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La tranquilidad y quietud de la habitación se vio interrumpida por un quejido bajito de un rubio de mejillas abultadas que dormía en medio de dos Alfas.
Y es que desde que recibieron la noticia de que Minnie estaba en cinta habían decidido que dormirían los tres en la misma habitación para cuidarlo mejor y estar más pendiente de él y del o los cachorros.
Inmediatamente el quejido fue escuchado por Agust y Yoongi, ya se estaban incorporando en la cama.
—¿Qué pasó amorcito?
—¿Estas bien bebe? ¿Él cachorro está bien? —Preguntó Yoongi acercando su rostro adormilado a Minnie.
El omega asintió también sentándose en la cama.
—Minnie está bien, solo tiene hambre. —Informó. —Minnie quiere pizza con pepinillos.
Agust se acercó al reloj en la mesa de noche y arrugó el ceño.
—Pero Minnie son las tres de la mañana. —Habló también más dormido que despierto.
—Y tu odias los pepinillos amorcito. —Dijo Yoongi.
El omega se cruzó de brazos y abultó más sus labios poniéndo ojitos de cachorrito regañado.
—Pero Minnie quiere pizza con pepinillos, con Muuuchos pepinillos. —Volvió a decir.
¿Qué culpa tenía él de que a las tres de la madrugada le diera hambre? Solo quería saciar su hambre provocada por su embarazo de tres meses. Él comía y comía y nunca se llenaba. Y se le antojaban cosas que jamás había comido porque no le gustaban como la piña con crema y azúcar, o las papas fritas con helado de vainilla.
—Pero bebé... —Comenzó a decir Agust.
—¡Minnie quiere pizza con pepinillos ya!
Un simple grito del omega hizo levantados a sus dos Alfas de la cama.
—Bebé, es de madrugada no creo que tengan delivery ahora así que iré a comprarla yo mismo.
Agust se había puesto de pie y en ese momento se colocaba un abrigo sobre la ropa de dormir mientras tomaba sus llaves la billetera y el teléfono.
Minnie también dio un salto de la cama y se puso su bata sobre su short cute de ositos y sus pantuflas de vaquita.
—Minnie también va. —Dijo el rubiecito con una gran sonrisa. No podía esperar para saborear esa pizza.
Agust iba a refutar pero decidió que era mejor complacer al omega que ahora se ponía sensible si alguno de ellos le decía que no.
—Ah no, si Minnie va yo también voy. —Yoongi quien siempre decía que su sueño era sagrado se levantó también. —Se te puede perder.
