El circo ┊ 𝗰!spruan.

Capítul◌ 39.

Este estaba siendo un día muy tranquilo para lo que haría en unas horas.

Decidió pedirle a Auron que llamara a Vegetta porque quería ir a hablar con él y así lo hizo, aunque realmente no sabía para qué quería verle.

Ambos esperaron y esperaron, hasta que se les confirmó y Vegetta dijo que podría venir cuando quisiera, que ese día no tenía nada que hacer.

Y eso mismo hacía, Biyin le prometió acompañarlo en el camino ya que ellos al ser una familia de nobles tenían más fácil el acceso, así como con Luzu.

—Básicamente eso —terminó de contar mientras tiraba grandes cantidades de... no sabía qué era eso pero parecía alimentar a sus tan queridos "cerdos dimensionales".

—¿Entonces irás a hablar con un príncipe? Qué loco, ¿no? —dijo entre emocionado e interrogativo Mariana mientras hacía lo mismo pero con las vacas.

—Sí, pero son cosas del oficio —se aireó a sí mismo Juan cruzando sus brazos sobre su pecho.

La capa a su alrededor volaba y volaba molestando a Betra de vez en cuando, había aprendido por mero hobbie a darle vida a los objetos y lo hizo con la capa. Su fanatismo por Marvel le dió esa idea.

—Nuestro oficio se suponía que era trabajar en un circo, ¿no?

Juan se quedó callado por eso hasta reír y asentir.

—Eso hacemos, en realidad.

Volteó cuando junto a Betra llegaron tanto Reborn como Spreen, parecían hablar de cosas que realmente a él no le importaban mucho.

—¿Ya tienes listo tu show? —preguntó de nuevo Mariana, el mago volteó a verlo y asintió aunque no lo viera.

—De hecho nuevamente será conjunto con el de Spreen y Reborn —al ver más interés en el otro continuó:—. Yo haré aparecer a Spreen y después gracias a esta preciosa —llamó a la capa la cuál vino y se enredó en su brazo—, me intercambiaré con Reborn.

El más alto se quedó viéndolo hasta preguntar:

—¿Cómo se te ocurren ese tipo de cosas?

—No lo sé, amigo —ambos rieron y luego Mariana siguió en sus cosas, él vió a los otros dos recién llegados y fué hasta ellos, no porque tuviera algo que decirles (aunque sí quería pasar tiempo con el oso ya lo habia hecho muchos otros días y no quería molestar su espacio personal), sino porque por allí era la única salida.

—¿Ya te vas, Juan?

Al verse descubierto volteó para ver al trío que lo veía.

—Sí... tengo que preparar un par de cositas para cuando empiece el show —estaba mintiendo, realmente quería ir a preparar todo para cuando se encontrase con el príncipe Vegetta. Pero antes volteó hacia el otro par y agitó una mano en su dirección—. Hola Renato, hola Spreen.

Después de darse media vuelta, Reborn lo siguió, al parecer quería decirle algo.

Spreen se les quedó viendo hasta voltear con Betra, el chico entrecerró los ojos viéndole y luego habló.

—Che, esa mirada solo te la veía con Rubí —el azabache solo volteó a verlo con poca gracia y luego suspiró.

—Y bueno, que querés que te diga si ya lo sabés todo de mí —rió al sentirse expuesto, Betra empezó a reír también hasta que llegó Mariana a decirle que ya había terminado sus cosas.

—Oye Mariana —cuando recibió su atención, Spreen continuó—. ¿Vos no hacés nada fuera de todo ésto?

Después de que el otro negara los dos chicos se voltearon a ver antes de verlo a él—. ¿Nada?