ᴾᵁᴾᴾᴱᵀ
𝓥𝓮𝓷𝓾𝓼 𝓢𝓪𝔂𝓻𝓮
En tiempos de guerra, todos llevamos a un francotirador apuntandonos al corazón. El detalle es que no es una pistola, es una varita, y el terror verdadero comienza cuando no te está apuntando a ti y se lleva por delante a alguien que amas.Todo se había jodido en una milésima de segundo y lo mejor que sabía hacer Venus era actuar en consecuencia.
No servía de nada lamentarse por decisiones apresuradas que le habrían pasado factura con los años, sumergir su cabeza en sentimientos de melancolía solo le provocaba jaqueca.
Siete años en las mazmorras de Hogwarts habían sido suficientes para repasar cada error y cada decisión mal tomada. Todo se jodio por pensar con el corazón. Se replanteo su vida entera y así decidió el día en que solicitaría una visita del Lord.
Era tanta la afinidad que existía entre Voldemort y Sayre, que si fuera católica, sangraria sobre la biblia asegurando que el Lord no se negaría a verla.
Venus supo jugar sus cartas y un pacto inquebrantable fue lo que le garantizó la libertad. No le importaba que cabeza tuviese que pisar mientras escalaba a su recompensa... Ni si quiera la cabeza de Harry Potter.
Mientras salía de aquella oficina recordandose así misma que ninguno de los presentes era digno de mirarle a los ojos, decidió que era tiempo de retirarse a la Mansión Sayre.
Se hizo presente en los terrenos de la enorme Mansión justo en el punto de aparición. Inició su caminata permitiéndose sentir el aire frío y así dejarlo entrar por sus fosas nasales dando una inhalada fuerte.
Durante sus años en hogwarts nunca le agrado su propia compañía, no le gustaba estar sola, pues encerrada en esas cuatro paredes del castillo se encontraba su única competencia, la persona que podía quebrarla de pies a cabeza, ella misma.
Aunque siete años conviviendo con su propia mente, habían sido lo más sano que pudo encontrar abajo en las mazmorras.
Abrió las puertas que se encontraban bajo un encantamiento de protección que ella misma había colocado a sus dieciocho años.
Muebles cubiertos de sábanas blancas y espejos que se encontraban al reverso, el gran retrato familiar que adornaba la pared del vestíbulo estaba rasgado.No había nadie esperándola, lo sabía con anticipación, aunque una parte de ella quería que su madre cruzará el arco de las escaleras.
La madera del suelo había producido un crujido bastante sonoro, lo que de inmediato la puso alerta adoptando una postura firme mientras empuñaba su varita.
- Sabía que te encontraría aquí, ricitos. - Cruzando el arco de las escaleras se encontraba Marina Yaxley, la rubia la miraba con una media sonrisa esperando a que Venus no hiciera un movimiento en falso.
Maldita, casi se me sale el corazón.
- ¿No tendrías que estar en el ministerio en este preciso momento?.- comenzó a cuestionarla mientras se cruzaba de brazos sin soltar el agarre de su varita.
- Por su puesto, pero recién me he enterado que liberaron a la señorita Sayre y quise venir a comprobarlo yo misma... Llegaron a decir que tenías años muerta.
Parecían dos desconocidas interactuando, ninguna se atrevía a acercarse lo suficiente. Yaxley tenía la mala sensación de que un mal paso y Venus se haría polvo frente a ella. Creía que le iban a arrebatar a su mejor amiga, otra vez.
Entre las cosas que más le preocupaban estando encerrada, era Marina. La había dejado sola con una enorme carga, solo Merlín sabía lo mucho que tuvo que mentir frente al mundo mágico por Venus y ella sólo quería agradecerle para poder correr a abrazarla.
- Si... Tú padre se encargo de ponerme al día sobre todo lo que especularon sobre mi. Tendrán que lavarse bien los ojos los próximos días.
- Me hiciste tanta falta... - la voz comenzó a fallarle, sentía un ligero temblor en su labio inferior. Venus rápidamente captó lo frágil que se hallaba su amiga.
A paso rápido, se dirigió contra ella envolviendola en un abrazo recorfortante esperando transmitirle su arrepentimiento, haciéndole saber que lamentaba mucho haberla puesto en esa situación. La había arrastrado con ella a la mierda y esa nunca fue su intención.
- Lo sé... lo siento, lo siento. - la sujeto con ambas manos por la cara, observando como comenzaba a llover en sus ojos. Un quejido se escapó de la boca de Marina y se dejó llevar por el sentimiento de soledad que hasta ese día golpeó en cada fibra.
- Hice lo que estuvo en mis manos, Venus... Te necesitaba aquí, te necesitaba y tú decidiste quedarte tras las rejas. - soltó Marina entre sollozos fuertes provocando que Venus comenzará a doblegarse junto con ella hasta caer de rodillas al suelo.
- No quise que esto sucediera, se me salió de las manos, no me juzgues por favor...
Escuchame, lo siento, siento mucho todo lo malo que traje a tu vida después de lo que hice, pero sé que es de tu conocimiento el porque de las cosas.- ¿Cuando le dirás?
Venus guardo silencio. No estaba en sus planes resolver ese tema en estos momentos. Recién había sido liberada y rápidamente colocada en alto rango, tenía que hacer reacomodo en las tropas, trazar planos, debía aparentar que estaba haciendo su trabajo si quería que esta vez todo saliera bien.
- Por ahora no. Hay demasiadas cosas que cuadrar y tenemos un trabajo que atender veinticuatro por veinticuatro horas.
Y aunque quisiera evadirlo de aquí en adelante, era consciente que existiría un momento en el que tuviesen que volver a coincidir.
Fantaseaba con volver a chocar en los pasillos con él, estando tan cercas y tan lejos a la vez. Esta vez ya no compartían la misma casa, compartían el mismo título de General, tampoco eran dos adolescentes de quince años, eran dos adultos de veinticinco años con secuelas de la guerra y cicatrices esparcidas al rededor del rostro.
©
Hola de nuevoooo
Por fin les traigo un capitulo donde conocemos un poco más de la tan reenombrada Venus Sayre.
¿Qué piensan?
¿Qué creen que es lo que hizo Venus?
¿Qué tema es el que está pendiente?Marina había estado tan solitaaaaa:(
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𝙏𝙧𝙖𝙞𝙩𝙤𝙧 | Draco Malfoy (EN PROCESO)
FanfictionEl amor siempre será una buena razón para que las cosas fallen. - Me destruiste. Fuiste estúpida y egoísta. © Contenido sensible.