Capítul◌ 6

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—Ventana azul, escaleras rojas...

Repitió una y otra vez para que no se le fuera de la cabeza, las indicaciones de Génesis fueron demasiado precisas y no parecía tener mucho humor para aguantar a nadie.

Caminó por todos los pisos de aquel hotel, encontrándose hasta lugares que no sabía que podían existir, entre ellos una sala cuánto menos singular.

Una sala de sexo, vaya.

Caminó con más cautela en abrir para curosear desde entonces.

Se mantuvo en su búsqueda ahora pasando por un pasillo lleno de cuadros, no sabía ni dónde estaba el ascensor en este punto.

Se quedó observando con curiosidad cada uno, eran de Auron y su familia.

Familia que al parecer solo conformaban Biyin y Axozer, y algunas otras imágenes con ese pato azul, el presentador Ibai (según escuchó el día de audiciones), Reborn y el payaso que había querido ver desde que entró.

Vió la etiqueta del cuadro.

"Payaso"

Eso no daba mucha información sobre él, suspiró creyendo que más tarde que temprano lo vería, se resignó a ello.

Siguió hasta que de lejos escuchó dos voces que se acercaban poco a poco, cuando volteó vió a alguien que parecía ir vestido de pirata junto a un tipo rojo.

Rojo literal, con el cabello celeste resplandeciente.

—Ya pero escúchame Marius, me estás pidiendo semana tras semana que le cambie el diseño y color a tu traje, ¿sabes lo que es eso?

—Sí, mucha pintura pero es tu trabajo también —le recriminó haciendo que el chico de rojo lo mirase mal—. Mira, alguien... nuevo.

Juan se puso nervioso por la repentina atención, viéndolos a penas.

Marius según escuchó se empezó a acercar para saludar mientras el otro solo lo veía desde lejos.

—Hola, yo soy Marius, ¿tú eres...?

—Yo... me llamo Juan, un placer amigo —trató de verse amigable para dar mejor impresión, sacudiendo la mano mutuamente.

—Eh, Ollie mira, que es majo.

—Sí que escuché de él, el señor Auron justo antes me dijo que llegaste a penas —le sonrió también ahora acercándose para saludar.

—Seguro... —afirmó el propio Juan viendo curioso la pigmentación en la piel de aquel ser, hasta que cayó en cuenta de que realmente estaba buscando al que acababa de mencionar—. ¡Auron!¿Sabes de casualidad dónde está?

—Ah, sí, está en la biblioteca de allá —señaló hacia uno de los pasadizos laterales de ese mismo.

—Muchas gracias amigos, me quedaría aquí con ustedes pero realmente estoy llegando como... mucho tiempo tarde —rió bajo y nervioso en lo que Marius volteaba un poco por su costado para ver  algo.

—Oh, no te preocupes si igual tenemos que ir a hacer cosas, ¿verdad? —preguntó Ollie al otro dándole un pequeño codazo, Marius reaccionó y asintió—. Hasta luego entonces, Juan.

—Ojalá verte de nuevo.

Terminaron despidiéndose, Juan yendo hasta aquel pasadizo creyendo que recibiría una buena regañiza por llegar tarde.

—No es por aquí, eso' do' te han querido engaña', hazme caso —escuchó una pequeña voz cerca de su oído, se quedó estático. Juan era alguien que no creía en la fantasmas, pero habiendo llegado ahí ahora podría llegar a creerse todo.

El circo ┊ 𝗰!spruan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora