El Niñero // Adaptación Emiliaco

17

Joaquín tocó la puerta un par de veces y entró después del frío y directo "pase", el ceño de Emilio se suavizó al ver la figura del castaño entrar nuevamente por aquella puerta. Quitó sus lentes, acomodó su cabello rizado con una mano y se echó hacía atrás recargándose en el respaldo de la silla a la par que soltó un largo suspiro.

"Creí que eras Sevilla" el alivio en las palabras de Emilio era obvio, pero aún así Joaquín llevó una mano a su pecho ofendidisímo.

"¿Tan rápido y ya estamos insultando? No se tome muchas libertades, señor Osorio" - y por muy enojado que se escuchara Joaquín, aún así se iba acercando hasta quedar recargado en el escritorio al lado del rizado - "Si quieres me voy y llamo a Karol" - Emilio soltó una carcajada por la actitud del castaño y tomó su mano con la propia, entrelazando sus dedos.

"No creo que sea necesario" - respondió risueño, llevó la mano entrelazada a su boca y besó los nudillos del menor.

Joaquín volteó hacía otro lado mientras sentía el calor subir por sus mejillas. Por Dios, seguramente parece una fresa ahora mismo ¡Qué pena!

Escuchó otra risita de parte del mayor y luego unos dedos sobre su mentón, obligándolo a voltear nuevamente hacía esos lindos ojos café que le roban el aliento muy seguido.

"Realmente te ves muy hermoso así" - El aliento de Emilio chocó contra los labios de Joaquín, ¿En qué momento se habían acercado tanto? - "Precioso, magnífico" - Halagó nuevamente.

Sin ser muy consciente de lo que estaba haciendo, Emilio tiró de las manos de Joaquín haciendo que éste se sentara sobre su regazo y por inercia Joaquín pasó sus brazos por los hombros del mayor.

Quedaron aún más cerca de lo que estaban.

Y ninguno de los dos le importaba.

"Yo sólo venía a decirte que la comida ya está lista" - Murmuró el castaño. Emilio rió, descansó uno de sus brazos en las piernas del menor y el otro lo usó para abrazar su cintura.

"Voto porque nos quedemos un poco más así" - Joaquín negó.

"Tienes que comer antes de irte al teatro para los ensayos"

"Puedo enviar a Karol" - el mayor se encogió de hombros.

"Pero... Yo quería ir contigo" - Joaquín hizo un puchero que Emilio quiso besar, pero se contuvo de hacerlo.

El rizado arqueó una ceja - "¿Ah, si?" - Joaquín asintió y sonrió marcando sus hoyuelos.

"Quiero ir a ver a Andrés" - El rostro de Emilio se deformó en una mueca y su mandíbula se tensó. Si a Joaquín le preguntaran cómo se veía el rizado, diría, se vé jodidamente sexy de esa manera.

"Entonces no" - su voz salió autoritaria y fría, haciendo que un escalofrío recorra por toda la espalda de Joaquín. Es que éste hombre no es más sexy sólo porque no quiere.

Joaquín soltó una carcajada - "Es broma, Emi" - acarició la mejilla del rizado y éste inclinó si cabeza hacía la mano de Joaquín. Igual que un cachorrito, pensó.

"¿Aquí es dónde dices que en realidad vas porque quieres estar conmigo?" - Arqueó una ceja y Joaquín rió nuevamente, negando.

"Quiero decir, es broma lo de acompañarte" - sonrió - "Por más que quisiera, estoy trabajando y tengo un jefe demasiado gruñón y mandón" -"arrugó su nariz - "Creo que ya te he hablado de él, lo de la demanda para quitarle todo lo que tiene sigue en pié" - Emilio se carcajeó.

"Muy gracioso" - Emilio entrecerró los ojos y Joaquín rió.

El castaño se puso de pié, acomodó su falta y comenzó a tirar del brazo de Emilio. - "Hay que ir a comer, anda"