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"¿No es lo que creo? ¿Y qué creo exactamente?"

"¡Él quería aprovecharte de tí, de tu dinero! ¿Lo recuerdas?" - Karol quiso acercarse a él, pero Emilio extendió su mano en señal de que parara y se quedara dónde está. Y así lo hizo, de mala gana, pero lo hizo.

"Lo recuerdo, sí. Sin embargo no creo que sean necesarias todas éstas fotos, ¿de dónde las sacaste?" - Preguntó el mayor echándole otro vistazo a su celular.

No sabía cómo estaba conteniendo toda la rabia que sentía por dentro, por Karol y por sí mismo. La culpa es algo que lo está consumiendo desde que Cat salió de su oficina y no sabe cómo lidiar con aquel sentimiento tan horrible que siente en el pecho, de sólo pensar e imaginarse al hermoso castaño con lágrimas en sus preciosos ojos mieles, sus mejillas y la punta de su nariz sonrojadas, y sus labios lastimados y rojizos de tanto morderlos.

Ahora que tuvo algunas horas para analizarlo, él tampoco puede terminar de creer cómo es que puso la palabra de Karol por arriba de la de Joaquín, su Joaquín. Se siente el mayor tonto del mundo, pero es que cuándo escuchó aquel audio sintió cómo si el mundo se le viniera abajo una vez más, cómo si su corazón no valiera nada para el castaño. Se sintió traicionado, se sintió expuesto, se sintió de todas las maneras negativas posibles, que lo único que pudo hacer fué volver a encerrarse en su zona de confort.

"Me interesa más saber de dónde has sacado las fotos de Joaquín, las de los otros hombres no tanto. Son caras que no he visto nunca en mi vida y dudo que tú ó Joaquín sí" - La mirada fría y espeluznante del mayor no ha desaparecido desde que la castaña puso un pié en su oficina, y ciertamente la ponía el doble de nerviosa.

"Yo... no lo sé, sólo le pagué a alguien. Pero fué por tí, para que no sufrieras en el proceso" - intentó convencer.

El enojó del oji-café se multiplicó. Ella le pagó a alguien, a un desconocido para que siguiera a su castaño y tomara fotos de él, de sólo imaginar a un tipo tomándole fotos a Joaquín sin su consentimiento hacía que su sangre hirviera.

Tomó el teléfono fijo con algo de fuerza y se lo extendió a Karol. - "Quiero que llames a esa persona y le digas que ya no lo haga, ahora mismo" - la castaña asintió dócil ante la voz oscura del mayor y tomó el teléfono con ambas manos, marcando torpe y temblorosamente los dígitos.

La mirada de Emilio nunca se desvió de la castaña, poniendo atención a todo lo que ella decía, incluso a las pausas que hacía mientras la otra persona del otro lado de la línea hablaba. Karol terminó la llamada y volvió a tenderle el teléfono a Emilio, él sólo lo tomó y lo puso de vuelta en su lugar.

"El audio es falso, igual que todo ésto"

"No lo es, te lo juro"

"Catherine estaba ahí, ella ya me lo ha dicho todo" - El mayor habló con tanta serenidad que impacientaba más a Karol.

"¿Y le creerás a ella? ¡Es sólo una niña!" - reclamó elevando un poco la voz.

"Sí, y es mi hija. Le creeré a ella antes que a cualquier persona" - Su voz salió más dura que antes, la paciencia comenzaba a agotarse y su deseo de echarla de su casa crecía cada vez más.

De igual forma, el enojo y de inconformidad comenzaba a crecer en Karol. - "Sabía que esos niños serían tan problemáticos, debiste enviarlos a un internado después de que muriera María" - Los ojos de Emilio se abrieron a tope y sus puños se apretaron con fuerza al igual que su mandíbula.

"Estás despedida"

"¿¡Qué!?"

"No quiero que vuelvas a referirte a mis hijos cómo problemáticos, no quiero que vuelvas a mencionar a mi ex-esposa, no quiero que vuelvas a meterte con Joaquín y sobre todo no quiero que vuelvas a pisar mi casa nunca" - Demandó con la voz cargada de furia y sus puños cerrándose cada vez más.

El Niñero // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora