♡Dos

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El cuerpo de Jimin temblaba de frío y seguía ahí sentado esperando a  su madre, se había hecho muy tarde pero él debía seguir esperando

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El cuerpo de Jimin temblaba de frío y seguía ahí sentado esperando a  su madre, se había hecho muy tarde pero él debía seguir esperando. 

     —¿Sigue ahí? —El párroco de la iglesia hablaba con el guardián del lugar, ambos se habían dado cuenta de que el joven estaba ahí y ya llevaba aproximadamente unas cuatro horas y cuando se acercaron para indagar se sorprendieron al escuchar hablar al muchacho adulto como un niño pequeño.

      —Sigue diciendo que su madre volverá con los dulces, y yo sigo creyendo que lo han abandonado. —Susurró el guardián.

El sacerdote suspiró profundo, a menudo habían casos así de niños abandonados en la inglesa ya sea adentro o afuera en la puerta pero ¿Un joven abandonado?

     —Puedo suponer que lo consideraron una carga en la familia debido a su rara condición por ello lo han dejado aquí.

El problema con Jimin a diferencia de los otros niños que habían abandonado ahí antes era que, el sacerdote llamaba a las entidades locales encargadas de los niños abandonados o abusados y se los llevaban a las casas de resguardo pero Jimin no era un niño era un joven adulto. 

     —¿Tendrá unos veinte?

El sacerdote asintió en acuerdo con su amigo el guardián.

     —Quizá si, ven hay que actuar. No podemos llamar a nadie y solo esperar a que su madre se arrepienta y regrese por él.

Los dos hombres que llevaban tiempo observando a Jimin sentado en aquella banca se acercaron.

Jimin dio un brinco del susto al ver a los hombres acercarse y rápido de hizo una bolita en la banca de la inglesa.

     —Hola muchacho volvimos, ¿Aún no vuelve tu madre?

Jimin los observó detenidamente, su madre le había dicho antes que no era bueno hablar con extraños la señora Park lo hacía para proteger a Jimin pues pensaba que las personas al oírlo hablar se burlarían y le harían abuso psicológico, por eso le decía que las personas eran malas, los extraños eran malos, Pero esos dos hombres parecían muy amables.

     —N-no mami no vuelve aún, Minnie debe esperar a mami aquí.

Los dos se vieron a la cara tratando de no hacer ningún gesto que Jimin captase y se sintiera mal, hasta que el párroco de la iglesia carraspeó fuerte para llamar su atención.

     —Mira muchacho aquí ya hace frío y es muy tarde quizá tu madre se entretuvo en algo que hacer y se retrasó. Vamos adentro, hay comida caliente y leche tibia, Mingseon cocina muy bien.

Cuando aquel hombre de extraño vestido habló de la comida Jimin se recordó que no había comido nada en todo el día además de la golpiza que le dio su padre y lo pensó mucho, no quería abandonar su lugar porqué su madre iba a volver y se asustaría si no estaba ahí.  Pero sus tripitas no pensaban lo mismo que él así que finalmente aceptó y el señor del vestido tenía razón Mingseon cocinaba muy bien que hasta se Repitió tres veces de comida y cuatro vasos de leche.

     —Mañana iremos al super mercado a traer más leche Mingseon.  —Habló el sacerdote mirando a Jimin beber la leche lentamente.  En su casa jamás bebía esta deliciosa leche porque su mami nunca podía comprar.

     —Me parece que alguien no comía bien saber desde cuando.  —Habló Mingseon mirando con algo de lástima a Jimin.

     —Y a mi me parece que tienes un nuevo fan de tu comida.

Ambos hombres rieron mientras observaban a Jimin beber la leche y cuando él los escuchó reír también sonrió dejando su vaso de leche en la mesa, sus ojitos desaparecieron y un lindo bigotito de leche adornaba su boca.

──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────

     —Minnie ven, mira estos de aquí ¿te gustan?

El rubiecito llegó rápido a donde Mingseon señalaba los sabores de leche que había en el supermercado.  Sus ojos brillaron al ver tantos sabores.

     —¡Lechita.. lechita para Minnie!

Algunas personas que pasaban veian aquello con extrañeza, un hombre adulto llevando todos los sabores de leche que otro joven adulto pedía.

Jimin iba feliz recorriendo los pasillos del supermercado era la primera vez que conocía uno y se asombraba de todas las cosas que había ahí. En el carrito ya llevaban de todo y cabe mencionar que la mayoría era de cosas para Minnie, como fruta, leche de sabores, pan, cereal y cosas con las que se pudiera alimentar.

Al pasar por el area de juguetes le fue imposible no salir corriendo a verlos, asombrado miraba cada uno, los colores, los tamaños de los autos, los cubos para armar etc.

De pronto un ligero dolor en su estómago lo hizo hacer una mueca, era débil pero molestaba un poco, se llevó las manos al vientre apretando ahí y sus visión se tornó borrosa por un segundo y luego un ligero dolor punzante en la cabeza. 

     —¿Estas bien Minnie?

El pequeño asintió, estaba acostumbrando a todo tipo de dolor a los que era sometido en casa con su padre pero jamás como este dolor extraño pero aun así podía soportarlo. 

Decidido a seguir viendo los coloridos juguetes volvió a caminar cuando un sutil y extraño aroma le llegó a la nariz, era muy muy sutil pero él lo captó.

     —¿Chocolatito?

Mingseon volteó hacia Minnie pues se había puesto a leer las etiquetas de los juguetes a ver si le alcanzaba el dinero para uno y vio como Jimin caminaba sin rumbo alguno.

     —¡Hey Minnie espera! —Arrastrando su carrito con cosas siguió a Minnie por los pasillos.

     —¿A donde vamos muchacho? —Preguntó casi jadeando por la larga  caminata tras Minnie.

     —Chocolatito, Minnie sentir olor y querer Chocolatito.

Era extraño porque una sola vez cuando era más pequeño su madre pudo comprarle un chocolate y era imposible que recordase su olor, pero ahí estaba  Minnie buscando el olor del chocolate y lo más sorprendente fue que salieron al estacionamiento y no al pasillo de las golosinas donde seguramente estaban los chocolates.

     —Ahh Caray casi no te alcanzo, ¿Y que hacemos aquí Minnie?

     —Chocolatito ya no está.  —Dijo cabizbajo.

Mingseon se quedó ahí parado tratando de captar o entender lo que Jimin hablaba y al no encontrar respuesta lo llevó para adentro o creerían que se irían sin pagar.

     —Vamos Minnie hay chocolates adentro llevemos unos cuantos.

Jimin sonrió dando saltitos feliz porque volvería a comer un chocolate después de mucho.

    

 •°.❀𝐄𝐥 𝐛𝐞𝐛é 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐟𝐚𝐬 𝐌𝐢𝐧❀.°• |𝐘𝐌| 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora