𝗦𝘂𝗯𝗮𝘀𝘁𝗮 [Kookv - Kooktae]

XV

Comisaría.

-Y bien? Logramos encontrar algo?

-Las cámaras de vigilancia de la ciudad no dan precisamente a la calle donde sucedió el hecho, pero si logramos captar la placa del vehículo.

Hablo uno de los oficiales, Seungmin, era su nombre.

Este le entregó la computadora y le indicó cual era el momento donde se podía apreciar la placa.

-Solamente encontraron esto?

Levantó la mirada, el menor asintio lentamente, recibiendo un largo suspiro departe de su Jefe.

Ya había pasado una semana desde la última vez que vieron a Taehyung, la gente y entrevistadores pedían respuesta tras la desaparición del joven chico, y la policía, al no tener respuesta, siempre respondían con lo mismo.

Pero eso no dejaba que cada día vinieran a entrevistarlo, odiaba a esos entrevistadores, y los odiaba más cuando trataban de pasarse de preguntas.

Este las detestaba.

-Gracias,Seungmin, puedes retirarte.

El menor hizo una leve reverencia, antes de darle una pequeña y encantadora sonrisa al mayor, antes de irse.

No pasó mucho tiempo cuando otro oficial recibió una llamada de sus compañeros en Daegu, estos le habían informado que las características con las que habían mencionado al chico, eran identicas a las de un joven que había pasado cerca de su puesta la noche anterior.

Jeongin.

-Hola, comisaría de policía Seúl, en que puedo ayudarle?

-Oficial Jeongin? Soy heeseung, de la comisaría de policías Daegu, avísenle al oficial al mando que logramos identificar a un joven con las mismas apariencias de las de el chico desaparecido, los informes están enviados.

-Entendido, gracias por su información.

Después de recibir toda la información, agarró su celular y se adentro a un lado lejano de la comisaría.

-Ahora que voy hacer.

Hablo con frustración, marco a un número, y llamo.

-Jeongin? Que necesitas.

-Señor, le informó que tenemos problemas.

-Que tipo de problemas?

-Me acaban de llamar desde la comisaría de Daegu, informaron que habían visto a un joven idéntico con las apariencias de Taehyung.

-No diste la información, verdad?

-Por supuesto que no, señor, no quise actuar sin su mando, pero que debería hacer?

-No des la información, borra todo tipo de datos que lleven conmigo, Jeongin, porque si yo me llegó a enterar que estas actuando tras mis espaldas oh no obedeces mis órdenes, date por muerto.

Con eso terminó la conversación, el menor suspiro y volvió nuevamente a su puesto, era cansado lidiar con amenazas las 24 horas del día, y más cuando trabajabas con un Jeon, pues estos eran muy exigentes, y querían que todo salga a la perfección.

Pero era mucho más difícil trabajar con el único hijo, pues este era aún más peor.

-Me espera un largo día..

Kim Taehyung.

El menor se encontraba regando las flores en el hermoso y gran jardín del mayor, era un día muy hermoso, el sol soltaba pequeños rayos de luz, el cielo no estaba nublado, y habían pequeños pajaritos cantando.

La parte favorita de Taehyung al despertar, era escuchar a los pajarios cantar y poder ver tras su ventana hermosas margaritas oh rosas.

El menor amaba las flores, para que mentir, este las adoraba, y el mayor se había dado cuenta, precisamente desde que llego a su hogar.

El menor estaba tan concentrado en las florecillas que no se percató que el mayor estaba con un hermoso ramo de Tulipanes, el menor observo la sombra que había detrás de el, río levemente y dejó a un lado la regadera para prestarle toda la atención a su mayor.

-Sorpresa.

Dijo para luego entregarle los Tulipanes, el menor los agarró, y tras oler levemente el aroma, este sonrió.

-Son muy lindos, gracias..

Dijo para luego depositar un beso en la mejilla del mayor, cuando se separo, sus ojos se toparon con los del mayor, olvidando por un momento lo que estaba haciendo y donde estaba parado.

El mayor cortaba la distancia levemente, y mientras acariciaba la mejilla del menor, este junto sus labios.

El beso entre ambos era muy delicado, no había apuro ni mucho menos lleno de tensión, sólo se podía demostrar amor.

Desde lejos, un carro estaba estacionado, y dentro de aquel auto, una persona estaba sollozando, pero no de tristeza, si no de celos y rabia.

Prendió su vehículo y mientras observaba por última vez a su amado, está arrancó.

Jeon se alejó del menor mientras depositaba uno que otro beso en sus labios, desde ahora tendría una nueva obsesión, y una la cual podría tocar todos los días.