Capítulo 18: Sangre de mi sangre

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(Antes)

Torre de la reina - Braavos

RHAENELLA SE MOVIO DE UN LADO A OTRO, el sudor recorrió su frente y no pudo hacer más que afianzar las manos a su vestido negro

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RHAENELLA SE MOVIO DE UN LADO A OTRO, el sudor recorrió su frente y no pudo hacer más que afianzar las manos a su vestido negro. El viento recorría el lugar haciendo que las cortinas se movieran pero aquello no otorgaba alivio alguno al malestar que le sacudía desde lo profundo del vientre. Sus ojos violetas, adornados por dos grandes manchas oscuras bajo ellos profundo de la falta de sueño se elevaron hacia el cielo de Braavos, que siempre solía estar brillante y limpio pero aquel día anunciaba una tormenta abismal. La traición podia hacer estragos en una persona, y no solo físicamente.

──Mi reina ──la voz de Legolas rompió el aire segundos después de que la puerta de sus aposentos fuera abierta. El hombre aprecio como su reina se movió tambaleante hasta darle el rostro. Una expresión de cansancio en sus facciones que comprendió provenía desde lo profundo de sus entrañas cuando ella dejo descansar una de sus manos en su pequeño vientre que sobresalía por debajo de su ropa oscura. Hacia cuatro meses las curanderas habían declarado que la reina dragón estaba en cinta. ──Puedo encargarme de todo en día de hoy... ── el hombre declaro. Rhaenella supo porque lo decía con rapidez.

──Es una ejecución. ──ella respondió. ──Es mi deber estar alli.

──Los dothraki la llevaran a cabo, su presencia no es tan necesaria, majestad. ── el busco persuadirla de quedarse a descansar.

Rhaenella comenzó a caminar hacia su mano. ──Vamos.

──Rhaenella...

──¡Estaré bien! ── grito en respuesta antes de contenerse a si misma en su lugar, Legolas le tendió el brazo y ella busco soporte en él. La joven Targaryen busco aire varias veces antes de mirarle. ──Este bebe ha sobrevivido a la travesía en los desiertos Dothraki, ha sobrevivido a mi nombramiento como Draig ddu, y a batallas contra traidores. Puedo asegurarte que sobrevivirá una simple ejecución.

──No te ves bien. Y no será rápido con los dothraki.

Rhaenella observo su vientre antes de esbozar una mueca. ──Es su deber nacer. Y el mío reinar. ──dictamino antes de soltarse del agarre gentil del hombre y comenzar a caminar a paso lento. Una vez en el exterior de la torre, el viento y el ruido proveniente de los guerreros dothraki le hicieron bullicio en los oídos.

Se abstuvo de abrir la boca para dar algún discurso de lealtad, puesto a que los guerreros estaban entusiasmados por ver la sangre de traidor desparramada en el campo y en el filo de sus espadas curvas. Además, no tenia la energía para hacerlo. Afianzo sus manos entre si cuando el hombre a recibir sentencia fue obligado a pararse en el centro de aquella especie de circulo de personas que le miraban con odio, desdén y burla. ──Comandante Fregor Lars; se mantiene aquí acusado de traición, conspiración, e intento de asesinato de su majestad, Rhaenella Targaryen, a quién usted juro lealtad cuando asumió cargar su espada juramentada.── recito Legolas ── También, se le atribuyen las cientos de muertes de la pacifica ciudad de Yi ti en un conflicto que fue orquestado por su persona para una ataque injustificado. ¿Hay algo que desee decir en su defensa?

STORM OF DRAGONS |  house of the dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora