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"¿Celoso? ¿Él siente celos por mí?" - Los vellos de sus brazos se erizaron y su corazón comenzó a latir desenfrenado cómo lo hizo anteriormente en la presencia de Joaquín. Ni siquiera se esforzó en esconder la sonrisa de su rostro y sus manos comenzaron a sudar.

Leidy lo miró de manera burlona por unos escasos segundos y luego continuó con lo que hacía. - "¿Cómo cree, señor Osorio? En realidad sentía celos por Karol." - Le respondió sin mirarlo. - "De ella y de su cabello quebrado."

Emilio rodó los ojos - "¿Tienes que ser sarcástica todo el tiempo?" - Sobó con dos de sus dedos el puente de su nariz y suspiró un poco.

"Sí, esa es mi personalidad." - Se encogió de hombros y secó sus manos con una toalla para por fin mirar al hombre a su lado. - "¿Porqué te sorprendes tanto? ¿Soy la única que nota la tensión entre ustedes?"

"¿Qué tensión? ¿De qué hablas? No existe tal cosa, estás enloqueciendo." - Emilio frunció el ceño cuándo Leidy miró hacía arriba, susurró algo inentendible y luego suspiró. La pelinegra iba a responderle después de eso, pero Emilio la interrumpió. - "Si dices algo sarcástico de nuevo, te despido." - Leidy volvió a cerrar su boca y luego bufó. - "Tú... ¿Crees que deba hacer algo al respecto?"

"En realidad, te estás tardando en hacerlo." - Regañó Leidy y siguió acomodando las cosas de la cocina.

Lo que ninguno de los dos sabían era que detrás de las puertas de la cocina habían un par de oídos traviesos escuchando aquella conversación, con una mano tapando su boca para no emitir ningún sonido que delate y sus mejillas teñidas de rojo.

"Buen día, amores

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"Buen día, amores." - Joaquín se acercó a los 3 menores y besó sus mejillas sonoramente haciéndolos sonreír y devolverle el saludo. - "Señor Osorio." - Asintió hacía su jefe y después de una mueca en el rostro de Emilio, le devolvió el saludo de la misma forma. Leidy detrás de ellos rodó los ojos y negó repetidas veces.

Luego de que Leidy colocó el platillo de Joaquín en el mismo lugar dónde siempre se sienta éste, el castaño la saludó también a ella con una sonrisa antes de darle las gracias. Y una vez que Joaquín comenzó con su desayuno, Emilio también lo hizo en silencio.

Los mayores escuchaban atentos a Cat, quién les hablaba muy emocionada sobre las nuevas amigas que hizo y sobre cómo ha podido socializar más con sus compañeros. Joaquín le sonreía orgulloso mientras que Emilio la felicitó y la animó por el buen trabajo que ella hacía. Luego fué el turno de Logan de hablarles acerca de que en su salón estaban organizando una competencia para elegir al presidente del comité de alumnos y él estaba participando en dicha competencia. Joaquín le deseó éxito y le dijo que si él quería podrían trabajar en algunas propuestas para que Logan pueda ofrecer, el rizado asintió efusivo y le dió las gracias al ojimiel.

Después de unos minutos, Emilio y Joaquín esperaron pacientemente a escuchar la voz de Allie, pero eso no pasó. Inmediatamente se miraron confundidos y luego miraron de nuevo a la castaña, quién movía su piernita constantemente y mordía sus labios. Joaquín pudo notar el nerviosismo en ella así que rápido se acercó más a su lado y tiró del labio de la pequeña con los dedos.

El Niñero // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora