♡Setenta

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Shooky el gato corría en todo el jardín mientas Minnie corría tras él para darle mimos y luego resultaba arañado pero no le importaba

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Shooky el gato corría en todo el jardín mientas Minnie corría tras él para darle mimos y luego resultaba arañado pero no le importaba. Adoraba juguetear con el animalito que se había adaptado rápido, tenía su caja de arena y era muy juguetón y dormilón, se llevaba muy bien con Agust porque hasta se le echaba encima y se dormía bien a gusto en su regazo pero se peleaba mucho con Yoongi posiblemente por no querer compartir el territorio como si Yoongi también fuera un gato.

El único inconveniente era que a veces se colaba a la ex habitación de Minnie a tratar de meter las patas en el estanque. Una vez se electrocutó con una medusa, Los Alfas sólo vieron salir corriendo a la bola peluda  con sus bigotes erizados. Pero Minnie lo cuidaba mucho.

Desde que habían vuelto el omega no dejaba al gato.

Pero lo más gratificante de todo fue que la madre de Minnie no tuvo que quedar internada y Mingseon amablemente se ofreció a cuidarla mientras se recuperaba por completo.  Así que Minnie iba más seguido a visitarlos a la casa parroquial. 

Había colocado en un estate una foto de él y su madre al lado del frasco de dulces, sus  nuevos tesoros junto a otra donde estaba con sus dos Alfas.

Y como el tiempo no se detiene, las cosas siguieron avanzando como debía ser. Minnie seguía con sus terapias, con sus clases y los Alfas haciendo ventas millonarias de casas y mansiones.

Solar había vuelto a su puesto de trabajo luego de haber dado a Luz a su bebé y Suran lo cuidaba y es que se habían vuelto muy unidas así que no era raro ver a Suran en el edificio de vez en cuando pero a Minnie le agradaba ella y a ella le agradaba Minnie.  Suran había aprendido a superar su relación con Yoongi.

     —Minnie cielo no seas tan confiado. —Le Repetía cada vez que lo veía.

Una tarde Agust volvió muy temprano a casa, Nana estaba ordenando la alacena junto a Minnie y él omega sintió de inmediato el aroma intenso de su Galletita, Estaba entrando en celo.

     —¿Nana prepara las cosas para Alfita? Minnie irá con él.

     —Si pequeño ve con tu Alfa te necesita.

Minnie dejó lo que estaba haciendo y  corriendo fue al encuentro de Agust quién estaba de pie fente a las escaleras y Minnie saltó hacia él y lo rodeo de la cintura con sus piernas. Agust subió a la habitación con Minnie  en sus brazos, sin necesidad de detenerse pues lo que más quería era pasar con su Omega su celo. Minnie restregaba su nariz en el cuello del Alfa, llenando sus pulmones de ese agradable aroma a galletas y Mandarina.

     —Mi omega... mío. 

Minnie comenzó a ronronear como lo haría un gatito al sentir las caricias insistentes de su Alfa.

Las prendas del omega comenzaron a desaparecer por completo y Agust dejó caer suavemente a Minnie sobre su cama deteniéndose un momento para deleitar la vista con esa imagen, su omega que ya escurría lubricante por sus piernas, esa estrecha cintura y sus caderas anchas y lo más lindo, sus mejillas rojas.

De manera lenta comenzó a despojarse de su corbata la cual tiro al suelo, luego uno a uno sus botones de la camisa blanca y después su pantalón junto a su ropa interior para después gatear hasta quedar justo sobre   su omega en la cama.

     —Mi omega tan hermoso. —Murmuró antes de besarlo lentamente con sus ojos inyectados en un color purpura electrizante.

Los labios de Minnie seguían el ritmo lento y apasionado de su Alfa quien acariciaba su piel como si de una obra de arte se tratase tan delicada al toque de un ser humano, tan sublime, tan divino. Sus manos se paseaban por su cintura delineandola lentamente sin acabar con ese beso tierno y dulce como el azúcar.

Agust dejó la boca de Minnie para pasar sus labios por su mentón, sus besos eran tan húmedos que hacían jadear al omega, y luego de pasar por el mentón bajaron más hasta llegar al cuello donde se entretuvo un rato más besando por todo el lugar. Una mano de Agust bajo para acariciar los muslos de Minnie, pasando lentamente la mano por toda la piel teniendo el sumo cuidado de no dejar un área libre sin acariciar. Porque eso sería un pecado.

Minnie soltaba pequeños jadeos ansiosos y desesperados pero nadie estaba más desesperado por poseer al omega que Agust pero se estaba tomando el tiempo suficiente para disfrutar de su omega sólo él. 

No era que le desagradara compartirlo o mucho menos que no  le gustara cuando estaban los tres Juntos, pero pocas veces podían tenerlo uno sólo ya que a Minnie le gustaba mucho estar con ambos, pero cuando eso sucedía cada uno solía amarlo a su manera. Demostrarle su amor a su manera.

Minnie sintió como los dedos de su Alfa hurgaban en medio de sus piernas rozando su ya bastante lubrica entrada e iba introduciendo sus dedos poco a poco.

Jadeo cuando se sintió lleno de los dedos de su Alfa y se movió inquieto por obtener mucho más.

     —¡Ahh Alfa! —Jadeó cuando los dedos de Agust llegaban gasta el fondo y apretaban esa aréa tan sensible que lo hacía delirar.

El Alfa supo que era el momento, se alineó en la entrada de Minnie y de apoco lo penetró lento hasta que el interior de su omega lo envolvió por completo y ambos jadearon de satisfacción. Sus movimientos comenzaron lentos y rítmicos mientras sus labios volvían a apoderarse de los del rubiecito. 

     —¡Mmmgh Alfa!

Mordió suavemente el labio inferior de Minnie y después mordió su cuello y beso el área sobre su marca con tanta devoción.

Dándole a entender cual orgulloso estaba de ser su Alfa y cuanto lo amaba.

Minnie gemia delicioso bajo su cuerpo.

     —Mmmhhgg ahhh Alfa.

     —¿Si bebé? ¿Te gusta? —Las estocadas de Agust se volvieron más rápidas y cada vez carecían de ritmo sólo dejándose llevar por el momento.

      —¡Ahh si Agust! A Minnie le gusta mucho Mmmm!

El interior de Minnie comenzó a hervir, las sensaciones se iban apoderando de todo su ser, era como un fuego combinado con una corriente eléctrica.

     —Oh Dios Minnie... t-te amo mi pequeño.

     —¡Ah Alfita si!

Agust había encontrado el punto exacto donde hacer delirar al omega y daba  con fuerza en ese lugar sus cuerpos estaban ya húmedos de sudor y en la habitación reinaban los aromas mezclados que los embriagaban a ambos.

Agust detuvo sus movimientos acelerados y comenzó a embestirlo más lento pero certero, salía del interior de Minnie y volvía a entrar de manera rápida y fuerte dándole duro a la próstata del menor.

     —¡Mmng Alfa!

El pequeño sintio la ya conocida explosión en su abdomen y se dejó ir en aquella nube flotante que lo llevaba hasta el cielo.

Se corrió con potencia al mismo tiempo que Agust, los colmillos de su Alfa volvían a abrir la vieja marca otra vez.

Los dos cuerpos quedaron sobre la cama, con sus respiraciones agitadas  y temblando por el potente orgasmo que acababan  de tener.

     —Te amo tanto mi omega. —Repitió Agust volviendo a buscar de los labios néctar divino de Minnie. 

     —También te amo Alfita.

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Les deseo un feliz y próspero año 2023 a todas mis Mandarinas bellas que leen mi fic, las quiero mucho y espero que tod@s iniciemos con el pie derecho ese año lleno de sueños e ilusiones.
Las amo 💖

 •°.❀𝐄𝐥 𝐛𝐞𝐛é 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐟𝐚𝐬 𝐌𝐢𝐧❀.°• |𝐘𝐌| 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora