El Internado.

Comida con los abuelos.

Me levanté la mañana siguiente con un pequeño dolor de cabeza en mi habitación. ¿Cómo había llegado hasta allí? No lo sabía.

-Buenos días, Aria. Pensaba que te habías muerto. Te llevamos llamando desde las 11 de la mañana.- Sophia dijo.

-¿Por qué?- Las pregunté.

-Los abuelos nos van a llevar a comer fuera y van a llevar al profe nuevo, me muero por saber quién es.- Lau me contestó.

-Está bien, será mejor que me vista.- Dije mirándolas. Iban vestidas como si fuesen a ver a Obama.

Así que decidí vestirme bien y sexy para Ezra.

-¿Quieres impresionar a alguien, Aria?- Mike me preguntó cuando me vio.

-No, pero vamos a cenar fuera. Hay que arreglarse.- Le dije sonriendo.

Cuando nos encontramos con mis abuelos en el jardín Ezra ya estaba allí hablando  con mi abuelo. Llevaba un esmoquin que hacía verse muy sexy, y me daban ganar de saltar a sus huesos ahí mismo. Casi podía notar la baba por las comisuras de mis labios.

-Buenos días, chicos. Este será vuestro profesor de Literatura este año.- El abuelo nos dijo.

-Hola chicos, mi nombre es Ezra Fitz. Espero que seáis buenos alumnos conmigo, es mi primer trabajo como profesor.- El dijo sonriendo con esa sonrisa que hacía que me cayera de rodillas frente a él.

-Seremos buenos chicos.- Dije sonriendo.

-Bueno, será mejor que nos vayamos. Tenemos reserva en el restaurante a las 2.30 y son las 2.15.- La abuela nos dijo.

Todos nos subimos al coche y nos fuimos al restaurante. Los abuelos se sentaron en los asientos delanteros, mis hermanos en los del medio y Ezra y yo acabamos sentándonos juntos atrás del todo.

Cuando llegamos al restaurante, Ezra me ayudó a bajar del coche y pasamos directamente a nuestra mesa.

Ezra y Mike se sentaron a mis lado, mis hermanas en frente y mis abuelos se sentaron en los extremos de la mesa.

Mientras comíamos sentí una mano recorriendo mi pierna. Iba subiendo más arriba, pero cuando estaba apunto de llegar donde yo quería volvía de nuevo a la rodilla.

-Si me permitís, necesito ir la baño.- Dije levantándome de la mesa. Le di un toque a Ezra para que me siguiera unos momentos después y le esperé en el baño.

Cinco minutos más tarde escuché dos golpes en la puerta así que abrí la puerta y sabiendo que era Ezra lo empujé hacia dentro y le besé.

-No hagas nada que no puedas acabar, Ezra.- Le susurré.

-¿Crees que no lo puedo acabar?- El me preguntó. Me sentó en la encimera y me separó las piernas para ponerse entre ellas.- No podía apartar mis ojos de ti, ni mis manos.- Él me dijo mirándome a los ojos. Me acercó más a él y me subió el vestido hasta la cintura.

-Si mis abuelos supiesen esto no te habrían hecho venir a esta comida.- Le dije riéndome.

-Lo se.- El me dijo quitándome las bragas y metiéndoselas en su bolsillo.

-¿Qué haces?- Le pregunté.  

-Confía en mi.- El me dijo antes de abrirme las piernas de nuevo y poner su mano en mi vagina.

-Oh, Dios mio.- Dije cuando empezó a mover sus manos.

-¿Te gusta?- El me preguntó y yo asentí.- Voy a intentar una cosa, dime si te duele.- El me dijo. Volví a asentir y sentí su dedo en mi entrada.

Poco a poco fue metiendo su dedo cada vez más profundo en mi.

-¿Te duele?- El me preguntó.

-Solo un poco, pero no pares.- Le dije dándole un beso en los labios. El empezó a mover su manos más rápido cuando me acostumbre a tenerlo dentro y yo empecé a sentir como estaba apunto de llegar.- Ezra.- Suspiré cuando llegué en sus dedos.

-¿Te ha gustado?- El me volvió a preguntar.

-Si, déjame hacer algo por ti.- Le susurré.

-Deberíamos volver ahora, tus abuelos estarán pensando que estamos tardando mucho.- El me dijo.

-No me acordaba de que estábamos aquí con mi abuelos.- Dije levantándome y colocando mi vestido.

-Toma.- El dijo sacando mis bragas de nuevo de su bolsillo. Las recogí y me las volví a poner.

Cuando volvimos a la mesa todos habían terminado casi de comer.

-¿Porqué habéis tardado tanto en el baño?- Preguntó mi abuela.

-Tuve un ligero problema en mi vestido y Ezra me ayudó.- Contesté comiendo de nuevo.

-¿Estáis contentos de haber vuelto?- Preguntó mi abuelo con una gran sonrisa.

-Si, espero que Spencer, Hanna y Em vuelvan pronto.- Dije sonriendo.

-No he escuchado mucho de ellas en todo el verano, Aria. Pensé que te habías olvidado de ellas.- Dijo Lau.

Todos nos reímos y volvimos a nuestras comidas. Spencer, Hanna y Emily eran mis mejores amigas, desde que llegamos aquí.

-Bueno, Ezra. ¿Que piensas de la escuela?- Mi abuelo le preguntó.

-Los alumnos que he conocido hasta ahora son bastante increíbles .- Él contestó.

Todos terminamos de comer mientras hablábamos de cosas de la escuela y después de comer el postre volvimos a ella.