-¿Por qué no bajas tu?- Le pregunté a Lauren.
-¿Quién era el tipo de ayer?- Ella me preguntó.
-No te importa.- Le dije sacando uno de mis cuadernos para hacer deberes.
-Me importa, eres mi hermana y estoy preocupada.- Ella me dijo.
-Si de verdad te importase un poco no me hubieses llamado lo que me llamaste ayer.- Le dije.
-Lo siento, ¿vale? Estaba cabreada contigo, no pienso eso.- Ella me dijo.
-Si lo dijiste fue porque una parte de ti lo piensa.- Le dije.- Estoy enamorada de esa persona, y lo que haga yo con él es nuestra privacidad. Es mi pareja y no soy una puta si tengo relaciones con él.
-Lo sé, ¿me vas a decir quien era el chico?- Ella me preguntó.
-No, no puedo decírselo a nadie.- Le contesté.
-¿Ni a mi? No se que te pasa, antes nos lo podíamos contar todo. Yo te lo contaba todo. Pero llevo un año sin que tu me digas nada. ¿Ya no confías en mi?-Ella me preguntó.
-Claro que confío en ti, pero no quiero que nada lo estropee. Me gusta mucho.- Le dije.
-Pero... tu me dijiste que no harías esas cosas con nadie, hasta que fueras más mayor.- Ella me dijo.
-No hemos hecho nada, sigo siendo virgen.- Le dije.
-No lo parecía. Estabas casi desnuda encima de el.- Ella me dijo.
-Si, pero nunca llegamos a nada más. El lo comprende.- Le dije.
-Prométeme que si haces algo vas a tener cuidado.- Ella me dijo.
-Claro que tendré cuidado. No entra en mis planes tener un bebé a los 17.- Le dije. Justo en ese mometno Sophie entró en la habitación con un una botella de zumo y tres vasos.
-Me ha costado engañar a la cocinera.- Ella me dijo sonriendo.
-¿Qué tal los primeros días de clase?- Les pregunté a mis hermanas.
-Muy bien, Mona y yo tenemos que hacer trabajos ya.- Lau nos dijo.
-El Sr. Fitz nos ha dicho que escribamos una historia, pero aún no se sobre que escribirla.- Sophia dijo.
-Si quieres te puedo echar una mano con eso. ¿De que es el trabajo Lauren?- Pregunté.
-De Matar a un Ruiseñor. El Sr. Fitz está obsesionado con ese libro. Se lo ha leído 50 veces.- Ella se rió.
-En realidad, creo que se lo ha leído más.- Dije riéndome.
-¿Cómo lo sabes?- Ellas me preguntaron.
-El primer día me castigó porque llegué tarde a clase, así que estuvimos hablando de Matar a un Ruiseñor.- Les expliqué.
Estábamos hablando sobre ir de compras cuando alguien llamó a la puerta, eran Mike y nuestro primo.
-Hola chicos.- Dije sonriendo.
-Hola chicas, vamos a comer ya. Los abuelos nos han dicho que bajemos.- Ellos dijeron.
-Claro, ya bajamos.- Dije sonriendo. Las tres nos levantamos de nuestras camas y nos fuimos con los chicos.
-Así que Aria, ¿ya se te ha pasado el cabreo de ayer?- Mike me preguntó.
-Eso, eres de lo único que se habla en la escuela. Nadie sabe lo que pasó ni con quién pasó.- Dijo Jason.
-No pasó nada, ya está todo olvidado.- Dije queriendo olvidar el tema de ayer.
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El Internado.
Roman d'amourRe-escrita. Aria vuelve al internado después de un verano en su pueblo natal. Ezra Fitz empieza su primer trabajo como profesor allí. En el primer día, las chispas vuelan.