"¿Me permite su currículum?"
"¿Qué? Ah, sí." Le tendió la hoja. "Tenga."
Emilio tomó la hoja, manchando un poco sus dedos de tinta roja. Frunció el ceño.
"¿Crayola?" Preguntó.
"Lápiz labial." Corrigió Joaquín con una sonrisa.
"Por supuesto, que...
Emilio salió de la oficina de Sara después de que ella le diera un par de recomendaciones acerca del nuevo comportamiento que muy posiblemente Allie desarrollará.
Afuera en la recepción, lo esperaban Joaquín y su hija, quién ésta última tenía rastros en su rostro de un llanto anterior junto con sus mejillas y su nariz rojizas. Joaquín a su lado parecía que trataba de distraerla con una plática totalmente fuera de aquel tema y un montón de mimos.
Emilio sonrió enternecido al ver tal escena, no entiende cómo no fué capaz de verlo antes. Es decir, una vez que sabía lo que pasaba podía ver cada detalle con más atención y después de observar por un buen tiempo, no se extrañaba que Allie haya creado un vínculo de aquella manera con el castaño.
Allie se tiró a los brazos de su padre una vez que lo vió cerca, se abrazó a su cuello y se acurrucó a él murmurando pequeños "lo siento" en voz quedita y quebrada. Emilio la abrazó fuerte y acarició su cabello. "Está todo bien, cielo. No me ha dicho nada malo, al contrario." La castaña alzó su cabeza de nuevo con una mirada interrogante, haciendo a Emilio sonreír. "Hay buenas noticias, pero ¿Qué te parece si lo hablamos en la heladería de aquí cerca?" Los ojos de Allie se iluminaron y asintió efusivamente.
Joaquín aclaró su garganta detrás de ellos, llamando la atención del mayor. "No sé si recuerde, señor Osorio, pero usted tiene otros 2 hijos a los que yo tengo que cuidar igual." Emilio alzó una ceja. "Así que, ustedes vayan y yo tomaré un taxi devuelta a casa."
"¡No! ¡Ven con nosotros, Joaco!" - Pidió la menor. - "Sólo será un rato, por favor." - Juntó sus manitas a manera de suplica y sus facciones se volvieron más tiernas de lo que ya eran; con un puchero en sus labios y unos grandes ojos verde oliva.
Emilio sonrió. "Ya escuchaste, Joaco. Ven con nosotros." - Joaquín lo miró acusatorio, pero el mayor sólo se encogió de hombros con una sonrisa triunfal.
"Pero Catherine y Logan" - Trató de explicar en vano, pues fué interrumpido por el rizado.
"Tienen 15 y 13 años, ya son lo suficientemente grandes para no hacer algo estúpido" - Le restó importancia, comenzado a caminar hacía el auto y abriéndolo con la llave de éste mismo. - "Además, Leidy puede cuidarlos perfectamente"
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"Hey, Cat" - Logan llamó la atención de su hermana, haciendo que dejara su celular de lado. - "¿Crees que si toco eso de ahí me dé una descarga eléctrica?"
Catherine miró al conector que señalaba su hermano y luego miró a Logan de vuelta. - "Claro, tonto"
"¿Y si tomo tu mano, también te dará a tí?"
"Llevas taller de electricidad en la escuela, ¿Porqué me preguntas ésto? Tú ya deberías saberlo" - Le dijo incrédula a su hermano, pero él sólo encogió los hombros.
