Blake:
Mentiría si dijese que no estaba impresionado. Si bien a primera vista no había sido para tanto, ya que habíamos ido a parar a un pasillo normal de piedra como los que habíamos estado recorriendo durante la última hora. La vista que tenía ante mis ojos superaba mis expectativas con creces. Habíamos salido de los pasillos para dar a una enorme cavidad donde literalmente se albergaba toda la ciudad, o eso creía, la verdad es que no estaba muy familiarizado con Athelia. Las casas se apelotonaban sobre los muros redondeados de la cueva y justo en el medio de la sala había un enorme edificio colgando del mismísimo techo como si fuese una tarta de boda de varios pisos puesta al revés.
Había gente por todos lados yendo de un lado a otro, la buena noticia era que no se fijaban en nosotros, la mala era que habíamos perdido a Robin y a Alec. Liv se encontraba a mi lado y me tenía agarrado por el brazo, lo cual me daba cierta seguridad. Al entrar por la puerta nos habíamos separado, ya que un grupo tan grande llamaría bastante la atención. Liv estaba mirando a su alrededor con mirada brillante y los ojos demasiado abiertos.
— Contrólate un poco que van a pensar que nunca has estado aquí. — le susurré con una ligera sonrisa.
— Es que nunca he estado — me susurró de vuelta ella aun con una enorme sonrisa en su rostro.
— Pero ellos no tienen porque saberlo — ella rodó los ojos y me dio una pequeña palmada en el brazo — ¿Era como te lo imaginabas?
— Para nada. — y le salió una pequeña risa nerviosa.
De refilón pude diferenciar a Robin y a Alec, los cuales se habían dado la vuelta y nos buscaban con la mirada. En cuanto hicimos contacto visual volvieron a darse la vuelta y continuaron su camino. Delante nuestro iban Josh, Gon y Mark y un poco más atrás, Serena e Ian.
Antes de entrar a la cueva habíamos acordado separarnos y encargarnos cada uno de una tarea. Mark, Josh y Gon se encargaron de ir a buscar un herrero que pudiese darnos más información sobre la espada de la tía de Liv. Alec y Robin tenían que ir a ver a la reina ya que necesitaban explicaciones de porque se les había abandonado en el mundo humano, pero sobre todo para informar de la información nueva que poseen, la cual no era demasiado favorable para los feéricos, ya que no habían encontrado gran cosa. Liv y yo iríamos a la biblioteca a investigar todo lo que pudiéramos sobre Liv y su tía. Ian y Serena se irían a inspeccionar la ciudad para ver si conseguían encontrar algo de información sobre lo que le estaba pasando a Athelia.
Delante mía pude ver como los chicos se separaban de la marabunta para meterse en una de las múltiples calles que había. Seguramente, sin saber exactamente a dónde se dirigían. Ian y Serena hicieron lo mismo un poco más adelante, con las capuchas de la túnica totalmente caladas. Liv y yo seguimos a Alec y a Robin ya que serían ellos los que nos guiarán hacia la biblioteca.
Seguimos caminando por las largas calles de piedra que rodeaban el interior de la caverna hasta llegar al enorme edificio colgante. La entrada era colosal, las puertas estaban abiertas y estaban hechas de una especie de cristal que parecía cuarzo pero estaba seguro de que no lo era. Varios guardias estaban apostados a ambos lados de la entrada. Robin y Alec ya iban por delante nuestra, a ellos no les habían ni parado debido a que llevaban todos el mismo uniforme. Mientras estábamos atravesando la enorme puerta, uno de los guardias se interpuso entre nosotros haciendo que me chocara contra el. La capucha, demasiado calada no se movió ni un milímetro, por lo cual no pude hacer otra cosa que suspirar internamente.
— Alto ahí. Identificaos. — la boca se me quedó trabada sin saber muy bien qué decir.
— Esto... yo... — En ese momento Liv intervino con toda la naturalidad que pudo.
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Marcada por las Hadas
FantasyLiv y Blake pertenecen a mundos totalmente diferentes que han sido enemigos desde hace miles de años. ¿Pero qué pasaría si se conociesen? ¿Podrían llegar a ser amigos? ¿O algo más? Liv es una mestiza nacida de la unión de hada y humano. Sus poderes...