El circo ┊ 𝗰!spruan.

Capítul◌ 29.

9/10

—Claro, de la que me dieron Yuli y Ale el otro día —dijo sin más feliz.

Spreen no hizo nada más que ver a Juan de reojo, este estaba entre sorprendido, ingenuo e incrédulo.

—No sé quiénes son pero no quiero que te vuelvas a acercar a ellos, Drako las drogas son malas y... —dijo muy serio tomándolo de los hombros para zarandearlo.

El menor no dijo nada, se mantenía viendo a todos lados como si fuera el maldito mejor sueño de toda su vida, o como si realmente estuviera drogado, después de todo. ¿Porqué habría personas con cuernos y piel roja o furros o-

—No puede ser —dijo al ver a alguien en específico, se acercó zafandose del agarre de Juan para correr a las puertas recién abiertas del hotel donde a penas aparecían un Carola y un Zorman.

El científico se quedó quieto cuando vió al nuevo chico frente suyo viéndole con... ¿ilusión?

—¿Y este?

—No sé Carola qué quieres que- —se quedó callado después de ser abrazado y pronto levantado.

—¿Qué le pasa al pibe? —Spreen sacó de trance a Juan que se había quedado al igual que todos allí abajo, estupefacto por lo que estaba viendo.

¿Por qué su hermano estaba allí?¿Por qué estaba abrazando a Zorman?¿Por qué le tenía que pasar todo ésto a él?

—¡Drako, para! —gritó corriendo hasta el mismo después de los gritos de auxilio del científico/médico que evitaba que lo besara—. ¡Pero qué carajos!

—¿Qué pasa? Es un sueño, y este tipo seguro es una ilusión de mi tipo ideal hecho persona, ¿por qué no me dejas ser feliz?

Dramatizó, ¿es que eso era algo de familia?

—Como que sueño, de qué está hablando este tipo —alertado habló Zorman después de ser ayudado por Carola a salir del abrazo del otro chico del cual nadie sabía su existencia hasta ahora.

—Por más sueño que sea Drako, qué tan hormonal tienes que ser para abalanzarte así —le dió un zape recibiendo él también otro de Spreen.

—Eu, no le hablés así que está en plena adolescencia —trató de corregir el oso viendo luego al chico menor a quien también dió un zape—. Vos no andés de calenturiento.

Juan respiró calmándose y jaló a Drako consigo lejos de Zorman quien se quedó detrás de Carola en todo momento, y Spreen se quedó hablando con el rubio. Llegaron a faldas del árbol navideño, que si no hubieran llegado probablemente estaría ardiendo gracias a los demás demonios que no eran muy amenos a la Navidad, y sentó a su hermano frente a él.

—Escucha, Drako —empezó viendo al menor, quien lo veía confundido por la repentina seriedad—. No es un sueño como tal, osea sí porque mañana no recordarás nada pero no es un sueño todo ésto es real.

El menor lo vió atento, no es como si tuviera mucho que decir, o si debía pensar siquiera en creerle.

»—Recuerdas que trabajo en un circo ¿no? Todos son parte de eso y estamos... en medio de uno de los círculos infernales del Inframundo, la cuestión es —trató de ir al grano cuando lo vió confundirse aún más—. Todos aquí son reales y no puedes andar suelto haciendo lo que se te dé la puta gana, ¿va?

—Pero, me gusta —se sinceró haciendo que Juan lo viera raro.

—¿Zorman? —después de un asentimiento de cabeza hizo una pequeña mueca entre desagrado y sorpresa—. P-pero por qu- ¿por?