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Agust acababa de llegar a ver a Minnie a la casa y aunque Mingseon había dejado de ser tan duro con él, aún seguía siendo muy protector con Minnie. El omega sólo había sentido el aroma de su Galletita había salido corriendo como siempre a rodearlo con sus brazos.
Ahora ambos estaban sentados bajo un árbol y Agust le leía un cuento al pequeño Minnie quien escuchaba atento con su cabeza apoyada en el regazo de Agust mientras una de las manos del mayor le acariciaba sus hebras rubicundas.
-Lobo comió a caperucita, ¿Lobito era malo?
-No era un Lobo malo bebé solo era un lobo incomprendido.
Jimin unió sus cejas tratando de entender aquello.
-¿Por qué?
-Era un Lobo tonto que no quería darse cuenta que en realidad amaba a caperucita y para evitar todos esos tramites de relaciones amorosas prefirió comérsela. Era un Lobo algo holgazán. -Finalizó.
-¿Lobito amaba a caperucita?
-Así es pequeño, ¿Loco no?
Jimin sonrió con su linda sonrisa que hacía desaparecer sus ojitos y acomodó bien su cabeza para ver a Agust mejor.
-¿Lobo de Gus y Lobo de Yoonie comerán a Minnie?
Agust casi suelta una carcajada y aquello le pareció muy tierno.
-¿Por qué dices eso bonito? -Preguntó Agust volviendo a acariciar los cabellos de Minnie.
-Lobos de Gus y Yoonie aman a Lobito de Minnie. - Puntualizó y en eso tenía toda la razón. -¿Entonces comer a Minnie también?
El rubio platinado volvió a sonreír dejando el libro a un lado ladeando un poco la cabeza para ver bien a su pequeño a los ojos.
-No, no te vamos a comer de verdad si eso piensas bebé, pero te podemos comer de otra manera. -Dijo tomando con una mano los cachetitos de Minnie y apretujando un poco provocando que sus labios se volvieran un bonito piquito.
-¿Cómo comerán a Minnie? -Preguntó curioso el rubiecito haciendo su cabeza hacia atrás para mirar bien a su Galletita.
-A besitos. -Susurró Agust conteniendo sus risitas por la cara de confusión de la pequeña masita y luego se agachó un poquito para dejar en las mejillas de Minnie varios besitos, luego por la frente y la nariz y también en la barbilla y las orejitas. Todo esto provocó que Minnie comenzara a reír por las suaves cosquillas que eso le provocaba.
-A Minniee gusta. -Dijo cuando Agust había dejado de dejarle besitos en toda su carita sonrojadita.
-¿Te gusta esto bebé? -Cuestionó el rubi plateado sonriendo con una Gummy Smile.
Jimin asintió y entonces Agust volvió a dejarle muchos más besitos por todo el rostro, luego de eso se le quedó mirando mientras Jimin seguía riendo, pasó uno de sus pulgares para dejar una suave caricia sobre los labios abultaditos del menor.
