Capítul◌ 10

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—Así que Auron te está enseñando —"preguntó" Zorman, más por confirmar.

—Sí, aunque no llevamos ni dos días, yo digo que sí la hago, pero me mandó aquí contigo así que supongo que eso me falta —trató de explicarse, el otro se mantuvo anotando un par de cosas hasta que vió de nuevo ese extraño tic en su cuello.

—¿Puede que eso te esté afectando porque al fin y al cabo sigues siendo humano? —hizo la pregunta más para si mismo, Juan encogió los hombros sin saber realmente el por qué.

—¿Tú crees?

—Probablemente sea eso —suspiró rascando su cabeza con el bolígrafo en busca de ideas.

Volteó a ver a Juan más detenidamente, éste empezó a tratar de distraerse solo por no sentirse incómodo.

25 años, contextura media, castaño, ropa rara, practicante de magia.

Era muy común como para que Auron lo eligiera, ¿qué tenía de especial? Era un humano corriente; además, le estaba afectando la magia, por lo que probablemente no sirviera para eso.

Tomó aire volteando para revisar ahora algunas otras cosas en los documentos que tenía, Juan empezó a creer que el otro no tenía idea.

—¿Tienes idea de algo? —soltó, no quería verse descortés pero quería una solución rápida, poco a poco sus tic se volvían más duraderos y dolían.

—Estoy tratando de hallar algo para que te ayude —habló con calma aunque sea lo último que tenía ahora.

Se quedaron en silencio, no había música ni nada, no era incómodo, al menos no para Zorman.

Juan volteó a la puerta, se quedó viéndola, deseando porque algo o alguien entrase y pueda divertirse.

Y así se cumplió.

Cuando dos personas llegaron y los vieron a ambos, más a Juan, aunque uno parecía más emocionado que el otro. Y Juan no entendía el por qué, nunca antes los había visto.

—Mira Desst, es Juan —habló un chico medianamente alto, acercándose y viéndolo de cerca con algo de emoción, este mismo solo lo vió y apartó su mano.

—Sí... ¿soy yo?

—Komanche es mejor que no lo molestes mucho —habló el tal Desst, Komanche solo lo vió y asintió separándose ahora para extenderle una mano.

Juan vió la mano y la tomó, esta fue sacudida muchas veces en la que Komanche hablaba de muchas cosas a las que no le tomaba mucha importancia.

Se mantuvo callado viendo a ambos, tenían orejas, Desst unas levantadas y las de Komanche estaban caídas y eran más delgadas.

Bajó la vista y detrás de Desst quien convenientemente hablaba con Zorman, había una cola algo larga y en sí peluda, igual que sus orejas, por la forma de ambas supuso que era una especie de lobo.

Aún así Komanche no tenía ninguna cola, qué era.

—...y espero que sientas chido estando aquí —finalmente las manos pararon de moverse y sacó su mano.

Juan se quedó viendo a ambos otro rato más, intercalando su mirada hasta que aclaró su garganta, su presencia le parecía familiar.

—...¿los conozco?

—Pero si te acabo de explicar todo, pendejo —Komanche rió, Juan se sintió ahora un poco avergonzado por no haber prestado el mínimo de atención—. Básicamente los dos te estuvimos vigilando toda la vida, más yo que él.

El circo ┊ 𝗰!spruan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora