"¿Me permite su currículum?"
"¿Qué? Ah, sí." Le tendió la hoja. "Tenga."
Emilio tomó la hoja, manchando un poco sus dedos de tinta roja. Frunció el ceño.
"¿Crayola?" Preguntó.
"Lápiz labial." Corrigió Joaquín con una sonrisa.
"Por supuesto, que...
"¿Hace cuánto que no vienen a Nueva York?" - Joaquín ajustó sus lentes de sol mientras caminaba a paso lento por el Central Park con Niurka y Romina, Míriam y las gemelas se encontraban unos metros más adelante.
"Uh, tal vez 3 ó 4 años" - respondió la mayor - "No habíamos tenido oportunidad de venir antes" - Joaquín asintió.
"Bueno, en realidad no ha cambiado mucho por aquí, sólo han puesto algunos restaurantes nuevos y es temporada de la feria del centro, ya saben, la que viene cada año"
"Escuché que hay un restaurante italiano que ha abierto hace un par de meses, quizá podríamos ir" - Sugirió Romi.
"Tal vez para la cena, cuándo los niños hayan salido de la escuela y Emilio del teatro" - la menor asintió de acuerdo con su madre.
La tarde se basó en Joaquín mostrándoles lugares que a él le agradaban bastante; fueron a un museo, una galería de arte, almorzaron en un restaurante que les gustó demasiado a todas y prometieron volver, las llevó a tiendas dónde se quedaron fascinadas por los descuentos y por la cantidad de ropa que podrían llevar por éstos y al final volvieron a casa agotados, a la espera de que los niños regresaran de la escuela.
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Joaquín le ayudaba a Ely y a Leidy con la comida cuándo escuchó la puerta principal ser abierta, el castaño miró el reloj que colgaba en la pared con el ceño fruncido, aún no era la hora de llegada de nadie.
Se asomó un poco por las puertas de la cocina y se encontró con Emilio saludando a su familia y ni siquiera tuvo que hacer nada para llamar su atención, el rizado se acercó a él con una sonrisa y desaflojando su corbata (que por cierto se la seguía poniendo Joaquín, aún pensaba que Emilio no sabía hacerlo).
"Hey, llegaste temprano"
Emilio atrajo al menor de la cintura y le dió un pequeño beso en una de sus mejillas - "Ahora no hubo necesidad de quedarnos horas extras, la obra mejoró muchísimo"
Joaquín podía notar la felicidad que sobresalía por los ojos cafés del rizado, siendo muy contagiosa para él, quién no pudo evitar sonreír - "Eso es estupendo" - Felicitó - "Haz trabajado mucho para ésto, Emi y sé que todo saldrá bien" - La sonrisa del rizado se hizo más grande, y sólo optó por esconder su cara en el cuello pálido y suave del menor.
"Sale un día antes de tu cumpleaños, el 31"
"Eso es en 1 semana" - Emilio asintió aún sin salir del cuello del menor - "Tengo que buscar ropa desde ya" - el mayor soltó una carcajada.
"Tienes tu closet lleno y si mal no recuerdo hay más ropa en cajas porque no hay más espacio, creo que encontrarás algo"
Joaquín rodó los ojos - "Ó tal vez no porque toda esa ropa no la compré pensando que iría a la premier de la obra de mi pareja"