20. Preparativos

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Liv:
Después de esa rápida llamada con Serena y de haber limpiado mi conciencia, solo me quedaba volver con los demás a la armería. A pesar de que lo que mi cuerpo necesitaba era un largo sueño reparador de unas trece horas.

Salí de la habitación mirando a ambos lados para comprobar que no había nadie en el pasillo. Haberme encontrado con Phastos ya había sido suficiente, no necesitábamos que todos los demiurgos supieran de nuestra existencia. Aunque apostaría mi brazo derecho a que aunque se enterasen, les daría totalmente igual.

Mientras iba de vuelta a la armería, no pude evitar pensar en lo que me había dicho Serena. Todos estaban de acuerdo en que fuéramos, a pesar de que se suponía que era un lugar peligroso. Quizás ellos sabían algo que nosotros no. En cualquiera de los casos, me sentía mucho más tranquila después de haberles avisado.

Al entrar en la sala, todos estaban de pie alrededor de una mesa en el centro de la habitación. No paraban de gritarse entre sí pero no entendía muy bien por qué. Blake fue el único que levantó la mirada de la mesa para mirarme, pero después de comprobar que era yo, la volvió a bajar casi de manera automática. Suponía que estaba muy enfadado, no podía culparlo, al fin y al cabo yo tenía la culpa de que se viese involucrado en toda esta locura.

— ¡Ya te he dicho que ir hasta allí no es viable! — estaba gritando Robin mientras señalaba un mapa que ocupaba prácticamente toda la mesa. — Esta es la mejor opción.

— ¿Cual es la mejor opción? — dije yo intentando enterarme de qué iba la conversación. Por desgracia, me había acercado en demasiado silencio y Alec y Mark dieron un ligero brinco al darse cuenta de mi presencia.

— Dios Liv, que susto.

— Vamos a tener que ponerte un cascabel — dijo Mark, llevándose una mirada asesina por mi parte y un ligero golpe en el brazo que apenas le había hecho nada.

— ¿A donde habías ido? — preguntó Gon con curiosidad.

— A hacer algunas llamadas — Blake levantó una ceja sorprendido y toda la sala se me quedó mirando en silencio.

— ¿Y a quien? Si se puede saber. — preguntó este ahora con un poco de enfado en la voz.

— A tu tío — dije orgullosa. Eso lo dejó de piedra y todo el enfado se desvaneció por completo convirtiéndose en sorpresa. — Pero no me ha cogido.

— ¿Y...? — preguntó Mark, intuyendo que aún faltaba una parte de la historia. Conociéndome como me conocía, sabía que no me habría conformado solo con eso.

— Y he llamado a Serena. — Mark se dio un sonoro golpe en la frente como si hubiese hecho la estupidez más grande del mundo. Blake seguía mirando para mi como un pasmarote — Ella si que me ha cogido.

— ¿Y que te ha dicho? — pregunto en voz baja, pero no lo suficiente como para que no pudiésemos oírle.

— Que hagamos lo que veamos. Ha sido una conversación bastante rápida, los consejeros nos interrumpieron.

— ¿Entiendo por eso que no nos delataran...? — dijo Robin con una ligera duda en la voz.

— Ellos nunca lo harían. Fueron quienes nos ayudaron a planear lo de Liv — dijo Blake rotundamente.

— Aunque luego ella decidiera salir por su cuenta — añadió Mark rodando los ojos.

— Es que estabais tardando mucho — me justifique yo.

— Volviendo al tema... ¿Entonces les parece bien? — preguntó Josh.

— Parece que sí. — dije yo encogiéndome de hombros. — Ah y también me he encontrado con Phastos.

Marcada por las HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora