Ellie:
Liv se había levantado antes de tiempo para poder desayunar conmigo y despedirse. También tuvo el detalle de hacer ella el desayuno mientras yo acababa de hacer la maleta. Lo único con lo que se atrevía eran las tostadas. Y yo no podía parar de preguntarme qué es lo que comería esta semana cuando no estuviera yo.En cierto sentido pensaba que sería mejor que se fuese con Archy hasta que yo volviese. Pero por otro lado entendía que no quisiese estar rodeada de arcanos. Sobre todo cuando muchos de ellos aún no acababan de aceptar a las hadas y a casi ningún ser mágico, para ser preciso.
Me había hecho una maleta pequeña, pues no contaba con quedarse más de una semana en Athelia. Estaba bajando con ella las escaleras cuando me llegó un olor a quemado. Dejé la maleta al lado de la puerta y me acerqué a la cocina. Liv estaba abanicando con la mano por encima de la sartén mientras sacaba las tostadas.
— ¿Qué vas a hacer sin mí esta semana?
— Morirme de hambre seguramente. — rodé los ojos ante su comentario — o comer comida carbonizada. Lo iré decidiendo según vayan viniendo.
— Sabes que existe un sitio que se llama supermercado, donde puedes comprar toda la comida que quieras y la hay incluso que no la tienes que cocinar. — dije con ironía.
— Vale, lo pillo. — puso el plato con las tostadas francesas, quemadas encima de la isla de la cocina. Era terrorífico que no supiese hacer ni unas tostadas. Y era aún peor pensar que esta persona tendría en algún momento poderes de fuego. Tendría que contratar un buen seguro para la casa, y para la moto también. — ¿En que piensas?
— En nada, solo divagaba — Hice un gesto por encima de las tortitas y estas cambiaron un poco su color. Al menos ahora serían comestibles. Liv me acercó una taza de café solo y ella cogió otra, pero en su caso, mezclada con leche.
— Te voy a echar mucho de menos.
— Y yo, pequeña. Pero volveré antes de que te des cuenta y esto nos ayudará a saber que trama la reina.
— Tienes razón, pero eso no hace que deje de echarte de menos. — di la vuelta a la isla y le di un abrazo. Ella me lo devolvió al instante.
— Si pasa cualquier cosa, llama a Archy, a Mark o a quien sea. No intentes solucionar todo tú sola. — ella solo asintió. Pero ambas sabíamos que no recurriría a nadie hasta que no le quedase más remedio.
Nos comimos las tostadas a duras penas. Incluso con mi magia, sabían fatal. Seguimos hablando un rato hasta que fue el momento de irme.
Salí de casa con un peso más sobre la espalda. Quizás debería haber hablado con Liv antes de irme. ¿Y si me pasaba algo y no podía volver? No podía irme pensando eso. Iba a volver y le contaría a Liv absolutamente todo.
La mañana transcurrió con relativa tranquilidad. Dejé los casos que teníamos pendientes lo mejor preparados para que durante mi ausencia no tuvieran ningún problema. También avisé de que estaría ausente, por supuesto ya lo sabían. Muchas otras directivas del círculo interno habían sido avisadas. Parece que la reunión era más importante de lo que pensaba. No sé cuantas veces me dijeron esa mañana que era un honor y que ojalá las hubiesen llamado a ellas. Se notaba que hacía mucho que no estaban en Athelia.
Archy me envió un mensaje para avisarme que la reunión empezaría a las cinco, pero que sería mejor si estaba antes. Estaba muy nerviosa, no se suponía que yo tuviese que tomar responsabilidad sobre esto.
Antes de salir del trabajo para ir a la reunión, bajé en el ascensor hasta el sótano número tres de las oficinas. Para bajar a ese sótano necesitabas una clave que solo el circulo interno sabia y por supuesto también necesitabas ser una hada pura, la puerta era capaz de detectarlo.
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Marcada por las Hadas
FantasyLiv y Blake pertenecen a mundos totalmente diferentes que han sido enemigos desde hace miles de años. ¿Pero qué pasaría si se conociesen? ¿Podrían llegar a ser amigos? ¿O algo más? Liv es una mestiza nacida de la unión de hada y humano. Sus poderes...