Nuevo lugar

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Seis meses después

Entrando con cajas a la pequeña y modesta casa, el chico de cabello castaño lo dejó encima de la cama que sería de su hermano. Atrás venía su hermanito de la mano de su niñero, el chico alto también dejó unas cajas en el piso mientras que Hwan comenzó a jugar con sus juguetes.
-Esas son los últimas Mimi, por fin están todas adentro, que asco estoy todo sudoroso.
El chico pelirrojo y de espalda ancha se sacó el sudor de la frente y Jimin babeó mirando al chico guapo.
-Minho eres tan ardiente ¡Hombre! Aún sudando como un cerdo te ves caliente.

El chico sonrió y le restregó el cabello. -Sé que me contrataste sólo porque soy atractivo, tú y tu debilidad por los chicos guapos pollito.
Jimin se rió tontamente, era cierto había contratado a Minho porque este último se veía tan atractivo en su atuendo aquella vez que lo entrevistó, aparte sus apodos siempre lo hacían sentir bien y eso compensaba su superficialidad al elegir a la gente, miró al chico ordenar las cajas y se unió a él en la tarea de ordenar la habitación de Hwan.
Después de que sus padres murieron en un accidente automovilístico su vida se tornó un poco complicada, sin embargo gracias al dinero que aún conservaba de ese misterioso bombón de aquella vez, pudo vivir todo este tiempo y pagar el sueldo de Minho quien cuidaba de su hermano cuando el pequeño salía de la escuela. Jimin decidió vender su antigua casa para comprar otra más pequeña en Londres, la casa era modesta un techo simple para él y su hermano. Fue bueno dejar su pueblo atrás y así los malos recuerdos de la muerte de sus padres, además Minho vivía unas casas cerca de él siendo algo perfecto para su hermano pequeño y la comodidad del muchacho cuando salía de la universidad a cuidar a Hwan, así que todos ganaban.
Jimin colocó una caja encima de una mesita de noche y miró al pelirrojo de ojos turquesas.
-Oye Minho puedes irte si quieres, mañana iré a buscar trabajo e iré a la nueva universidad para hablar sobre la beca para mi transferencia.
El chico le sonrió.
-Por ningún motivo pollito, te ayudaré a ordenar y limpiar esto después de todo me he encariñado contigo y tu hermanito.
Se dirigió a una caja y sacó las cosas para ponerlas en la habitación del niño pequeño. Jimin sonrió y siguió ordenando, Minho había sido de gran ayuda, el chico le cobraba muy poco dinero por cuidar a su hermanito y también se tomaba su tiempo para cocinar y limpiar la casa, si Minho no estuviera enamorado de su novia de seguro que Jimin arrojaba sus bóxers sobre él, pero de todos modos el prefería tener su amistad.
Después de un día completo de limpieza y ordenar las cosas de su nuevo hogar terminaron agotados. Era una casa modesta, dos habitaciones, una cocina, un baño y una pequeña sala de estar, Jimin la había comprado porque era cómoda y acogedora, además el jardín tenía muchas flores, era perfecta para él y su hermano pequeño.
-Vengan a cenar, hice ramen.
Minho los llamó a la mesa y los chicos fueron a cenar.
-Me gusta tu comida Ho mi papi cocina ¡Puaj!- Hwan sonrió y Minho se rió cuando vio el puchero de Jimin. El niño había sufrido una dependencia emocional con su hermano cuando sus padres murieron, es por eso que el niño lo trataba como a su padre y a Jimin eso no le importaba en lo más mínimo, si Hwan creía que él era su papá pues bueno, el sería su padre.
-Hwan no seas malo, mis sopas de pollo son deliciosas.
Jimin murmuró, desordenando el cabello del niño que se rió a carcajadas.
Mientras tomaban su sopa, Minho le habló.
-¿Ya encontraste una escuela para Hwan?
Miró la carne que el niño estaba comiendo con dificultad, luego Jimin lo ayudó a cortarla para que comiera con su pequeña boca.
-Pequeño arcoiris así es como se llama, umm está a sólo unas pocas cuadras de la casa es perfecto y el pago mensual es barato.
El pelirrojo asintió mirando el puchero del niño.
-Papi no quiero ir a la escuela, quiero jugar aquí en la casa con Ho.
Todos rieron y continuaron cenando.
Al día siguiente, Jimin se levantó temprano y vistió a su hermano para llevarlo a la escuela, lo sentó a la mesa y lo dejó desayunando.
-Bebé voy a poner los dibujos animados en la televisión, voy a tomar una ducha. Lo que quieras, llámame ¿De acuerdo?
El niño asintió y permaneció pegado en el televisor mientras comía de su cereal. Jimin fue al baño donde se dio una ducha y luego se cambió de ropa para volver con el niño.
-Papá ya me comí todo, soy un chico grande ¿Verdad?
El niño abrazó sus piernas y se encaramó a los brazos de Jimin.
-Por supuesto que si amor, eres mi hijo favorito- Hwan rió -papi sólo tienes un hijo, oh ¿Te refieres a patata?
Jimin besó todo su rostro provocándole risitas.
-Por supuesto bebé, los dos son mis hijos- Jimin sonrió -¿Estás listo para ir a tu nueva escuela?
Lo besó en la nariz, el niño rió besando su rostro.
Jimin caminó con Hwan en sus brazos mientras recogía sus cosas.
-Si, estoy listo papi ¿Crees que haré amigos?
Jimin apagó el televisor y se puso las dos mochilas en la espalda.
-Por supuesto cariño eres muy lindo, todos querrán ser amigos tuyos.
Hwan sonrió feliz y Jimin salió de la casa para llevar al niño a la escuela. Saliendo de la casa varios vecinos salían a la para con niños para llevarlos a la escuela, Jimin sonrió definitivamente amaba su nuevo vecindario.
-Papi ahí viene el bus.
Hwan chilló en los brazos de Jimin quien asintió esperando a que el autobús abriera sus puertas para subir. Una vez en la escuela Jimin se despidió de Hwan y le dijo a la maestra que Minho llevaría al niño a casa, Jimin fue muy precavido y mostró una foto del pelirrojo a la profesora, de esa manera sería todo más seguro.
Después de eso se dirigió a la nueva universidad, un profesor de su antigua universidad le consiguió una beca allí, por lo que Jimin sólo tenía que hacer los trámites y registrarse en las clases. Una vez allí le tomó tres horas realizar la documentación de entrada, pero al final de su camino ya era un estudiante de economía en esa universidad.
-Sus clases comienzan mañana, este es su horario.
La secretaria de la facultad le tendió una hoja, Jimin la miró y asintió -Gracias, ¿Algo más que deba saber?La chica se ajustó las gafas.
-Creo que eso es todo señor Park. No debe faltar a las clases, sólo puede hacerlo siete veces en una asignatura, así que distribuya bien sus faltas.

Jimin asintió y se despidió de la mujer.
Estaba cansado, pero tenía que conseguir un trabajo de medio tiempo para pagar los gastos de la casa y no ser tan estricto con las facturas a fin de mes, todavía tenía dinero pero los gastos eran muchos y su hermano estaba creciendo necesitaba ropa nueva, juguetes y cosas para colegio. Quería darle una buena infancia a su hermano, por eso esbozó su mejor sonrisa y comenzó a buscar un trabajo, y al final de la tarde ya había conseguido uno en una cafetería en el centro de la ciudad, un poco lejos de casa y la universidad, pero la paga y las propinas eran buenas, así que aceptó. Tenía que trabajar sólo cuatro horas, pero el podía decidir su horario siempre y cuando trabajara las cuatro horas que se le asignaron. Era perfecto para su situación actual, su jefe lo dejó trabajando de inmediato y Jimin estuvo muy contento por eso.
Después de trabajar las cuatro horas regresó a la casa y Minho le sirvió la cena con una sonrisa.
-¿Cómo te fue en la Universidad?
Le preguntó tomando asiento a su lado y Jimin hizo un puchero, cuando estaba cansado quería escuchar cumplidos, Minho le sonrió.
-Vamos cariño dímelo todo.
Le apretó su nariz y Jimin suspiro.
-¡Ah! Eres tan sexy Minho ¡Quiero un novio como tú! Sólo estás ahí respirando sin hacer nada y te ves tan genial.
Se rió y el pelirrojo alborotó su cabello. -Soy hétero, pero pollito tú no eres feo ¡Eres tan lindo! Créeme si fuera gay o bi tú serías mi opción.
Le dio un falso combo en su quijada -Vamos, dime cómo fue todo pollito ¿Encontraste trabajo?
Jimin asintió.
-Ya soy un estudiante otra vez Ho y hoy comencé como mesero en una cafetería, tengo todo bajo control.
Minho sonrió y le acarició la cabeza -Sabes que si no tienes dinero debes decirme, yo puedo cuidar a Hwan gratis.
Jimin negó con la cabeza.
-Eres estudiante también

Ho, necesitas dinero como yo no te preocupes- el pelirrojo asintió mientras veía al niño entrar a la cocina.
-Mira, Hwan ya se ha despertado de su siesta.
Minho habló mientras veía al niño subir al regazo de Jimin.
-Papá hoy hice siete amigos comimos dulces y manzanas, me gusta mi nueva escuela.
Jimin sonrió y le dio un beso en su frente.
-Te lo dije Hwan, estoy tan contento de ti bebé.
El niño sonrió y Minho lo tomó en sus brazos.
-Vamos a bañarnos osito, deja que tu hermano descanse.
El niño hizo un puchero.
-Tonto, él es mi papá yo no tengo hermanos, ah bueno sólo patata.
Minho asintió mirando a sus ojos color verde, idénticos a los de Jimin.
-Sí lo sé, me equivoqué amor, bueno vamos a tomar un rico baño de burbujas.
Hwan asintió y Jimin sonrió al verlos desaparecer por el pasillo.
Después de un rato el niño ya estaba bañado con su pijama puesto y el pelirrojo se despidió de Jimin para irse a casa. El castaño jugó con su hermano por unas horas hasta que Hwan se cansó, luego de arroparlo en la cama le leyó una historia y al correr unos minutos el niño se durmió. Con un beso en su frente Jimin salió de la habitación del niño para ir al baño en donde tomó una ducha, luego de terminar se dirigió a su habitación y se lanzó a su cama, estaba tan cansado que sólo esperaba que todo saliera bien.

Una rara propuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora