Blake:
Llevaba casi una semana sin problemas para dormir y literalmente aprovechaba cualquier oportunidad para echarme una cabezada. Puede sonar raro, pero era genial poder dormir cuando quería. Además gracias a esto, ahora tenía más energía y todos a mi alrededor decían que mi humor había mejorado. Ya no estaba tan cabizbajo ni de tan mal humor.
Hoy era la reunión para tratar el tema de los feéricos. Mi tío llevaba toda la mañana de arriba para abajo y en parte me alegré de que Ellie llegase antes de tiempo. Cuando ella estaba delante, mi tío solía controlarse un poco mal, supongo que no querría dar una mala imagen. Aunque ya habían estado saliendo, Ellie debería estar acostumbrada.
No se permitía entrar en la reunión a nadie que no hubiese sido convocado. Por ende, no podía entrar nadie que no fuese el líder o el representante de su clan. Mi tío me dijo que me informaría luego de todo lo que hablasen, pero de todas formas mandarían un comunicado oficial en caso de que hiciese falta. Aunque esperaban no tener que llegar a ese punto.
Serena e Ian habían llegado ayer y habíamos cenado todos juntos en el salón de la academia. Me gustaba tenerlos de vuelta aunque había una tensión en el ambiente que no supe identificar.
Mi mañana había sido de locos. Aún nos estábamos recuperando de la fiesta de los acuerdos y teníamos muchos entrenamientos y clases pendientes. Básicamente me pasé la mayor parte de la mañana desmontando y montando armas como si no hubiese un mañana. Y la otra mitad, entrenando mientras caían trombas de agua cada dos minutos. Asher buscaba guerra siempre que podía y los profesores empezaron a poner cada vez más espacio entre nosotros. Parecía más lleno de rabia que nunca.
La tarde en cambio estaba siendo bastante tranquila. Me había encontrado en la entrada de la Academia con Ellie mientras iba hacia mi último entrenamiento del día. Pero antes la acompañé hasta el despacho de mi tío.
Ahora mismo estaba tirado en los sofás de la biblioteca, en una de las zonas más apartadas. Uno de los puntos positivos que tiene dormir bien, era que había vuelto a dibujar con regularidad. Y ahora volvía a llevar siempre un cuaderno y lápices en los bolsillos. Como ahora mismo por ejemplo. Estaba tirado en uno de los sofás con el cuaderno abierto sobre el abdomen. Estaba rodeado de lápices de colores y de algunas gomas. Simplemente estaba garabateando, nada que valiese la pena enseñar.
Toby estaba en un sillón al lado mía repasando sus apuntes. Para formar parte de los Arcanos como cuerpo de seguridad no solo tenías que nacer con los poderes. Si no también aprobar ese dichoso examen. Toby llevaba meses estudiando para él y se presentaría en un par de meses más. No le gustaba mucho estudiar, pero bueno... ¿A quién le gusta?
— ¿Por qué tiene que haber treinta y cinco tipos diferentes de cuchillos? No digo que haya solo un tipo, pero treinta y cinco me parece pasarse.
— Sobre todo cuando no sabes ni usar el del pescado. — dije yo girando un poco la cabeza hacia él. Él me dedicó una mirada de reproche. Aproveché para enviarle a Liv un mensaje para ver si quería quedar esta noche.
¿Estaría siendo demasiado intenso? Literalmente desde que la conocí nos habíamos visto todos los días, tanto por unos motivos como por otros. Toby debió de notar mi cara de confusión porque de repente me preguntó.
— ¿Qué tal te fue el otro día con Liv? ¿Conseguiste arreglar las cosas? — dijo mientras volvía a centrar la mirada en sus apuntes y pasaba las hojas haciendo que revisara algo. Me puse de lado y algunos lápices se cayeron a mi alrededor.
— Fue bastante bien — reconocí, sin poder evitar una sonrisa. Siempre tenía la impresión de que el tiempo que pasaba con Liv pasaba muy rápido. Y parecía que nunca tenía suficiente.
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Marcada por las Hadas
FantasyLiv y Blake pertenecen a mundos totalmente diferentes que han sido enemigos desde hace miles de años. ¿Pero qué pasaría si se conociesen? ¿Podrían llegar a ser amigos? ¿O algo más? Liv es una mestiza nacida de la unión de hada y humano. Sus poderes...