El circo ┊ 𝗰!spruan.

Capítul◌ 20.

1/10

Juan despertó sintiéndose extraño, extraño, sudado y con un dolor terrible de cabeza.

La peor combinación.

—Al parecer funcionó —escuchó hablar a Zorman a su costado, volteó y Auron con una mirada indescifrable lo veía igual.

—Bien, entonces mientras tenga ese... cristal no pasará nada, ¿cierto? —la afirmación de cabeza del científico no se hizo esperar—. Bien.

—¿Auron? —el mismo se acercó y dió un pequeño golpe en su frente con un dedo, lo suficientemente fuerte para doler—. Ouch.

—Contigo hablaré más tarde, te veré en la biblioteca cuando termine otros asuntos, ve a despejarte y... hacer lo que haces siempre —suspiró y dió media vuelta.

—Está... bien, creo.

—El circo estará cerrado un par de días, es mejor que hagas lo que te pidan hacer o quedarás como sospechoso —dijo antes de salir dándole una mirada fugaz al mago.

—¿Como sospechoso?

—Sí, bueno... pasaron algunas cosas mientras dormías —habló Zorman sentándose en una de las camillas libres a su costado—. Resulta ser que la persona que trajiste es un fugitivo real, y lamentablemente estamos implicados en esto.

Juan sintió su rostro palidecer con la noticia, se tiró de nuevo sobre su camilla queriendo cerrar los ojos y que todo pasara, pero su cuerpo no parecía estar de acuerdo, incluso parecía más inquieto que antes.

»—Perdón por esto, pero en unos minutos vendrá la guardia real a inspeccionar el lugar, si quieres...

—Sí, sí, ya me voy —bufó levantándose, quitó su capa y soltó un poco del traje que llevaba para sentirse más "libre".

Zorman se despidió con un movimiento de mano, Juan salió y se dirigió al ascensor, tenía que cambiarse antes de hacer nada.

Subió al mismo y presionó el botón a su piso, y mientras veía los números subir, este se detuvo en el piso de recepción.

Volvió a presionar muchas veces el botón en vano, la puerta estaba ya abriéndose.

Abrió los ojos al ver de repente un montón de flashes de cámara hacia dentro del cubículo, y se hizo a un costado cuando un chico castaño entró siendo empujado por Génesis, que con ayuda de Focus, Tanizen y Noni empujaban a los miles de... ¿periodistas?

—¡Señor hechicero!¡Qué bien verlo aquí, ¿puede llevárselo y evitar que lo encuentren estás arpías?! —pidió entre gritos Noni, Juan asintió antes de que la puerta cerrará y quedó a solas con el chico.

Ambos se vieron un par de segundos.

—Ehm... hola —saludó indeciso el mago al castaño, éste lo vió de pies a cabeza hasta abrir su boca en una "o".

—Tú eres el mago que me trajo aquí del que habló Auron —más que pregunta fue una afirmación indirecta.

—Sí... eso creo, eres Rubius ¿verdad?

—El mismísimo —se irguió orgulloso.

Juan se dedicó a verlo mejor, llevaba una sudadera blanca y pantalones negros junto a un par de zapatillas del mismo color.

»—Te pidieron que me lleves a un lugar más seguro pero... —buscó las palabras adecuadas y entonces siguió— ¿sabes abrir portales y ese tipo de cosas? Claro que lo sabes, quiero decir, me trajiste hasta aquí.