La Muñeca Fea

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"Jejeje ahora entiendo lo que sientes cuándo no entiendes mis canciones"

"¡AHH! Ay por Tonatzin Koemi ¿Cuánto tiempo lleva allí?"

"Lo suficiente ¿Por qué no me dijiste que cantabas?"

"Cuándo me vendieron y compraron como esclavo solo debía apegarme a mis deberes, a demás no me dejan cantar o hablar en mi idioma nativo de todos modos, un cantante no les sirve"

"oh. . . ¿Y que era esa canción?"

"Es solo una canción infantil que me enseñaron mis padres jejeje. . ."

"Debes extrañarlos mucho ¿verdad?"

"Si jeje pero se que un día el destino se encargará de reunirme con ellos, ya sea aquí en vida o allá en el Mictlán"

"y. . .¿Podrías. . .cantarme siempre?"

"¿Qué dice?"

"Las canciones que tu quieras en el idioma que tu quieras pero no quiero dejar de escucharte"

.

.

.

.

Miguel ya se encontraba de camino de regreso, había sido un día super raro desde esa visita al museo, aún tenía muchas preguntas en su cabeza y estaba perdido en sus pensamientos, le había mandado mensaje a Hiro de que esta vez regresaría caminando a casa, la verdad es que necesitaba aclarar sus pensamientos. En eso fue interceptado por Marco de la nada que se acercó corriendo para alcanzarlo.

- ¡OYE PENDEJO! - se le acercó de la nada casi empujándolo.

- ¡AY! Cuidado que casi me tumbas ¿Qué fue?

- ¿Ya se te olvidó? Debemos hacer la videollamada a casa por el cumpleaños de Coco, iba a preguntarte si la llamada la haremos en la cafetería del chino ese.

Ay no, olvidó por completo el cumpleaños de Socorro, tenía tantas cosas en su cabeza que hasta había olvidado enviarle un regalo ¿Qué clase de hermano mayor era? permitiendo que todos los problemas lo alejaran de su familia. Bueno en realidad no lo alejaron pero como siempre, el cerebro siempre se encarga de preparar los peores escenarios llegando a imaginar que probablemente la pequeña crezca odiándolo y que su familia se decepcionaría de el.

- ay no no no no no - dijo mientras se daba un facepalm a si mismo.

- Lo olvidaste ¿verdad?

- solo asintió - ¿Qué voy a hacer? olvidé hasta enviarle un regalo.

- Eso es fácil, solo dices que el envío se retrasó pero si no quieres seguir cegándola vamos a hacer esa llamada antes de que se haga más tarde ¿okay?

Miguel aceptó, bueno al menos volver a ver a su familia le haría muy feliz y sería una pequeña distracción de estos días tan locos por los que ha estado pasando.

Llegando a la cafetería Marco le pidió de favor a Kyle que hiciera un pequeño Cupcake simbólico para el cumpleaños de la pequeña. Los dos usaron la computadora de Marco, fueron a sentarse a una de las mesas del fondo para no molestar mucho a los que iban llegando aunque de todos modos no habían muchos clientes.

Lindo...¿perrito?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora