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Me estaba quedando dormida cuando Ezra se levantó y me cogió para llevarme a la cama.

-La llevaré a su cuarto para que duerma.- El le dijo a mis padres.

-Buenas noches, Ezra. Te cuidado de ella.- Mi madre le dijo.

-Siempre voy a cuidar de ella.- El contestó. Yo seguí haciéndome la dormida hasta que noté que Ezra me dejaba en la cama, me arropaba y el se iba a ir.

-Ezra, quédate aquí conmigo.- Dije.

-Si vienen tus padres...-

-Ya saben que estamos juntos.- Contesté.- Por favor.- Le pedí. El se quitó su ropa y se quedó en boxers y se metió en la cama.

-Voy a quitarme mi ropa.- Dije levantándome de la cama. Me quedé mirándole con una sonrisa seductora mientras me quitaba lentamente la camiseta. Luego me agaché un poco y empecé a desabrochar los pantalones cortos y empecé a bajarlos.

Mientras le miraba vi como se iba formando una tienda de campaña en sus boxers, estaba excitado. Caminé hasta la cama y me puse a horcajadas encima de el.

-Tus hermanas duermen al lado.- El me dijo al oído.

-Aún están viendo la película abajo.- Le dije empezando a moler nuestros miembros. El puso sus manos en mi espalda y luego me desabrochó el sujetador y enseguida sus manos estaban en mis pechos. Yo gemía disfrutando de sus manos. Después de masajear mis pechos me puso debajo de el y me quitó el tanga.

-Aria, necesito que me dejes tu camiseta para... Oh Dios mio, lo siento.- Lauren dijo mirando para otro lado.

-¿Lauren, no te han enseñado a llamar a la puerta?- Pregunté tapándonos con las sábanas.

-No pensaba que estaría Ezra aquí aún. Vengo mañana.- Ella dijo y salió corriendo. En cuanto se cerró la puerta, Ezra se levantó de la cama y echó la llave para que nadie más pudiese interrumpirnos. Se puso de rodillas y me separó las piernas. Sus labios empezaron a besarme el estómago y fue bajando cada vez mas, hasta que llegó a mi vagina. Enseguida insertó dos dedos dentro de mi y yo gemí, después puso su boca sobre los dedos y movió más rápido los dedos y pronto me estaba corriendo en su boca y dedos.

-Cada día sabes mejor.- Dijo dándome un beso donde me podía degustar yo misma.

-Túmbate, Sr. Fitz.- Le dije levantándome de mi cama y sonriendo maliciosamente.

-¿Que me va a hacer señorita Montgomery?- El me preguntó tumbándose en la cama.

-Ya lo verá.- Dije poniéndome de rodillas. Le bajé el bóxer y metí su pene en mi boca.

.Oh, Aria.- El gimió. Su pene iba cada vez más adentro unos minutos después noté como su pene estaba apunto de explotar.- Aria, estoy apunto de correrme.- El me dijo intentando apartar mi cabeza de su pene, pero me lo volví a meter en la boca y se corrió en mi boca haciéndome tragarlo todo.

-Tranquilo, quería hacerlo. Tu lo haces conmigo.- Le dije sentándome y metiendo su pene dentro de mi. El se sentó y me abrazó mientras nos movíamos lentamente, disfrutando de nuestro amor.

De repente, el me dejó caer sobre la cama, sin salir de mi y se puso encima de mi. Empezó a moverse tan rápido que pensaba que la cama se iba a romper.

-Oh, Ezra. Si, si. Más rápido. Fóllame duro, Ezra.- Le gritaba.

-Me gusta cuando hablas sucio.- El me dijo besándome. Luego agachó la cabeza y me mordió un pezón.

-Ezra, estoy apunto de correrme.- Le dije.

-Yo también. Hazlo, Aria. Córrete.- El me dijo besándome. Mi mente se quedó en blanco por un momento y solo notaba el placer que Ezra me estaba haciendo sentir. Noté como daba el último empujón y se corría.

-Te amo.- El me dijo besándome suavemente.

-Te amo más.- Dije quedándome dormida en sus brazos.


Cuando me desperté a la mañana siguiente, Ezra seguía dormido a mi lado. Decidí despertarlo con un beso.

-Buenos días, mi amor.-El me dijo abriendo los ojos.

-No puedo esperar a dormir así el resto de mi vida.- Le dije.

-Yo tampoco. Te pediría que te casases conmigo ahora mismo.- El me dijo sonriendo.

-¿Lo harías?- Le pregunté.

-Claro que si.- El me dijo.- Te amo. Eres la mujer más lista, guapa y amable del mundo. Eres increíble Aria.- Me besó de nuevo y nos quedamos dormidos de nuevo.

Cuando me desperté de nuevo Ezra estaba a mi lado, mirándome dormir.

-Me encanta verte dormir.- Me dijo dándome un beso en la frente.- Será mejor que nos vistamos y bajemos a desayunar antes de que a alguien le de por venir a buscarnos y nos vea desnudos en tu cama.- Dijo levantándose.

-Si, mejor.- Le sonreí. Eché toda la ropa que teníamos por el suelo de anoche a lavar y me puse ropa limpia.


-Buenos días.- Dijimos cuando bajamos.

-Iba a mandar a Lauren a buscaros.- Dijo el abuelo.

-No hace falta. Ya hemos bajado. ¿Y mis padres?- Pregunté.

-Están haciendo las maletas para volver a Rosewood.- Dijo la abuela dándome un beso en la frente.

-Pensé que volvíamos el viernes.- Dije.

-Salís antes.- Me contestó.

-Quiero quedarme con Ezra.- Dije.

-Eso se lo tienes que preguntar a tus padres.- Mi abuelo me dijo.

-Ahora vengo.- Dije corriendo a la habitación de mis padres.

-Papá, mamá. ¿Puedo quedarme con Ezra aquí?- Pregunté.

-Ya tenemos tu billete de vuelo, Ar.- Mi padre dijo.

-Pero... se puede aplazar. Desplazarlo hasta el mes que viene y prometo que iremos para mi cumpleaños.- Pedí.

-No se, Aria... No me gusta la idea de dejarte aquí sola con Ezra.- Mi madre dijo.

-Por favor, mamá. Para mi cumpleaños volaremos a Rosewood.- Le pedí.

-Primero quiero hablar con Ezra.- Ella dijo.

-Está bien.- Dije saliendo de su habitación.

Cuando bajé de nuevo, Ezra y mis hermanas estaban hablando.

-Hola chicas.- Dije.

-Buenos días, Aria.- Dijo Lauren.- Aun que lo serán para ti. Porque por culpa de los gritos de alguien yo casi no he podido dormir. Si queréis follar como conejos al menos iros a la habitación de Ezra, donde no se os oiga.- Dijo Lauren.

-¿Se nos escuchó mucho?- Pregunté.

-Mucho se queda corto.- Ella me dijo.

-Lo siento. La próxima vez iremos a la habitación de Ezra.- Dije.


El Internado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora