𝗦𝘂𝗯𝗮𝘀𝘁𝗮 [Kookv - Kooktae]

XXXVIII

Kim Seok Jin.

-Por qué mierda lo hiciste?!

-Yo no fui quien lo dijo, tuve que escapar, Namjoon me hubiera lastimado!

-No me interesa quien lo haya dicho, tenias un trabajo, un maldito trabajo el cual no lograste terminar por miedo!

El mayor se levantó lleno de furia, esperaba tener buenas noticias pero esto se había salido de control.

-Ya hice lo que quisiste, cumple con tu parte!

Lo que el menor recibió después, fue un ardor de mejilla el cual le quedaría doliendo por el resto de su vida.

-Tu crees que mereces tu libertad despues de todo lo que acabas de hacer?! No te mereces nada!

-Te di toda la maldita información que tenía, me entregué a ti por tus idioteces, merezco mi libertad!

Volvió a jadear de dolor después de recibir otro golpe en su mejilla izquierda.

-Eso debió haber pensado tu padre antes de que me traicionara y tomará mi dinero.

Una patada fue dirigía directo al estómago del omega el cual había caído anteriormente al suelo por el golpe que el mayor le había dado.

Soltó un jadeo de dolor mientras abrazaba su vientre tratando de proteger algo o alguien.

-M-mi padre está m-muerto, que tengo que ver yo?

-Por qué crees que te pagaron tu colegiatura, eh? Por qué crees que tus padres renunciaron a si de la nada y pusieron toda la atención en ti y en tu hermana?

El menor estaba en silencio, aveces destestaba a su familia por ahora haberle arruinado la vida. Siempre estuvo agradeciendo, diciendo que por todos los esfuerzos de toda su familia serían capaz de salir adelante.

Pero ahora se equivocó.

-Una de las principales razón de las que te esté pasando esto, Seok Jin. Es por ti.

Le regalo una sonrisa que con tan sólo verla podía ver lo que se puede ocasionar con esta.

Le daba miedo y asco a la misma vez.

-Mi esposa nunca me dio lo que en verdad quise, ella veía todo mal. Pero acabé con ella, así como las demás.

Comenzó a reír.

Los ojos del menor lo observaban con un ligero brillo, obviamente por las lágrimas que le salían. La noche anterior, antes de ingresar a la mansion. Este habia escuchado unos golpes a su costado junto con unos sollozos.

Pensó que tal vez era algún animal pero al escuchar la palabra "Cállate, cállate!" De una forma poco común, supuso que alguien estaba siendo atacado. Y bien reconocía aquella voz.

-Ojalá te pudras en el infierno.

Le iba a dar un golpe, pero este fue mucho más rápido.

-Cuida esa boquita, te la puedo cortar con una tijera y de paso te la coso. Puedo llegar a cortar tus cuerdas vocales, si es posible arrancar tu corazón.

Dijo mientras agarró del cabello del más menor y lo apretó con rabia, esto obviamente sacándole un chillido al más menor por el dolor.

-Suelteme, me duele!

No faltaron las lágrimas en ese instante.

-Callate! Te dejaron a tu suerte, imbécil, no tienes a nadie más que a tu patética hermana, pero pronto eso cambiará!

-Ni te atrevas a tocar a mi hermana por te corto el pito, maldito enfermo!

Otro golpe más.

-No si yo lo hago primero y te lo hago tragar a la fuerza.