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"¿Me puedes recordar a que vinimos?" - Joaquín bostezó.

"Sólo necesito firmar algo y luego volvemos" - Emilio peinó sus rizos y presionó un botón para llamar al elevador.

"¿Y a qué vine yo? Pude haberme quedado en casa a cuidar a los niños, se supone que eso tengo que hacer" - se quejó.

"No hay nadie en casa y tú ya no trabajas de eso"

Joaquín bostezó otra vez - "Pues devuélveme el empleo, así tengo una excusa para no hacer nada" - ambos entraron al elevador.

"No te hace mal levantarte temprano aunque sea una vez, cariño" - Emilio acarició sus rizos cuándo Joaquín recargó su cabeza en su hombro.

De pronto el elevador dió una sacudida repentina haciéndolos tambalear y la luz que había dentro se fué dejándolos a oscuras.

"¿Q-qué ocurrió?" - murmuró el menor, tratando de buscar a tientas el cuerpo de Emilio.

"Creo que hay problemas con el elevador" - Estiró su brazo para sostenerlo cuándo notó que Joaquín lo buscaba - "Está bien, sólo hay que mantener la calma"

"¿¡La calma!? ¿Acaso no has visto las películas de terror? siempre terminan mal"

Emiloo rodó los ojos - "Definitivamente tendrás permitido ver televisión 1 hora al día"

Joaquín jadeó indignado - "Literalmente es lo único que hago, no puedes quitármelo"

Emilio sintió cómo Joaquín se iba de su lado y lo escuchó moverse por todo el elevador. Frunció el ceño - "¿Qué haces, amor?"

"Estoy tratando de buscar el telefono de emergencia" - Seguido de eso. Emilio sintió unas manos sobre...  "él", ó más bien sobre eso.

"Bueno..." - se aclaró la garganta - "Eso no es, Joaquín"

El menor rapidamente quitó su mano - "Oops" - Emilio soltó una carcajada y a ciegas buscó el brazo de Joaquín para poder jalarlo hacía él.

Cuándo estuvo cerca dejó un beso en su mejilla, ó tal vez era su mandibula, no lo sabe.

"Atrás, tonto, es muy temprano para insinuaciones sexuales"

"Pero si no he dicho nada, eras tú quién tenía sus sucias manos sobre mi cuerpo"

"¡Buscaba el teléfono de emergencia!"

"¿En qué siglo vives? ya no hacen esas cosas, amor" - Se burló el mayor - "Mira ésto" - Emilio sacó su celular de la bolsa del pantalón y prendió la linterna, Joaquín cerró los ojos cuándo, a propósito, Emilio apuntó la linterna a su cara.

El rizado caminó hasta dónde se encontraban todos esos botones y presionó un botón rojo que estaba hasta abajo y decía "emergencia" en letras mayúsculas.

"¿Lo ves?" - Joaquín bufó.

Los dos se sentaron en el piso a esperar a que llegara la ayuda, sumergidos en un silencio bastante cómodo.

En realidad, Joaquín no hablaba porque estaba muy ocupado manteniendo una discusión en su mente. La noche anterior había hablado con su madre por mensajes de texto sobre algo que le estaba inquietando sólo un poco, la respuesta que ella le dió lo dejó pensando toda la noche y finalmente pudo concluir que no era algo por lo que había de agobiarse.

¿Qué tan buena idea sería decírselo a Emilio mientras están atrapados en un elevador?

Definitivamente no sería nada romántico, pero sería original. Nadie es más original que Joaquín.

El Niñero // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora