-Papá, mamá.- Gritó Sophia y salió corriendo a abrazarlos.
-Hola cariño.- Ellos dijeron abrazándola.
-¿Qué pasa? ¿mis demás niños no vienen a darnos un abrazo?- Todos nos acercamos a ellos y les dimos un abrazo.
-Como os he echado de menos.- Dijo mi madre dándonos besos a todos.
-Nosotros también os hemos echado de menos.- Dije.
-Cariño, ¿que tal si todos os vais a prepararos para la cena?- Mi abuela se acercó a dar un beso a mi madre y mi abuelo la dio un gran abrazo después.
-Si, será lo mejor, mamá.- Mi madre la contestó.
-¿Por qué estás tan feliz de que el Sr. Fitz se quede con nosotros en navidad?- Me preguntó Lauren.
-Me cae bien, y no tenía con quien pasar la Navidad.- Le contesté.
-Pues, yo creo que te gusta.- Dijo Sophia.
-¿Qué? No me gusta, es demasiado mayor.- Le dije.
-Ohhh vamos, Aria te conozco.- Ella se rió.
-No me gusta.- Dije metiéndome en el baño. En realidad, no me gustaba, estaba enamorada de él. De sus ojos azules, de su pelo, de su sonrisa de niño... solo pensar en él me hacía sonreír.
Cuando me terminé de duchar salí y vi que mis hermanas ya estaban preparadas.
Cuando llegó la hora de la cena, las tres bajamos al comedor donde íbamos a cenar. Los demás ya estaban allí, esperándonos.
-No puedo haber pedido unos hijas más preciosas.- Dijo nuestro padre cuando nos vio. Las tres le dimos un abrazo y un beso y nos sentamos a la mesa.
-Tu hijo es bien guapo también.- Dijo Mike riéndose.
-Tenemos unos hijos de lo más preciosos.- Dijo mi madre sonriendo.
-Así que Ezra, ¿te ves joven? ¿que edad tienes?- Preguntó mi padre.
-Tengo 25 años.- Dijo el sonriendo. Me quedé mirándole con una sonrisa. Hasta que noté un golpe en mis costillas.
-¿Recuerdas que tienes novio?- Lauren me dijo cuando se dio cuenta de que le miraba fijamente.
-¿Quién te ha dicho eso?- Le pregunté.
-El chico con el que te vi en la cabaña.- Ella me dijo.
-¿Y por qué lo dices?- La pregunté.
-No dejas de mirar a Ezra. De echo no le has quitado un ojo desde que entramos por la puerta.- Me contestó.
-Eso es mentira.- Dije volviendo a poner atención a mi plato de comida.
-Claro.- Ella dijo mirando su plato de nuevo.
-¿Vais a salir esta noche?- Preguntó mi madre.
-Si, voy a salir con mis amigos de la ciudad.- Dije sonriendo.
-Yo he quedado con unos amigos, para salir a celebrar la navidad.- Contestó Mike.
-Sophia y yo nos quedaremos en casa, al no ser que uno de mis hermanos nos invite a una de sus fiestas.- Dijo Lauren mirándonos a Mike y a mi.
-Yo creo que me gusta la idea de que os quedéis en casa, chicas. Ya bastante tengo con dos hijos saliendo. Estoy echando de menos esas noches de navidad que pasábamos jugando al parchís todos juntos.- Mi padre dijo sonriendo.
-Nosotros iremos en coche y están ocupados todos los asientos ya.- Dije.
-¿En coche? Espero que alguno no beba para poder conducir.- Dijo mi madre.
-Jhon no beberá.- Dije.
-Debería de conocer a esos amigos tuyos.- Mike dijo.
-¿Para qué?- Dije.
-Para conocerlos. Siempre hablas de ellos, pero nunca los he visto.- El me contestó.
-Son mis amigos.- Dije bebiendo de mi vaso.- Bueno, yo me voy a ir yendo. Tienen que estar al llegar a por mi.- Dije levantándome de la mesa.
-Yo también me voy a la cama ya, me he levantado muy pronto y estoy cansado ya.- Dijo Ezra levantándose de la mesa también.
-Que descanses, Ezra. Nos veremos mañana por la mañana.- Dijeron mis abuelos.
-Buenas noches, Sr. Fitz.- Dije sonriendo y me marché.
Cuando salí del comedor fui donde siempre quedábamos para salir juntos. Me puse la chaqueta que llevaba ya que hacía frío en la calle y esperé a que llegase.
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El Internado.
RomanceRe-escrita. Aria vuelve al internado después de un verano en su pueblo natal. Ezra Fitz empieza su primer trabajo como profesor allí. En el primer día, las chispas vuelan.