Nuevo Trato

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Cuando el Nissan color rojo, decorado con ciertos grafitis en su parte trasera, comenzó a avanzar Jungkook encendió su automóvil. El rubio comenzó a perseguir el auto en el que su estudiante había subido, además del estudiante Lee, Jungkook no sabía quiénes eran los otros dos tipos pero notó que todos eran de la misma edad, no era que él fuera tan viejo sólo tenía veintisiete años, sin embargo al lado de Jimin, era siete años mayor.

Bien en su defensa, podía decir que no le gustaba que lo rechazaran, Jimin le había dicho que no quería estar con él y eso le provocó algo negativo ¿Qué pensaba el estudiante Park para decirle que no? Además, estaba pagando una gran suma de dinero para experimentar cosas con él, mierda, por supuesto que le molestaba. Su sangre hervía formando coágulos con el sólo hecho de pensar que el chico besaría a otro hombre mientras que más tarde lo iba a besar a él, por supuesto que no iba a permitir esa mierda.

Desde que besó a Jimin sintió algo extraño, un raro calor en su cuerpo comenzó a emerger y se mantuvo allí hasta que se despidieron afuera de la casa del castaño. No se había sentido así con ninguna chica, y se follaba a una cada día, su belleza se lo permitía de todos modos. Sin embargo, después de un tiempo se dio cuenta de que estaba pensando mucho en su alumno, el chico era tan guapo, su piel pálida era más hermosa que cualquier chica y la mierda, Jungkook nunca había visto una boca tan roja en un tipo, la consideraría pecaminosa y un poco peligrosa ¡Rayos, por supuesto que era peligrosa! Se volvía adicto apenas la comenzaba a chupar a su antojo.

Se sentía como un estúpido adolescente de dieciocho años otra vez, sólo que esta vez estaba babeando por sobre un chico. Se descontroló un poco cuando lo vio aparecer en su sala de clases, bueno la verdad sea dicha; había visto la lista de estudiantes y se alcanzó a preparar para el encuentro, pero de todos modos lo rechazó por provocarle esas cosas raras en su cuerpo. Él se consideró heterosexual toda su vida y ahora un chiquillo con tan sólo un beso lograba descontrolar todo su sistema. ¡Demonios! Debía proponer ese trato, el necesitaba experimentar esas cosas raras y a la vez placenteras otra vez, por supuesto que Jimin lo debía ayudar a sentir esas cosas de nuevo.

Entonces ahí estaba siguiendo el automóvil en el cual Jimin se había subido, llevaba media hora deteniéndose en cada club gay del centro de la ciudad cuando luego de unos minutos se dio cuenta que habían decidido ir a un club normal, no era un club gay, por lo que Jungkook se sintió un poco más aliviado. Eso era lo otro, no se había sentido atraído por otro hombre, sólo Jimin había despertado esa curiosidad por explorar con otros gustos, ningún otro hombre lo había estimulado en ese sentido, por eso se sentía un poco obsesionado con su estudiante. Además la verdad sea dicha, el chiquillo lucía de todo su tipo, piel pálida, esbelto y de piernas largas y una cara de muñeca que parecía irreal ¿Acaso Jimin era real? ¿Aparte que demonios con esos hoyuelos? Jungkook nunca había visto esas cosas en una chica, esos hoyos se le marcaban en la cara cuando reía, estaba enojado o cuando comía ¡Maldición! No era justo, el mocoso lo provocaba sin siquiera hacer un esfuerzo, ¡Joder estaba condenado!

Después de estacionar el auto Jungkook se bajó para ir directamente a la entrada del club en donde al llegar un hombre vestido de negro le puso un brazalete en la muñeca y lo dejó pasar. Estaba oscuro y las luces fluorescentes de neón coincidían con la frescura de la música de fondo, la felicidad se podía sentir en el aire y el aroma del alcohol junto al de cigarrillos decoraban todo el lugar. Jungkook se acercó a una pared y comenzó a buscar a Jimin con los ojos muy abiertos, así que después de un rato lo encontró en el bar tomando algunos tragos con sus amigos, éstos se reían como tontos mirando las caras que Jimin hacía cuando encontraba las bebidas de mal gusto. El rubio recordó que su estudiante le había dicho que no bebía, hizo una mueca al ver a la mierdita beber un vaso de alcohol de una sola vez.

Una rara propuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora