𝙏𝙧𝙖𝙞𝙩𝙤𝙧 | Draco Malfoy (EN PROCESO)

CAPÍTULO 29

𝓓𝓻𝓪𝓬𝓸 𝓜𝓪𝓵𝓯𝓸𝔂

Quiso evitar a Venus lo más que su corazón pudiera resistir, aquellas palabras lo habían herido, cada vez, encontraba una nueva forma de lastimarlo.

Aún bajo ese semblante frío, había mucho que hacía doler su alma, entre ellos, siempre se hallaba Venus.

Sus palabras lo habían quebrado.
No confío en tí.
Hasta le parecía absurdo, pero su molestia nacía de, tristemente, tener que darle la razón.

Sayre lo había traicionado, se unió a la Orden del Fénix, lo abandonó en plena batalla, pero no era más de lo que él también había hecho en contra de ella.

En algún punto de su encierro, Lord Voldemort sugirió realizar un juicio para considerar la liberación de Sayre, a lo cual, Malfoy se negó.

Ni siquiera lo considero un segundo, inmediatamente le hizo saber al Lord su opinión acerca de mantener a la traidora encerrada.

Realmente no es porque Voldemort la quisiera fuera, lo hacía en forma de burla, para recordar el destino que tenían todos aquellos que se atrevían a desafiarlo.

A su vez, burlándose del amor que existía entre ellos.

No confiaba en él y que razón tenía en no hacerlo, era fecha en la que él no podía ser capaz de ser sincero e informarle a su mano derecha, que habían capturado a un miembro de la Orden del Fénix y que además, no era cualquier miembro.

Era Luna.

Le irritaba ser consciente de lo importante que era esa rubia para Theodore, inclusive para Venus.
Aún más, porque todavía no era capaz de hilar de dónde sabía esa información, buscaba algún recuerdo en dónde Luna hubiera convivido con ellos, pero no lo obtenía.

Igual le era imposible actuar en contra de Lovegood, simplemente su corazón no se lo permitía.
Una parte de él, le decía a gritos que Venus estaría preocupada cuando se enterase, porque sin saber, ella la adoraba.

Estuvo entrenando en el bosque prohibido con los jóvenes mortífagos, que habían sido reclutados recientemente, los Rebeldes se habían tranquilizado, por lo que él creía, que cualquier decisión que se presentará en Sussex, Sayre sería capaz de resolverlo sola.

Aquella tarde, después del último entrenamiento del día, se encontraba dándoles los últimos consejos.

— Jamás duden en lanzar una imperdonable, quien sea su oponente, tampoco dudará en lastimarlos.

El grupo de chicos se encontraba formado en una hilera horizontal, todos brindando una mirada a su General, demostrando su completa atención.

A excepción de un chico, de cabellera castaña y complexión delgada, era el último en la fila y desde su distancia podía observar sus ojos lagrimear.

Malfoy se limitó a mirar de reojo al muchacho, no pretendía evidenciarlo frente a todos, pues comprendía lo difícil que estaba siendo para él.

— Mañana continuarán con su entrenamiento, apliquen lo que se les dice, retirense.

Los jóvenes disolvieron la fila y se dispersaron por el campo, Malfoy apresuró su paso, acercándose al chico que se había quedado al final de todos.

— Soldado. — el joven giro sobre sus pies, enderezando su postura, tratando de parecer sereno.

— Si, mi General. — soltó en un tono de voz serio, que a su vez, se escuchaba tembloroso.

— ¿De dónde viene?

— Fui reclutado en Portree.

Reclutado, era una forma decente a ser sustraído de su hogar a la fuerza.