticamente dejó lo que estaba haciendo y llevó su mirada a la Cat; tenía su labio entre sus dientes y sus mejillas sonrojadas, aparte de que lo miraba con miedo.

Él se acercó a ella y tomó su mano entre las suyas, dando un ligero apretón. - "Por supuesto que lo hago, Cats. ¿Porqué lo dudas?" - Preguntó preocupado, ahora sí que temía haber hecho ó dicho algo que se pudo malinterpretar para los menores y haberlos lastimado de cierta manera.

El Niñero // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora