Lessons +18 [Completada]

08

Somin

Este beso se calentaba cada vez más, soy mayor que él, debería ser la que detenga esto pero simplemente no puedo, lo he deseado desde que lo ví, mi pequeño fruto prohibido.

Lo primero que me llamó la atención de Taehyung fue su dulzura, su ternura, pero también podía ser ese niño malo con el que toda chica sueña.

La sonrisa de Tae me hacía sonreír instantáneamente, fue él único que no me trató mal cuando todos hablaban estupideces acerca de mi vida, siempre tenía una palabra cálida que decirme y no se iba sin hacerme sonreír... Esos detalles me llegaron más profundo de las palabras que alguna vez me dijo mi ex esposo.

Las palabras con él eran duras, me hacía sentir que no valía, que era poca cosa, Jimin me ayudó a subir mi autoestima y terminé yéndome con él a su cama, no puedo negarlo me dejé llevar, pero una parte de mí amó sentirse deseada pero al ver la decepción en los ojos de Tae me hizo sentir la peor mujer del mundo y más cuando oí lo que decían sus hermanos de mí.

Sé que solo quieren lo mejor para él, pero él de verdad me gusta y solo quiero una oportunidad de amarlo.

Por eso en estos momentos quiero detener el tiempo y estar en sus brazos tanto como pueda, temo que cuando termine no querrá hablarme de nuevo y todo esto quedará como un mágico sueño.

Sus manos se van a mis muslos sorprendiendome, me cargó y me hizo rodearlo con mis piernas, mientras mis manos rodearon su cuello, entramos hasta la sala y él se sentó quedando yo a horcajadas encima de él. Su lengua comenzó a hacer maravillas en mi boca, no podía dejar de gemir a la vez que sus manos apretaba mis glúteos con posesividad. Mis caderas se movieron solas iniciando un vaivén adelante y hacia atrás, su polla estaba dura, podía sentir esa enorme roca a través de la ropa, solo pensaba en romperla para llegar y enterrarme en él.

Su boca dejó la mía y descendió por mi cuello hasta mi clavícula, mis dedos se enredaron en sus cabellos entonces lo oí gruñir, dejándome encantada y más excitada.

—Taehyung~ —gemí y comencé a frotarme más rápido.

Quitó mi blusa dejándome solo con el brasier, sus manos se fueron a mis senos donde masajeó y apretó como si fuera masa para pan, pero la verdad es que no me molestaba en lo absoluto, me encantaba que él fuera de esa manera, dulce pero con un lado dominante, me gustan mucho los hombres duales.

Quitó mi brasier para ahora lamer la punta haciendo que mi espalda se arqueara casi de una manera antinatural.

—Aaahh~ —me sujeté más de su cabello cuando chupó fuertemente a la vez que apretaba el otro.

No dejaba de retorcerme por lo bien que me estaba haciendo sentir, solo quería más. Tomé el atrevimiento y metí mis manos por dentro de su camisa para luego abrir cada uno de los botones, su mirada era con ganas de devorarme.

El resto de la ropa desapareció rápidamente ya que para este punto ambos queríamos devorarnos mutuamente, cuando Tae se quitó el bóxer su miembro quedó expuesto no esperé más tiempo y me volví a subir a horcajadas, él me ayudó a colocarme en una posición perfecta para luego ayudarme a penetrarme.

—Aahhh~ —mis ojos quedaron en blanco y mi espalda se arqueó demasiado.

Pero es que se sintió tan bien por fin unirme a él, sentirlo dentro de mí, era lo que siempre había querido. Buscando apoyo en los hombros de él, comencé a moverme de arriba abajo, aparte de otro movimiento circular para dar más sensaciones.

Podía oírlo gruñir y lanzar maldiciones, sus manos en mis caderas se agarraron más fuertemente hasta creo que dejará marcas, pero de esa manera me ayudó a cabalgarlo.

—Aahh te sientes tan apretada~ —su voz era más gruesa de lo habitual, pasé las manos por sus mejillas obligandolo a mirarme para luego unir nuestros labios en un beso bastante fogoso.

Y no dejé de moverme a la vez que nuestros labios se consumían mutuamente. Nuestros cuerpos estaban sumamente pegados el uno al otro, esta cercanía me encanta, amo está sensación de que estamos conectados, cosa que no pasaba con mi esposo.

Creo... No... Estoy segura que amo a Taehyung.

Al darme cuenta de ella mis paredes vaginales apretaron el miembro de Tae porque lo escuché gruñir fuertemente, aumentó aún más la velocidad de las embestidas haciéndome gritar su nombre, hasta que me vine y luego pude sentir lo caliente de su semilla dentro de mi vientre.

Yo me cuido así que no tuve problemas con decirle algo sobre el venirse dentro de mí, de hecho me gusta la sensación cuando se vacían dentro.

Él cae recostado en el respaldar del sofá y yo colocó mi cabeza en la curvatura de su cuello, oliendo su rico aroma a hombre que ha tenido sexo.

Amo el olor a sexo.

—Me encanta tu olor —escuché su risita.

—Me pasa igual, amo tu olor —sentí su nariz en mi cuello, mi cuerpo se estremeció— Alguien se está volviendo a excitar porque sentí como me apretaste allí abajo.

Me sonrojé.

—Es que si dices esas cosas claro que me voy a excitar —saqué mi cara de su cuello y lo miré fijamente— Me gustas, Taehyung.

*

Sung-kyung

Yoongi me estaba besando, al comienzo no pude seguir el beso debido a que estaba asombrada, pero después lo hice, mis manos en su pecho a la vez que las suyas se fueron a mi espalda baja.

Su boca encajaba perfectamente con la mía, no tengo palabras para describir lo que ese beso causó en mí, incluso mordió mi labio para que al abrir la boca pudiera meter su lengua.

Gemí cuando lo sentí dentro de mi boca, entonces sus manos se fueron a mi nuca tomándome por el cabello para que el beso se profundizara.

No podía detener mis gemidos pero debido a la falta de oxígeno tuvimos que separar nuestros labios.

—¿Por qué me haces esto? —fue lo primero que salió de mi boca.

Ya nos hemos besado una vez y luego fue como si nada hubiese pasado entre nosotros y aquello causó tristeza en mí.

¿Por qué no entiende que lo único que quiero es estar con él?

—¿A qué te refieres? —parecía no saber de lo que hablaba.

—A que me besas y luego me ignoras completamente.

—Es que no estoy listo para algo más —me alejé de él.

—Bien... Pero entonces no vuelvas a besarme.

Esperé alguna respuesta de su parte y al no obtenerla decidí terminar la conversación.

—Buenas noches, profesor Min, nos vemos en la universidad.

Con eso entré a mi apartamento dejándolo allí afuera.