(antes)
Tierras Dothraki
EL KHAL LE OBSERVABA ESPERANDO UNA RESPUESTA AL IGUAL QUE LOS HOMBRES QUE LE RODEABAN. Pese a las diferencias que habían tenido las horas pasadas, Legolas se acerco a ella cuando aquella propuesta tuvo lugar. ──No creo que debas aceptar...
Rhaenella viro ligeramente la cabeza hacia él. Dentro y fuera de la tienda de reuniones, los festejos parecían haberse detenido, todos expectantes a lo que pasaría a continuación. ──¿Por qué no?
La molestia y obviedad en los ojos de su mano ──El tratado ya propuesto es suficiente para tomar control de los...
──Pero el control no es lealtad. ── expreso la mujer compartiendo su mirada.
El hombre a su lado relajo los hombros ──Acabas de volver de una batalla, estás herida y reclamar el titulo de draig ddu podría terminar contigo muerta, es una odisea de días que no sabemos como terminara...──lanzo una mirada a los dothraki ──creo que ni siquiera ellos lo saben. Es la primera vez que esto tiene lugar.
──¿Ese es tu consejo? ── pregunto ──¿Decir no y aceptar el tratado?
Legolas asintió con solemnidad. Rhaenella suspiro antes de volver sus ojos violetas a Khal Daoro. ── Sek, k'athjilari. ── respondió finalmente. Oyó como su mano lanzaba un insulto en voz baja mientras los guerreros dothraki vitoreaban. Cuando el Khal dio la orden, los preparativos para aquella travesía se comenzaron a poner a punto. Ostentar el titulo de draig ddu la llevaría a ella y al hombre a cargo a través de las áridas tierras que pisaban en busca del hrazef salvaje que debia presentarse ante ella, como un símbolo de los dioses realmente la volvían su personificación para guiar al pueblo de los caballos y el honor de las batallas.
La comitiva que le acompañaba le recibió cuando salió de la tienda del Khal y la joven elevó el mentón. ──Partiré con el Khal al anochecer en busca del gran hrazef que estará esperándome. Hasta mí retorno, Legolas Maydred protegerá a la corona.
El comandante Lars, que aún se mantenía presente en aquel lugar y creía ser aparentemente inmune a cualquier descubrimiento de parte de su reina, dio un paso adelante. Sus ojos marrones oscuros brillando con soberbia ──Mi reina, tenía entendido que el señor Maydred había renunciado a su puesto de Mano.
Rhaenella observo a Legolas sin expresión alguna ──Está es su última obligación, tiene que finalizarla.
──¿Que pasa si no vuelve del desierto?── señaló la planicie detrás de ellos con la cabeza.
──Volveré.
──¿Y si no lo hace?
Rhaenella elevó una ceja. Había sido estúpida para no notar el desdén que el hombre le ofrecía cuando estaban en público. Un comandante que debía servir sin miramientos pero no hacía más que cuestionar y cuestionar. ──Entonces asegúrese de proteger a su nuevo regente. ── respondió con simpleza. El hombre pareció querer discutir aquello, pero la peliblanca llevo su atención hacia las demás personas presentes. ──La mano del reino sabrá guiarlos hasta mí retorno, respeten sus decisiones y poder. ── movió su cabeza. ──Legolas, Sir Devlon, acompañarme.
ESTÁS LEYENDO
STORM OF DRAGONS | house of the dragon
FanfictionSoD | "Imperios se elevan, e imperios caen. Vivimos y morimos para tomar el trono" Cuando la danza de dragones comienza, Rhaenella Targaryen sabe que debe elegir un bando: verdes o negros. Su deber o donde yace su lealtad.