♡Dieciocho

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Mientras Minnie sostenía a Suga y a Moon y Mingseon se limpiaba con su pañuelo las gruesas lágrimas que caían por sus mejillas y el sacerdote le daba su bendición a Minnie; Agust y Yoongi esperaban al omeguita algo impacientes ya, no veian la hora...

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Mientras Minnie sostenía a Suga y a Moon y Mingseon se limpiaba con su pañuelo las gruesas lágrimas que caían por sus mejillas y el sacerdote le daba su bendición a Minnie; Agust y Yoongi esperaban al omeguita algo impacientes ya, no veian la hora de tener a su Destinado para ellos solitos. Yoongi tenía en las manos la pequeña maleta del rubiecito que llevaba solo las pocas cosas que había acumulado en su corta estancia en la iglesia como la ropa nueva que le regalaron cuando iban a verlo, un juego de colorcitos que le llevo Yoongi una vez, sus zapatos y una foto que se había tomado con El sacerdote y con Mingseon.

     —Minnie visita a los dos, lo prometo.—Dijo de último abrazando a su padre adoptivo y luego al Alfa mayor.

Se detuvo un momento observando el rostro de Mingseon y con un dedito quitó las lagrimas.

     —No llorar, Minnie no olvidará nunca a Seon Hyung que lo cuidó y le cocinaba muy rico, tampoco olvidar que Seon Hyung explicar a Minnie lo de los  huevitos de Minnie y Minnie quiere mucho a Mingseon y viene a verlo cuando pueda.  ¿Verdad Alfitas? —Preguntó mirando a sus dos Alfas.

     —Claro bebé cada vez que tu quieras podrás venir. —Respondió Agust.

     —Si, si no puede traerte Agust te traigo yo pero siempre podrás venir cariñito.

Jimin sonrió feliz abrazando de nuevo al beta cabizbajo.

     —Minnie cuídate mucho y pórtate bien pequeño, no les hagas rabietas a tus Alfas y come bien. —Dijo finalmente para soltar al omega.

     —Si, Minnie hace caso, es un niño muy obediente.

Mingseon sonrió y se alejó para que Minnie se pudiera retirar con sus esposos a su nuevo hogar.

Se despidió con la mano de los dos mientras su otra manita era tomada con dulzura por Agust y salían de la casa que vio vivir a Minnie su primera aventura fuera de aquella "casa fria y lúgubre que llamó hogar" aluna vez y que ahora no recordaba más.

Eso no quería decir que aún no pensaba en su madre, claro que lo seguía haciendo pero en silencio, seguía esperando en silencio por si su madre volvía para no olvidarla. Pero por el momento era feliz, el niño más feliz sobre la faz de la tierra porque había encontrado un nuevo hogar y una nueva familia a quien amar y que lo amaban también.  Sus alfas eran su nuevo tesoro preciado y esos sí no los iba a perder nunca.

     —Minnie está feliz. —Iban en camino en el auto y el pequeño rubio rompió el silencio una vez más.

     —Eso nos alegra mucho bebé eso es lo que más queremos, que seas muy feliz.

El Omeguita iba sentado atrás al lado de Yoongi con su cabecita recostada en su regazo mientras Yoongi le daba mimos en su cabellito. Agust quién manejaba resopló un poco viendo aquello.

     —Estoy celoso, Tendré que contratar un chófer, yo también quiero ir ahí con Minnie para darle mimos.

Yoongi sonrió, llevaba él la atención de Minnie y eso se iba a comenzar a poner peor, los Alfas eran territoriales y se iban a pelear por la atención de su Omega aunque el omega los amaba a los dos por igual.

El aroma a Algodón de azúcar y cerezas se sentía sutilmente en el ambiente, dejaba saber que Minnie estaba muy feliz. Y Minnie también podía sentir él aroma de sus alfas.

     —¿Bebé, que es eso del huevito de Minnie? —Preguntó Yoongi sin dejar de acariciar el cabello del rubio. 

Minnie se acomodó mejor, como si estuviera a punto de hacer un anuncio importante.

      —Mingseon explicar a Minnie que Alfitas dejar sus huevitos dentro de  Minnie para tener sus bebés. —Soltó el omega.

Agust  frenó de pronto algo sorprendido,  afortunadamente Minnie y ellos iban con su cinturón de seguridad.

Yoongi estaba aturdido y sonrojado por la revelación y un tanto nervioso.

     —Ah eso era. —Murmuró quizá pensando en que no debió preguntar eso.

     —Ah Mingseon. —Susurró Agust negando mientras volvía a conducir.

     —¿Cómo dejar los huevitos dentro de Minnie? —Preguntó curioso y emocionado a la vez. —Minnie quiere bebés.

Yoongi soltó una tocecita mirando a Agust por el retrovisor con el rostro aún rojo como la grana.

     —Emmm eso es algo que te vamos a explicar bebé lindo pero más adelante si... ya lo sabrás.

     —¿Alfitas explican a Minnie?

     —Si pequeño, tus alfas te vamos a explicar.  —Respondió el Alfa pelinegro.  —Pero poco a poco, no comas ansias.

Jimin asintió obediente a sus Alfas.

Finalmente llegaron a la casa de los hermanos Min, era grande y color blanco con un gran jardín  por el lado de afuera, una puerta gris grande por donde entraban los vehículos.

Cuando la puerta se abrió sola Minnie soltó una exclamación de asombro y al entrar no pudo contener la curiosidad de asomarse por la ventana cuando vio los jardines de adentro y una gran piscina y  árboles bordeando la casa.

Los alfas reían al ver al inquieto omega curioso soltar jadeos de asombro, sabiendo de donde venía Minnie sabían que era la primera vez que veía una casa como esa.

     —¡Wow casa grande! —Chilló de felicidad.

     —¿Te gusta Minnie? Es toda para ti. —Aseguró Agust bajando del auto y abriendo la puerta del lado de Minnie quien bajo corriendo para ver de cerca la piscina.

     —A Minnie le encanta. —Gritó desde emoción.

     —Minnie ven, vamos a mostrarte tu habitación.

El rubio que se había tirado pancita abajo para jugar con la calida agua de la piscina se levantó para seguir a sus Alfas.

Tenían una habitación especial para él,  era de colores muy bonitos adentro y una cama grande que Minnie pensó que podía rodar en ella y alfombra donde se imaginó jugando con sus Alfitas.

Los alfas habían dispuesto esa habitación para él porque no querían presionar a Minnie a dormir con ellos, todo iba a ser de forma paulatina y al ritmo que Minnie marcara. Además debían de ponerse de acuerdo como se iban iban turnar para dormir con su omega.

     —Bebé, esta es tu habitación pequeño. —Anunció Agust dejando la pequeña maleta sobre la cama.

Jimin corría en ella feliz y también se tiró a la cama e hizo un angelito como los que se hacen en  la nieve en ella, luego se sentó y  palmeó a su lado llamando a sus Alfas para que tomasen lugar a su lado.

Los lobos de Agust y Yoongi movían sus colitas de la emoción y ambos Alfas  caminaron sin perder el tiempo para buscar  un lugar a cada lado de su omega y entrelazarse en un abrazo largo, Yoongi lo abrazo por atras hundiendo su rostro en su cuello donde un día iría su marca, dejando sutiles caricias con su nariz provocando cosquillas a Minnie y Agust se acomodó fente a él lo cual Minnie aprovecho para esconder su carita en el cuello del rubi plateado.

Los  lobos se olfateaban  reconociéndose  y mientras Yoongi, Agust y Minnie descansaban en aquella suave cama los tres lobitos jugaban a darse de mordiditas y corretearse unos a otros.

Y eso fue suficiente para ellos, para  estar en paz, solo eso necesitaban y solo eso estaba bien; dormir abrazados mientras sus lobos jugaban, acababan de lograr un equilibrio en sus pensamientos, acciones y sentimientos, era hora de disfrutar cada momento, vivir en paz ellos  mismo, era el momento que esperaban para experimentar una energía positiva que recorría todo tu ser y les llenaba de  felicidad, paciencia y sabiduría para continuar los tres juntos de ahora en adelante. 



 •°.❀𝐄𝐥 𝐛𝐞𝐛é 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐟𝐚𝐬 𝐌𝐢𝐧❀.°• |𝐘𝐌| 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora