14. Los caminos se unen

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Albus acudió a la reunión junto a Minerva a la reunión que habían planeado con Newt y Theseus Scamander. Le había ocultado a la profesora lo ocurrido durante su cita con Gellert, pero no dejaba de estar preocupado; algo grave debía haber ocurrido para que tuvieran que despertarle.
Habían decidido que la reunión sería en el bosque de Hogsmeade, ya que el profesor no quería arriesgarse a abusar de la permisividad del Director Dippet, y dado lo delicado de la misma era mejor que se encontraran en un lugar donde nadie pudiera escucharles y el Cabeza de Puerco estaba descartado.

-¿Para qué nos has reunido aquí, Albus? - Preguntó Newt con tono amable y suave; Albus sonrió con indulgencia, el magizoologo había empezado a llamar padre a Aberforth en contadas ocasiones, pero era difícil que a él empezara a llamarle tío, aún así siempre le hablaba con cariño
- Necesitaba hablar con los dos - empezó Dumbledore, inspirando muy hondo; Minerva le hizo un gesto de aliento.
- ¿Qué está ocurriendo, Albus? - Intervino Theseus, cruzado de brazos. - ¿Necesitas nuestra ayuda para detener a Grindelwald?
- Necesito vuestra ayuda - admitió Albus, sin mirarles directamente. - Pero no exactamente para detenerlo...
- ¡En el nombre de Merlín! - Saltó McGonagall, perdiendo la paciencia. - Déjate de tantos rodeos y díselo de una maldita vez, Albus.
- ¿Albus? - Newt lo observó extrañado, su tío no solía dar tantos rodeos... bueno, en realidad sí, pero sólo cuando quería ocultar algo.
- Gellert está en problemas y os necesito para que me ayudeis a rescatarlo - les confesó, preparándose para su reacción.
- ¿¡QUEEE!? - Gritaron los dos a la vez. Su exclamación asustó a una bandada de pajaros que salieron volando de la copa de un árbol cercano.
- Sé lo que estáis pensando...
- ¡Sí! ¡Qué estás completamente loco, Albus! - Le espetó Theseus. - Si Gellert Grindelwald está en problemas, por mí perfecto, no pienso acudir en su ayuda, más bien al contrario.
- Jum - Albus rio con tristeza. - Tienes todo el derecho a detenerme sólo por haberos propuesto algo asi, Theseus...
- Debería hacerlo - asintió el auror, masajeándose el puente de la nariz. - ¿Puedes explicarme porque justo ahora decides que quieres ayudarle?
- Porque sigue enamorado de él - afirmó Newt, que había permanecido en silencio todo aquel rato. - ¿No es así, Albus? ¿Cuándo volviste con Gellert Grindelwald exactamente? ¿Después de que atacara a Bunty o cuando secuestró a Lally?

Albus palideció ante aquellas acusaciones, a pesar de que ya las esperaba; fue más por la rabia y la decepción que notaba en la voz de su sobrino.

- Newt... - quiso intervenir Minerva, pero el joven no la dejó.
- Con todo el respeto, profesora McGonagall, no defienda a Albus... - se volvió de nuevo hacía su tío. - ¿No dices nada?
- Tienes razón, Newt - contestó Albus, con voz cansada. - Sigo enamorado de Gellert, nunca dejé de estarlo... pero hace muy poco que volvimos a estar juntos...
- Cuando desapareciste en Navidad... - adivinó Theseus, cruzado de brazos. - Estabas con ese hombre... ¿cómo pudo ocurrir? Entiendo que sigas enamorado de él, pero creía que después de Bhutan... Albus, me lo prometiste... me prometiste que le detendrías...
- He contado esta historia a más personas de las que suponía, pero... tampoco creía que iba a pasar... supongo que ocurrió después de que me secuestrara.

Ante las miradas sorprendidas y alarmadas de Newt y Theseus, el profesor contó de nuevo toda la historia, desde el secuestro en el barco rumbo a París hasta que Gellert decidió que lo mejor era volver con su antiguo grupo, pasando por el motivo por el que volvió después de Navidad con el corazón destrozado.

- Y entonces, Bunty descubrió a Gellert en el bosque de Hogsmeade y acabó por hacer que nos reconciliaramos - terminó Albus. - Pero nos dimos cuenta de que sólo podríamos vivir un poco tranquilos si deteniamos a Vinda Rosier y la única forma era que Gellert volviera con ella fingiendo que había vuelto a cambiar de opinión.
- Espera, espera... ¿has dicho que Bunty ayudó a Gellert Grindelwald? - Quiso saber Newt, sorprendido y enfadado. - ¿Cómo dejaste que pasara?
- Desgraciadamente, mi querido sobrino... no lo supe hasta que hizo que nos reconciliaramos - replicó Albus, suspirando. - Y cuando lo supe le prohibí que siguiera... un poco tarde, es cierto...
- Tendré que hablar muy seriamente con ella - dijo Newt con el entrecejo fruncido.
- No, por favor, Newt - le pidió Albus, alzando las manos. - Bunty ya tiene bastante con que tu padre se haya enterado... no vayas a echarle tú también la bronca.
- Mmm... está bien - concedió Newt, no muy convencido. - Sólo espero que mi padre no haga un mundo de todo esto...

4. Animales Fantásticos: la fuerza del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora