El Niñero // Adaptación Emiliaco

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Después de 2 días Joaquín se cansó de ir detrás de Emilio todo el tiempo, él hace lo posible por hablar ó por estar tan sólo 5 minutos juntos.

Emilip no le hablaba, no lo miraba, no lo llamaba para pedirle cosas cómo solía hacerlo, ya ni siquiera toma el desayuno junto a él y los niños. De hecho, no sólo no habla con él, no lo hace con nadie.

Catherine le comentó que justo así era antes de su llegada, que eran horas de Emili9 encerrado en su oficina ó fuera de casa, incluso que habían días en los que ni siquiera lo veían. Joaquín para éste punto ya no podía con la preocupación y la ansiedad de no saber qué es lo que pasa, se lo estaban comiendo vivo.

Y al pasar los días comenzó a notarse.

2 días se convirtieron en 2 semanas, las ojeras debajo de los ojos de Joaquín eran muy notorias y cada vez más oscuras, su piel pálida había perdido un poco su brillo, ahora era más opaca y un poco amarillenta y sus labios siempre tenían pequeñas cortadas porque no dejaba de morderlos.

Emilip no estaba tan bien del todo que digamos, a pesar de que el castaño lo ha visto muy pocas veces no pudo evitar fijarse en las bolsas debajo de sus ojos aún más oscuras que las suyas, sus ojos ya no brillaban y su barba había crecido un poco.

Y aunque ambos habían tratado de actuar con normalidad los demás pudieron notarlo, estaban más que preocupados por ambos, pero a la vez temían preguntar y recibir insultos ó tal vez sólo reabrir la herida en ambos.

Aunque ésta no haya sanado aún.

Catherine y Logan supieron que algo andaba mal desde el día uno, intentaban distraer al castaño y hacerlo reír lo más que podían ya que era la única solución a su alcance.

No podían ir con su padre a preguntar que es lo que estaba mal porque se supone que ellos no saben nada de él con Joaquín, además de que muy probablemente Emilio los eche apenas y toquen la puerta de su oficina.

Esa misma noche Catherine se levantó para ir por un poco de agua cómo normalmente lo hacía, cruzó el pasillo y justo cuándo estaba por bajar las escaleras escuchó sollozos que provenían del cuarto del castaño. Rápidamente se acercó y vió que la puerta estaba medio abierta, se asomó un poco y pudo ver a Leidy de pié con una mirada llena de preocupación, en la cama estaba Joaquín abrazado de Ely y llorando cómo Catherine nunca había visto.

Aquella imagen le terminó de romper el corazón a la rubia, así que se hizo el recordatorio de, no importara qué, iba a hablar con su padre mañana a primera hora. Primero pensó en hacerlo hoy, pero recordó que él no estaba en casa... de nuevo.

"He intentado de todo, ya no sé qué más hacer" - Sollozó Joaquín y Ely apretó más el abrazo.

"Tranquilo, Joaco. No tienes que hacer nada más, si él no quiere hablar, pues es su problema" - consoló la ojinegra.

Leidy no había dicho nada en un buen rato, era mejor cómo apoyo moral. Es sólo que ella tampoco se explicaba qué era lo que pasaba con Emilio, es decir, un día están más que bien y de repente vuelve del ensayo y ya es todo caos.

Salió de sus pensamientos cuándo escuchó otro lamento de Joaquín, sintiéndose cada vez más triste por su amigo. Y es que si tan sólo hubiera una forma de ayudarlo, pero no la hay, no sabe qué hacer realmente y eso hace que se sienta un poco desesperada ante la situación.

Lo único que tiene claro es que Emilio está siendo un idiota y ya está, no hay más en su mente.

Minutos después se escuchó que la puerta principal fué abierta y Joaquín automáticamente mordió su labio inferior para no soltar más sollozos que lo delaten. Escondió su cara en el cuello de su amiga y se acurrucó más contra ella.