El amor es como el resfriado

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Tal y como lo prometieron, el grupo de héroes había llegado a ver cómo estaba Miguel, excepto Wasabi que se quedó afuera con cubre bocas y sosteniendo un desinfectante en spray, de allí todo fue relativamente tranquilo con Honey sobre todo tratando a Miguel como un niño pequeño preguntándole si necesitaba algo, cambiando su toalla para bajarle la fiebre, cosa que le daba un poco de gracia a Hiro. Fred por su parte le recomendaba miles de películas para ver mientras estaba enfermo y le decía que así podía comer todo el helado que quiera.

- Comer helado en exceso puede provocar malestar estomacal - mencionó el robot.

- Hey! No le quites la ilusión jajaja - dijo Fred mientras sacaba un litro de helado de su mochila.

- ¿Suya o tuya?

El comentario de Gogo dejo en evidencia a Fred haciendo que soltaran a reír los demás incluido Miguel. No duraron mucho allí pues sabían que el menor necesitaría descansar para recuperarse, al menos su visita fue muy agradable.

Por el resto del día solo tuvo que preocuparse por tomar sus medicamentos, uno que otro té que le mandaba Cass y escuchar todas las indicaciones que el robot daba, nada fuera de lo común en alguien con un resfriado.

Sin embargo cuando cayó la noche nuevamente soñó que se encontraba en la escuela pero está vez no era perseguido por clones de Bill Cypher, más bien era perseguido por la figura monstruosa que no pudo identificar la última vez pero que en su ser sentía que debía huir de ella. Odiaba la lógica de los sueños por más que corría sentía que no iba a ningún lado o al contrario sentía que estaba yendo muy lento mientras sentía a aquella criatura acercarse más y más hacia el, el ruido de sus garras eran insoportables y escuchar sus gruñidos era aterrador lamentablemente por más que corrió solo pudo sentir como lo atrapaba por una de sus piernas.

- ¡¡NO POR FAVOR!! - Nuevamente despertó ansioso, está vez despertó por suerte en el área de la cafetería pero siendo sacudido por Hiro.

- ¡Despierta! Fue solo un sueño, tranquilo - lo fue soltando de a poco mientras esperaba a que se recuperara - ¿Estás bien?

- N-No lo sé. . .fiu. . . - estaba aliviado de que nuevamente estaba solamente soñando - ¿Cómo llegué aquí?

- Te ví caminando hacia aquí dormido mientras balbuseabas, supongo que eres sonámbulo y no sabías. . .- vió las mejillas de Miguel más rojas de lo normal puso su mano en su frente y la comparo con la suya - . . .hay que regresar a tu cuarto, parece que tú fiebre empeoró.

Miguel solo asintió mientras se dejaba ayudar por Hamada, ahora que finalmente reaccionó del todo volvió a sentir el cuerpo débil. Las sospechas de este último se confirmaron cuando el termómetro marco 39.5.

- Sin duda subió más de lo que esperaba ¿Cómo te sientes? - decía mientras preparaba de nuevo el paño con agua fría.

- Como que mi cuerpo me odia - respondió hecho bolita en las sábanas - ¡Allá te voy San Pedro!

- Jejeje no exageres - dijo mientras le acomodaba el paño y bostezaba un poco, después de todo eran las 3:30am apenas.

- Perdón por haberte despertado

- No te preocupes por eso, de no hacerlo no hubiéramos sabido que tú fiebre subió más y de todos modos apenas iba a dormir jejeje

De hecho era muy común que el joven Hamada durmiera como máximo 3 horas al día, 6 si no tenía nada que hacer.

- Repito, por eso pareces un mapache, o un lindo panda aunque por el carácter yo diría...que pareces más un gato jajaja - mencionó mientras no podía evitar imaginar a un gatito con suéter arañando a cualquiera que se le acercara.

Lindo...¿perrito?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora