𝙏𝙧𝙖𝙞𝙩𝙤𝙧 | Draco Malfoy (EN PROCESO)

CAPÍTULO 17

ʙʟᴀᴄᴋ

𝓥𝓮𝓷𝓾𝓼 𝓢𝓪𝔂𝓻𝓮

Ser un contenedor para él Lord.
Que humillante.

Llevaba varias semanas en descanso. Y sobre todo, siendo resguardada por un montón de mortifagos. El Lord no había dado señales de vida, nunca lo hacía. En realidad, muy poca gente lograba verlo después de meses encerrado en su tumba.

Le llamaban tumba porque no entraba ni un ligero rayo de luz. Eso es imposible si se encuentra bastantes metros bajo el agua de las mazmorras en Hogwarts.

Muy pocos soldados eran requeridos. Al inicio, el único que descendía para dialogar con él, era Draco Malfoy. Aunque con los años, terminó de confiar su gobierno en manos de él. Provocando que Voldemort sólo apareciera si era muy necesario.

Información que era ignorada por completo. En el ego de las personas, se auto llamaban suficientes y dignos de gestionar una sociedad entera sin su rey oscuro.

Estupideces. Él Lord no se presentaba porque era consciente de lo débil que se volvía con los años. Reconoció la conexión que mantuvo con Harry Potter hace varios años atrás, pero nunca pudo aceptar que mato una parte de su alma que vivía incrustada en él.

Ahora sólo estaba a su disposición Nagini, la Diadema de Rowena Ravenclaw que jamás pudo recuperar y la misma General Sayre.

La Orden había mantenido su distancia y habían sabido esperar con demasiada paciencia. Porque en un descuido, la copa de Helga Hufflepuff fue destruida.

Provocando la ira de Voldemort y la repentina convulsión en Venus. Fue orillado a esconderse. Resguardar sus miserables trozos de alma.

No podía volver a encerrar a Venus en un calabozo, tenía un pacto inquebrantable con ella. Y nadie sería capaz de atentar contra la vida de su General.

Fue una manera bastante sutil de asegurar su último aliento de vida. Tener a Sayre encerrada en los calabozos, funcionaba. Nadie podía tocarla, nadie la torturaba.

Pero no vivía en condiciones humanas, no porque se lo mereciera, pero necesitaba que su vitalidad estuviera asegurada. La fuga de magia en su sistema la estaba debilitando.

Lo que con el tiempo la volvería inútil, un contenedor inservible.

Si su preciado secreto sobre los horrocruxes había llegado a oídos externos. La mejor manera de evitar que los destruyeran, es colocándolos en sus narices.

¿Quién se imaginaria que uno de los horrocruxes de Voldemort se encontraba dirigiendo tropas?

Nadie se acercaría tanto a la General sin perder un dedo en el intento.

Ella asesino a Bellatrix Lestrenge, era la hija de mil putas que traicionó a Voldemort.
La misma que se llevó la cabeza de Harry Potter como trofeo.

Colocándola en una posición alta, esa mujer era intocable.

Y que deleite es tener un horrocrux imposible de quebrar.

La gente que vivía en su ignorancia, no era capaz de observar directamente la mentira. Ahí estaba la ilusión de Voldemort.

Plantarles a la General más preparada para dirigir un gobierno llendo de la mano del propio General Malfoy.

Otra situación que jugó a su favor. El amor de Draco. Nadie la tocaría mientras él estuviese vivo.

Justo en ese momento, Venus se encontraba siendo escoltada puertas fuera de las instalaciones de Sussex, sería acompañada hasta la Mansión Sayre para perpetuar su seguridad. Orden directa del Lord.