36

310 34 6
                                    

Yoojung

Por fin hoy Jimin salía del hospital, cuando llegué pude ver a Jungkook como empacaba sus cosas, pero estaba solo, Yoongi estaba afuera en una llamada.

—¿Dónde estaba Soobin?

A pesar de lo que ha pasado no puedo olvidar nuestros años de amistad, por esa razón me acerqué a él.

—¿Ya estás mejor? —él volteó a verme y con una sonrisa asintió con la cabeza.

—Si, gracias por preguntar y por pasar por aquí —su sonrisa era triste y apagada.

—¿Nadie te va a acompañar? —miré hacia afuera para ver si venía alguien.

—Yoongi Hyung me va a llevar.

—Solo me importa que seas feliz, pero es hora de que escojas tu felicidad, tienes que decirle a ella que debe escoger si se va a quedar contigo o con su esposo.

—Es cierto que tengo que hablar con ella —me miró y luego volteó la mirada a la ventana— ¿Y qué harás con Jimin?

—Le diré lo que siento por él —le sonreí, su mirada ahora se cruzó con la mía.

—De verdad que espero que seas feliz con él, que él te haga la mujer más amada del planeta.

—Gracias Jungkook, así me hace sentir, estoy feliz de haber encontrado a Jimin en mi vida. Debo irme voy de camino a verlo.

—Nos estamos viendo en la universidad —asentí para entonces retirarme de allí.

Caminé hasta la habitación de Jimin dónde me recibió saliendo del baño intentando vestirse solo.

—Déjame ayudarte —dije rápidamente dejando las cosas que traía en la mano en una silla para entonces acercarme a Jimin.

—Intenté hacerlo solo pero aún me duele el brazo —con un gesto me mostró su brazo, tiene un yeso con un arnés para evitar que él mueva su brazo.

—Tranquilo, desde ahora te ayudaré hasta que te recuperes —las mejillas de Jimin se volvieron rojas, con su otra mano cubrió su boca en señal de vergüenza, a lo que yo no pude evitar reírme.

Terminé de ayudarlo para entonces terminar de recoger las cosas.

—¿Jungkook ya salió? —su pregunta me sorprendió.

—Si, hace minutos lo ví ya listo para salir del hospital, hablé con el doctor ayer y él me dijo que aún te faltaban tres días pero que te quedaste mucho así que te dieron de alta antes —él se rió.

—Es que no aguanto estar aquí y más que no puedo verte.

—Igual no me ves todo el tiempo —seguí guardando las cosas.

—Es cierto, pero si quiero conquistarte teniendo fecha límite para hacerlo, entonces no puedo perder mi tiempo aquí encerrado —tenía un punto.

Me puse a pensar un poco, quería decirle a Jimin que ya quería estar con él, que no importaba el mes, pero a la vez quiero ver qué tan sincero ser, así que decidí no decir nada y esperar a que acabe el mes.

—No te preocupes que conociéndote podrás hacerlo en los días que quedan, ¿O no? —su mirada pícara apareció.

—Oh por supuesto que podré —se acercó a mí lentamente hasta pegarme y atraparme contra la pared, para entonces acercarse sus labios a los míos y robarme un beso.

Nuestros labios comenzaron a devorarse el uno al otro, como si tuvieran tiempo tocarse, los labios de Jimin son tan aditivos que me vuelven loca, solo me hacen querer hacer más.

—Mmm —dijo entre besos— Extrañaba besarte así.

El beso ya nos estaba dejando jadeantes y con los labios hinchados.

—Te deseo, Yoojung —me susurró casi de forma grutural que no pude evitar sentir como hacía efecto en mí.

Enredé mis dedos en sus cabellos, agarrándolo de la nuca, él gruñó en respuesta haciendo que nuestros besos se volvieran más voraces, su lengua se adentró en mi boca a lo que respondí usando la mía también, su mano sana se aferraba de mi ropa como si quisiera arrancarla.

—Te necesito, Yoojung —sus ojos brillaban con lujuria, pero con Jimin no me parecía asqueroso ese beso, de hecho, todo lo contrario.

Nos fuimos besando mientras lo guiaba hasta el sofá, cuando llegó a este, cayó sentado con sus ojos fijos en mí, me miraba de arriba abajo, lamiendo sus labios de forma sensual y provocativa. Desde la primera vez que lo ví me dí cuenta que él evoca está aura de sensualidad y perversión que aunque no estoy acostumbrada a ello, ya lo encuentro atrayente.

Comencé a quitarme la ropa con la mirada fija en mi cuerpo, su mano se movió hasta mi glúteo dónde apretó fuertemente mordiéndose su labio.

—Nena, olvida mi camisa, ayúdame con el pantalón y móntame, soy tu caballito —le sonreí ya que su forma de decirlo era entre adorable y sensual, aparte que me gusta verlo desesperado por mi cuerpo.

Decidí ser un poco más atrevida, porque confieso que desde que lo hice con Jimin he querido aprender más en como conseguir excitar a un hombre, ahora solo me queda ponerlo en práctica y esperar que funcione, quiero consentirlo hoy de la misma manera que él me consintió a mí la primera vez que estuvimos juntos.

Le abrí la hebilla del pantalón par entonces bajarselo y dejar su miembro a la vista, era grande y rosado, la vez pasada lo pude fijarme bien como era, es increíble como eso puede entrar por algo tan pequeño.

Lo tomé entre mis manos para masajearlo, su cabeza se echó hacia atrás y gruñía.

—Oh, que bien lo haces —dijo jadeando.

Con mis manos lo movía de arriba abajo, tocando la punta con mi pulgar, ya podía sentir el pre semen saliendo ayudando con la lubricación, lamí el tronco escuchando un gruñido fuerte mientras su mano apretaba mi cabello, abrí mi boca para poder meter lo que más pudiera entrar.

—Joder... No creo que aguante mucho —dijo a la vez que yo comenzaba a bombear, metiendo y sacando su miembro de mi boca.

Cada vez me movía más rápido a la misma vez que lo chupaba y lamía.

—V-Voy a venirme —no me detuve, seguí lamiendo y chupando hasta que por fin se vino en mi boca— Wow —dijo jadeando— Eso fue fuerte.

—¿Te gustó? —le pregunté y él con su sonrisa pícara me miró.

—Por supuesto, nena, estuviste increíble.

—Me alegra, porque estamos comenzando..

—Me alegra, porque estamos comenzando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lessons +18 [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora