Robert PattinsonPor fin el día había llegado, después de 5 malditos años me encontraba de regreso en mi antiguo hogar, el mismo lugar donde conocí a las personas equivocadas.
Mi vida en prisión fue difícil. Tan solo lo fue en un inicio, pues no conocía a nadie, me sentía sola y deprimida por la traición que había sufrio de la persona que me habia jurado amor eterno. Todo eso fue durante los primeros 5 meses en prisión. Después de un tiempo acepté la resignación al saber que nadie vendría a visitarme y mucho menos esperarían por mi allá afuera, una vez que cumpliera mi condena.
Acelere mis pasos una vez que baje del taxi. La mirada de todos estaba puesta sobre mi pues vestía la misma ropa del día en que me llevaron presa. Esta consistía en un vestido negro de tirantes con una abertura en el lado izquierdo de mi pierna y por supuesto, unas plataformas de "dos metros" que mis pies ya no soportaban. Caminaba a paso decido al departamento del que era mi antiguo novio, Alexander.
Justo cuando estaba por llegar divise una figura ya conocida para mi, George.
—¡No lo puedo creer!— exclamó en el momento en que llegue a su lado.
—¿Sorprendió de verme?— pregunte con cierto sarcasmo en mi voz.
—¡Por supesto que si!— Se llevó las más a la boca —¡pero si eres tú, Elizabeth! ¡A pasado tanto tiempo!— la sorpresa se confundió con emocion.
—Asi es, George. Cinco años para ser exactos— hable con tranquilidad.
-—Es tan hermoso que estés de vuelta Elizabeth— me dio una cálida sonrisa.
—Gracias George, pero no pienso quedarme por mucho tiempo. Únicamente he venido hablar con tu querido jefe Alexander, ¿él se encuentra?— pregunte con una sonrisa.
—Por supesgo que si. Esta con los chicos en el salón, vamos sube— George se acercó a una pequeña puerta donde estaba un elevador. —Espero que recuerdes que piso es— dijo.
—¡Por supuesto! Jamás lo olvidaría, gracias George— caminé directamente al elevador.
—Siempre es un placer mi querida Elizabeth— fueron las palabras que me dio antes de que las puertas se cerraran.
Oprimí el botón para que el elevador pudiera ascender y espere de brazos cruzados recargada en una de las paredes, tenía muchas cosas que aclarar con Alex.
Retome mi postura derecha una vez sonada la campana, la puerta se abrió y me permitio ver lo que era mi antiguo departamento. En este ya no había nada de mis cosas, ahora se encontraba una pequeña sala, un mini bar y una mesa de juegos, donde se para mi sorpresa estaban algunos de los compañeros de Alexander.
—Mira quien ha regresado Richard, ¡pero si es nuestra amada, Elizabeth! Mi mejor amiga.
—No estoy para estupideces, Tyler— exclame con cansancio. —Ahora dime, ¿dónde está Alexander?— pregunte sin más.
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𝕽𝖔𝖒𝖆𝖓𝖙𝖎𝖖𝖚𝖊. ᴿᵉˡᵃᵗᵒˢ ʸ ᵒᵗʳᵃˢ ᶜᵒˢᵃˢ
Short StoryRelatos sumamente largos con una carga de: antigüedad, romanticismo, fetiches y fantasía. El sexo con amor abunda en este lugar. Historias basadas en mis crushes favoritos. En edición constante.