La aventura de Miguel

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Y pensar que todo pasó hace tan solo unos cuantos años atrás.

Un pequeño perrito había nacido en las calles como era habitual de ver en este país, perrito que  de su madre fue alejado por la perrera menos mal que se encontraba escondido entre algunas cajas de cartón. Desde entonces nuestro curioso amiguito vivió solo y sobreviviendo por su cuenta con tan solo 5 semanas de vida, por suerte ya no necesitaba de ella para alimentarse pero igual aún no podía buscar comida por su cuenta. Menos mal que de vez en cuando lograba encontrar algunos huesos o bolsas con comida desechada afuera de algunas casas esperando a ser recogidos por los basureros que siempre terminaban por correrlo ya se a de buena o mala manera.

Ya habían pasado alrededor de solo 2 meses y medio desde entonces, el pequeño perrito se encontraba hambriento y deambulando por allí, para su suerte justo pudo divisar a lo lejos a una mujer mayor sacando bolsas ¿podría ser su oportunidad? sin pensarlo se metió al patio de aquella vivienda/tienda y en cuanto la persona se fue empezó a hurgar entre las bolsas buscando que en alguna de ellas hubiera restos de comida (si eran huesos o pedazos de carne mejor) pero su fechoría no pasaría desapercibida.

- Ay! atrapen a ese pinche perro! de nuevo anda rompiendo las bolsas! - grito una señora gruñona que no dudo en sacar su chancla para perseguir al pobre animal.

El pequeño cachorro corría lejos del lugar hasta que la señora dejo de perseguirlo ¿es tanto pedir un poco de comida de vez en cuando? ya resignado y asustado solo se limitó a ir a su caja especial que servía de refugio para el en esos momentos. Allí se encontraba hecho bolita esperando a que su hambre pasara hasta que su olfato empezó a oler algo dulce y que parecía delicioso, salió de su caja para encontrar a un niño ofreciéndole de lo que traía en su mano y sin pensarlo dos veces comía de lo que le ofrecía ¡que delicia!

- jejeje por eso tanto alboroto ¿verdad? tenías hambre.

Escucho por parte del pequeño aunque obviamente no le entendía al inicio pero le estaba agradecido por la comida que le siguió ofreciendo hasta que vio que se iba junto a otro que se parecía a el pero más alto y como buen cachorro que era empezó a seguirlo esperando recibir más comida de su parte, camino y camino y camino hasta llegar a lo que  parecía una posada y estando a punto de entrar una persona lo corrió pensando que tal vez buscaba hacer destrozos aunque esa no fuera su intención.

Como siempre suele pasar con los perros callejeros a los que se te ocurre alimentar, el pequeño se quedó esperando afuera al niño el resto del día y toda la noche. Así hasta la mañana siguiente que lo vio asomarse por la ventana que empezó a ladrar felizmente, el niño bajo pero no traía comida ¿tal vez estará adentro? y con esa idea lo siguió hasta dentro de donde se hospedaban e intento por su cuenta buscar el alimento causando por accidente que el niño empezara a perseguirlo, aunque en su defensa el perrito pensó que solo estaban jugando. A pesar de que lo había echado del lugar igual siempre volvía o seguía al niño siempre que salía, haberlo conocido fue lo mejor del mundo, le divertía jugar con el a atrapar la rama, cuando acariciaba su cabeza, le daba comida y agua, simplemente le agradaba finalmente recibir un poco de cariño después de mucho tiempo siendo correteado, echado o gritoneado. Sin embargo parecía que esos preciados momentos acabarían pronto pues aquella visita del niño pudo haber sido la ultima  aunque no entendía la situación sabía que el pequeño sentía tristeza por algo así que no se despegó de el.

- Ya se! le preguntaré a mi tía si puedes venir con nosotros, apuesto a que dirá que si, ella siempre dice que sí a todo.

Nuevamente se le escuchaba feliz por una idea que tuvo al parecer, ahora el perrito se encontraba siendo alzado y llevado hacía alguna parte del pueblo. 

Una vez hecho todo el perrito paso los momentos más aterradores de su vida siendo puesto en una jaula, subiendo en una cabina misteriosa pero sobre todo estaba dentro de una maquina que se sacudía brusco a veces y que solo dios sabe cuánto tiempo permaneció allí hasta el momento del aterrizaje. Finalmente después de algunas horas se encontraba presenciando lo que sería su nuevo hogar...su nueva familia...

Lindo...¿perrito?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora