Relatos sumamente largos con una carga de: antigüedad, romanticismo, fetiches y fantasía.
El sexo con amor abunda en este lugar.
Historias basadas en mis crushes favoritos.
En edición constante.
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Robert Pattinson
Perbian era una región bastante burda. Era uno de los últimos territorios y se encontraba al norte siendo gobernada por el rey Hassel. La población rondaba las 1,000 personas, algo escaso comparado con sus regiones hermanas.
En ese lugar vivía Elif una jovencita sumamente hermosa. La vida para Elif hasta ese entonces se había tornado bastante mal, su madre había muerto y su padre la dejó encargada con madame Tessier la dueña del burdel más lujoso del territorio.
La infancia de Elif se desarrollo entre hombres y mujeres que iban y venían mientras ella observaba todo, aprendido las diferentes formas de vivir junto con las mañas de todos en ese lugar.
Elif vivía de su trabajo, el cual, se componía de hacer la limpieza en aquel lugar. Los cuartos, cocina y sala eran su responsabilidad, era un trabajo bastante ingrato pero no tan ingrato como el de todas aquellas que trabajaban de noche en aquel burdel.
Madame Tessier tenía cierto aprecio a Elif, ella la vio crecer y en cierto punto la ha forjado a su manera, Tessier jamás permitiría que Elif trabajara para ella pero tampoco iba a tener un parásito en su casa por lo cual Elif comenzó a laborar cumplidos los 12 años.
Cada año se organizaba una celebración en nombre del rey Hassel, en la cual, asistía todo tipo de gente, todo para poder estar cerca de su magestad. Esa era una gran oportunidad para madame Tessier pues ganaba dinero tanto de día como de noche, las chicas bailan con la gente del pueblo y cobraban por esto.
—Me complazco en informales mis niñas que el día de mañana estaremos puntales en el gran salón del palacio— expresó con alegría madame Tessier mientras bajaba las escaleras.
—Aún sigo sin entender como es que el rey no nos ha decapitado— murmuró Elif en voz baja.
—El rey Hassel es un hombre bastante estúpido y que solo piensa en el mismo, ¿acaso no lo has visto?— preguntó Terrie, la rubia favorita del lugar.
—Pues no, esta será mi primera vez en el palacio— la miró.
—¡Ja! Mucha suerte niña. Para tu información, el rey Hassel tiene el aspecto de padecer de sus facultades mentales, yo por ejemplo, la primera vez que lo vi me dio... no se como decirlo...
—¿Terror?— preguntó Emily, la chica castaña que forma parte del grupo de Madame Tessier.
—No, la palabra que busco es repugnancia ¡agh! De verdad, solo tienes que verlo para darte cuenta que clase de ser es, ahora entiendo por qué le dieron la peor región para gobernar.
—¡Bueno, basta niñas! Lo importante ahora es que quiero que todas ustedes hagan lo de siempre: finjan interés en alguien, bailan con la víctima y cobran dinero, ¿quedó claro?– madame Tessier interrumpió el parloteo de Terrie antes de que esta dijera algo inadecuado.