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"Joaquín, creo que ya deberíamos dormir" - Emilio acarició su espalda con lentitud - "Son las 2 de la madrugada. Mañana tenemos cita con el obstetra muy temprano" - Peinó sus rizos.

Joaquín sollozó más fuerte - "Es que tú no lo entiendes. ¡Ella me dijo 'mami'!"

El rizado sonrió - "La escuché" - volvió a acariciar su espalda - "Te ama cómo a una madre, no es sorpresa para nadie"

"¡Para mí sí!"

"¿De verdad? ¿No será que estás muy sensible por el embarazo?" - Alzó una ceja.

Joaquín frunció el ceño y limpió sus lágrimas - "¿Me estás diciendo exagerado?"

El oji-café soltó una carcajada - "Vale, ahora definitivamente ya es hora de dormir" - Lo jaló del brazo delicadamente para que se tumbara con él -:"Hay que hacerlo antes de que me mandes a dormir al sofá" - el castaño bufó, pero aún así se dejó abrazar por Emilio.


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Allie entró a la cocina corriendo, tropezando un poco porque aún estaba algo adormilada, su cabello revuelto y sus ojos hinchados la delataban.

"¡Mamá no está!" - Gritó alarmada.

Ely rió y la cargó - "Tenemos que tratar seriamente eso de gritar cada vez que no ves a Joaquín"

"Pero no está" - hizo un puchero.

"Él y tu papá están en el doctor. Ahora ven, vamos a sentarte a desayunar junto con tus hermanos" - Elyzabeth caminó con ella en brazos hasta el comedor y la dejó sobre una silla, Leidy no tardó en poner un plato lleno de alimentos delante de ella.

Catherine, Logan y Ethan estaban ahí, ya todos se habían acostumbrado a la presencia del pelinegro, tanto que incluso les parecía extraño no verlo ahí. Al principio, Joaquín y Emilio se preocupaban un poco por lo que pudieran decir los padres del menor, pero Ethan siempre les aseguró que en realidad ellos no tenían problemas, y que incluso había días en los que ni se daban cuenta de que no estaba en casa, todo por estar trabajando todo el tiempo. Evidentemente les pareció algo sumamente triste, pero al saber que ahora él estaba bien y era feliz decidieron dejar el tema, ahora esa era su casa también y todos estaban bien con eso.

Los 3 nombrados miraron a la pequeña, sabían que no era una buena mañana. Para nadie era secreto que Allie se ponía muy sensible y de muy mal humor cuándo no veía a Joaquín, aunque claro, era sólo cuestión de minutos para que se le olvidara, pero aún así preferían mantenerse en silencio para no provocar un berrinche de parte de ella.

Tuvieron que retener la risa cuándo vieron cómo Allie comía de la manera más molesta cómo no habían visto a nadie nunca, su entrecejo estaba fruncido y pinchaba la comida de manera ruda, pero aún así se veía adorable y chistosa.

El Niñero // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora