Abuela Dianne

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Al día siguiente me desperté temprano y preparé el desayune para los cuatro. Un biberón para Lena, cereales para Eddie y un café con una magdalena para Aria.

-Buenos días, papá.- Dijo Eddie cuando bajó.- Ups, lo siento. Se me ha escapado.- El dijo mirando al suelo.

-Ven Eddie.- Dije cogiéndole en brazos.- Yo se que no soy tu papá biológico pero quiero ser tu papá en el corazón.- Le dije.

-¿Quieres ser mi papá? Taylor no quería, pero el era un hombre malo.- Dijo.

-Claro que quiero ser tu papá. Y Aria quiere ser tu mamá y Lena es tu hermanita pequeña.- Dije.

-¿Mamá no estará triste si os llamo papá y mamá a vosotros?- Preguntó.

-No, ella estaría feliz de que estuvieras con una familia que te quiere mucho, como nosotros hacemos.- Dije abrazándole.

-Yo también os quiero.- El dijo devolviéndome el abrazo.

-Cuanto amor hay por esta cocina.- Dijo Aria entrando en la cocina con Lena en brazos.

-Buenos días, mamá.- Dijo Eddie sonriendo a Aria.

-Buenos días, cariño.- Dijo dándole un beso en la frente.


Aria POV


Ezra sentó a Eddie en su silla y yo dejé a Lena con Ezra para sentarme en la mesa donde Ezra había dejado el desayuno preparado.

-Mi princesa está despierta.- Ezra le decía a Lena. Ella solo sonreía y hacía ruidos raros con la boca.

-¿Quieres que vayamos a comprar tu habitación hoy Eddie?- Le pregunté.

-¿Una habitación?- El me preguntó.

-Si, una habitación para ti solo. Donde puedas tener tus juguetes. Igual que la que tiene Lena.- Le dije.

-Pero la habitación de Lena es de niña y tiene una cuna.- Dijo el.

-No como la de Lena y con una cama. Puedes elegir la que más te guste.- Dije.

-¿En serio?- El preguntó.

-Si.- Dije.

-Vale.- Dijo el sonriendo y saltando en su silla.


Después de más de 3 horas por fin Eddie encontró una habitación que le gusto mucho. Después de que pagamos por la habitación ellos nos dijeron que mañana irían a montarla en casa y nosotros nos fuimos a dar un paseo por el parque.

Mientras Eddie estaba jugando en el parque Lena y Ezra jugaban sentados en el césped con los juguetes de Lena.

-Mira, mami.- Me llamó Eddie desde el tobogán. Miré y le vi tirarse el solo.

-Que bien lo haces, cariño.- Le grité sonriendo.

Volvimos a casa después de un largo día en el parque. Hoy los niños iba a casa de Dianne para que Ezra y yo tuviésemos un poco de tiempo a solas.

-Hola, Dianne.- Dije sonriendo.

-Hola, Aria. ¿Qué tal están los niños?- Preguntó.

-Están cansados así que se irán a dormir pronto.- Dije.

-Disfrutad de esta noche.- Me dijo dándome un beso en la frente.

-Cuida de ellos, Eddie tiene pesadillas de ya sabes que, así que si se despierta se irá contigo a la cama. Antes de dormir hay que leerle un cuento. En cuanto a Lena, dale un biberón antes de ir a dormir y ponla el chupete, de dormirá en seguida.- Dije.

-Lo tengo todo. Si necesito algo, os llamaré.- Dijo ella.

-Gracias por cuidar de ellos esta noche. A veces los niños pueden ser muy estresantes.- Dije.

-Lo sé, he criado dos.- Dijo ella. Montamos a los niños en su coche y ella se marchó.


Ezra POV


Cuando mi madre se marchó, cogí a Aria y la puse sobre la encimera de la cocina. La besé profunda y apasionadamente. Ella agarró la parte de atrás de mi cuello pegándome más a sus labios. Abrí la boca más y su lengua atacó a la mía. Abrí sus piernas, así mi polla podría sentir su coño ya que llevaba una falda corta. Me bajé mis pantalones y le quité la camiseta a Aria y después le quité la falda. Empecé a morder y chupar su cuello mientras movía mi mano a su coño que ya estaba listo para mi. Froté su coño sin dejar de devorar su cuello. Metí dos dedos dentro de ella y con sus gritos de placer mi pene se puso cada vez más duro. Su mano fue directa a mi bulto y me bajó los bóxer también. Sentí sus diminutas manos alrededor de mi pene y empezó a masturbarme lentamente. No dejé de meter mis dedos en su coño utilizando mi pulgar para frotar su clítoris. Ella gemía dolorosamente en mi boca un par de veces. Sus pequeñas manos seguían en mi pene, empecé a mover mis dedos más rápido y besé su cuello de nuevo.

-Ezra, me voy a correr.- Ella gimió. Sus caderas se estaban moviendo al ritmo de mis dedos y enseguida se corrió al rededor de mis dedos. Cuando saqué mis dedos ella jadeaba, abrí mi boca y me chupé los dedos. La quité las bragas y la acerqué al borde la encimera. Aria me abraza por el cuello y yo metí mi polla en su coño. Los dos gemimos con la sensación de estar juntos después de varios meses sin nada de sexo. Me moví dentro y fuera, estábamos apunto de corrernos los dos. Aria se separó de mi sacando su polla de dentro de ella y se bajó de la encimera. Calló de rodillas delante de mi, llevándose mi polla a su boca y con su mano derecha empezó a masajear mis testículos. Movió la cabeza y la mano al mismo ritmo y empecé a notar que mi polla golpeaba la parte posterior de su garganta.

-Aria.- Jadeé. Me iba a correr y no quería hacer en su boca, quería hacerlo en su coño.- Me voy a correr. No quiero hacerlo en tu boca. Por favor....-

Ella seguía mamando, más y más rápido. Se sentía tan bien. Su boca era caliente. Sin pensarlo quité su cabeza de mi polla con cuidado de no hacerla daño.

-Quiero correrme en tu coño.- Le dije y ella asintió. Ella se levantó del suelo y nos fuimos a nuestra habitación. Cuando llegué allí ella estaba a cuatro patas en nuestra cama, esperándome. Me pongo detrás de ella y meto mi polla de nuevo. Empecé a moverme lo más rápido que podía. Aria gritaba con fuerza.

-Ezra, fóllame. Si, si.- Ella me gritaba. La agarré de las caderas y me choqué contra ella.- Ezra me voy a correr.- Ella me gritó.

-Hazlo, gatita. Córrete.- Le dije dándole una azote en el culo. Ella gritó y noté como se corría, el líquido salía alrededor de mi polla. Unos minutos después yo también me corrí.

-Oh, Dios.- Dijo Aria llevándose su mano a mi pecho. Ella me miró y me sonrió. Quitó su mano de mi pecho y empezó a masajear los suyos. Su otra mano bajó a su coño y empezó a frotarlo.

-¿Segundo ronda?- Le pregunté.

-Si.- Ella dijo colocándose encima mia. Ella guió mi polla a su coño y se sentó lentamente. Ella saltaba encima de mi y yo le frotaba su clítoris, sabía que la volvería loca. Ella se corrió como 3 veces en un minuto. Se dejó caer hacia delante y empezó a mover sus caderas. La cogí y la tumbé en la cama para yo moverme.

-Oh, Ezra. No pares, no pares me voy a correr.- Ella gemía y gritaba. Estoy casi para correrme de nuevo. Golpeé 4 veces más y exploté profundamente dentro de ella. Después de descansar unos minutos salgo de ella y nos abrazamos. Sin decir nada, solo se escuchaba nuestro aliento y olíamos el fuerte olor a sexo.

Os dejo este cap porque llevaba muchos caps sin poner m y bueno, me aburría y hasta que me fuera no sabía que hacer.

El Internado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora