Capítul◌ 11

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Paró sus pasos dando una disimulada mirada a aquel sombrero de punta en sus brazos, se irguió y tomando valor lo levantó frente suyo.

No pasaba nada, ¿había alucinado esa voz?

Encogió sus hombros y se paró frente a una de las ventanas, gracias a la cantidad de luz ésta era traslúcida por lo que pudo ver su propio reflejo, sonrió acomodando mejor este sombrero encima de su cabeza.

—Nada mal —de nuevo esa voz, esta vez pudo ver claramente cómo las arrugas en el sombrero se movieron como si tuviese labios para hablar.

Se mantuvo pensando en qué hacer, actuar normal o entrar en pánico por ver a un sombrero hablar.

¡Eso lo vió en Harry Potter! Y si lo pensaba bien sus lentes aunque no fueran circulares del todo le hacían ver como un Harry... en medio del infierno pero un Harry.

—Sí... creo.

—¿Estás diciendo que no te siento bien? —el tono utilizado denotó que lo ofendió sin siquiera hablar.

—No, no, seguro quedas genial en todos lados pero no sé si quiero tener un sombrero parlanchín —se excusó, aunque en parte estaba siendo sincero.

—Me quedaré callado mientras no me devuelvas a ese polvoriento lugar —lo escuchó toser, gracias a la grave voz que tenía está retumbaba por su cabeza.

—Claaaro —alargó la "a" creyendo que había sido una pésima idea sacarlo, más cuando lo sintió acomodarse sobre su cabeza.

—Sé lo que piensas, cuidado con eso —murmuró amenazante, Juan palideció aún más, tenía que sacarselo de encima.

Tomó el sombrero e hizo el amago de sacarlo, pero parecía ya impregnado a su ser.

»—¡Eh! Qué crees que haces —lo escuchó reclamar, en lo tanto él se ocupaba de tratar de arrancar ese pedazo de tela pesada de su cabeza—. Pequeño insolente.

—¡Insolente mis huevos, sal de mi puta cabeza! —gritó ahora sintiendo al propio sombrero ir de un lado a otro haciéndolo mover hacia delante y atrás hasta que finalmente cayó sobre el montón de libros apilados haciéndolos volar a todas direcciones.

—Ugh, mira lo que hiciste —le reclamó el propio sombrero, Juan frunció el ceño al proclamarlo con la mayor parte de la culpa.

—Mira pedazo de mierda, es mejor que salgas ahora o-

—¿O?

Se quedó callado cuando su cabeza empezó a dar vueltas, ¿qué era eso?

»—¿Te atreves a amenazarme?¿A mí uno de los sombreros más poderosos nunca antes vistos? —se proclamó halagandose a sí mismo, Juan tomó su cabeza sintiendo que esa voz hacia eco en ésta, tan fuerte que podría explotar sus tímpanos— ¿El sombrero de-

—¡Me vale verga de quién seas! —gritó ya harto, escuchó de repente un pitido atravesar sus dos oídos y su nariz empezó a sangrar.

—Como te atreves a hablarme de ese modo, pequeño hijo de- —no logró escuchar en lo que la frase terminaba porque su miedo logró que una gran corriente eléctrica lo atravesara haciendo callar a su vez ese sombrero.

Aún así parecía seguir sin intenciones de bajar.

—¡Baja de una puta vez!

Fue el último grito que se escuchó hasta que su cuerpo empezó a deformarse con ayuda de una luz eléctrica envolviendolo para que así la "transformación no sea tan notoria.

¿Qué estaba pasando?¿Por qué?

No lo sabía pero después de poco su cabeza dejó de doler y todo quedó en silencio y... oscuridad.

El circo ┊ 𝗰!spruan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora