Joaquin Phoenix
Llegue al fin de semana solo para darme cuenta de lo patética que soy. Estoy aburrida, amargada y más triste que nunca. Es principio de año y las personas aún tienen la esperanza de que este será su año, patético.
Desde mi lugar puedo observar como la mayoría de la gente se divierte paseando por la plaza, algunas con familia, algunas otras con amigos, pero, en su mayoría todas salen a divertirse con sus parejas, y después estoy yo, más sola cada dia. Quizás debí de haber aceptado la salida de aquel tipo que me invitó al cine, ¡pero, vamos! Yo debía invitarlo a él y él se encargaría de la segunda cita, ¿que clase de propuesta era esa? En fin, mis amigos presumen de una vida social bastante buena pero yo solo me sumerjo cada día más en mi depresión, es por eso estoy aquí. En esta deprimente plaza en donde si no tienes dinero para gastar te vas a aburrir.
Camine por un largo rato mirando las tiendas y viendo cosas que no puedo comprar hasta que encontré una banca sola en donde pude sentarme. La banca daba justo enfrente de una tienda de discos y a lado se encontraba una peletería, ese día en especial se encontraba lleno.
Después de estar un rato sentada en la banca, escuchando las mismas canciones tristes una y otra vez llegue a la conclusión de que siempre elijo mal; de gastar dinero para deprimirme en la calle a deprimirme en la seguridad de mi hogar, debí de haberme quedado con la segunda opción.
Estaba tan sumergida en mis pensamientos depresivos, con la música sumamente alta y la vista fijada en el disco de vinilo de la banda Depeche Mode, que no había notado al tipo que intentaba llamar mi atención. Fue hasta que reaccione parpadeando varias veces para fijar mi vista en él.
El hombre decía unas palabras pero las melodías que sonaban en mis audífonos no me permitían entender lo que trataba de decirme.
-Disculpa, pero no entendí nada de lo que dijiste.
El hombre frente a mi me regalo la sonrisa más linda que había visto.
-No, esta bien. Te preguntaba si estas apartando lugar alguien, es el único disponible como puedes ver y realmente quisiera sentarme.
El hombre apunto a mi bolso y sueter que están ocupando el espacio vacio a mi lado.
-¡Oh, discúlpame!
Tome mi bolso junto a mi sueter para depositarlos en mis piernas.
-Muchas gracias, realmente estas bolsas pesan mucho.
Sonreí por cortesía y me detuve a observarlo un poco.El hombre llevaba consigo algunas bolsas que estaban llenas de cajas y algunas otras con lo que parecían ser telas. Las dejo a un lado suyo y tomó lugar justo donde hace unos momentos estaban mis cosas. Era alto, de piel blanca pero parecía que se había bronceado un poco por el sol del día a día, su cabello era oscuro y risado, pero lo que más llamó mi atención fue el par de ojos verdes que poseía.
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𝕽𝖔𝖒𝖆𝖓𝖙𝖎𝖖𝖚𝖊. ᴿᵉˡᵃᵗᵒˢ ʸ ᵒᵗʳᵃˢ ᶜᵒˢᵃˢ
Short StoryRelatos sumamente largos con una carga de: antigüedad, romanticismo, fetiches y fantasía. El sexo con amor abunda en este lugar. Historias basadas en mis crushes favoritos. En edición constante.