El Internado.

Mentiras.

Durante las siguientes semanas, Ezra y yo nos encontrábamos en la cabaña para pasar tiempo juntos, no solo nos besábamos. Empezamos a hablar de libros, o música y fuimos conociéndonos mejor.

Hoy era el primer día que empezábamos las clases, no estaba acostumbrada a despertarme tan pronto todavía por lo que llegué tarde a mi primera clase, literatura.

-Siento llegar tarde, Sr. Fitz.- Dije sentándome en el primer sitio que había vacío.

-Siento tener que hacer esto el primer día, pero te tienes que quedar aquí en el recreo.- El me dijo mirándome. Yo asentí y saqué los libros. Quedarme con Ezra aquí en el recreo no es tan malo.

-¿A que viene esa sonrisa maliciosa, Aria?- Me preguntó Spencer que estaba sentada a mi lado.

-Nada, solo estaba recordando un chiste.- Dije.

-Espero que no me estés ocultando nada, Aria Montgomery.- Ella me dijo dándome un codazo en las costillas haciéndome reír.

A la hora del recreo me acerqué a la clase donde estaba Ezra y llamé.

-Pasa.- El contestó. Cuando entré el estaba sentado en la mesa corrigiendo, pasé y cerré la puerta.

-¿Cual va a ser mi castigo, Sr. Fitz?- Dije sentándome encima de su escritorio.

-Ir a la cabaña esta noche, te estaré esperando allí.- El me dijo sonriendo.

Se puso entre mis piernas y me dio un tierno beso en los labios.

-No deberíamos estar haciendo esto aquí.- Dije riéndome y volviendo a besarlo.

-Lo sé.- El me dijo.

Nos seguimos besando hasta que fue la hora de que tocase el timbre para volver a clase.

Salí de la clase y me fui directa a la clase que me tocaba ahora, matemáticas. Menuda mierda.

Llegada la noche, me empecé a preparar para ir a encontrarme con Ezra a la cabaña, estaba deseando llegar allí.

-¿Dónde vas esta noche?- Sophie me preguntó.

-Hay una fiesta esta noche, no digáis nada.- Dije abriendo la ventana y bajando por las escaleras que había.

Lauren POV

-No es por ser una entrometida, pero Aria nos está mintiendo, se está viendo con algún chico.- Dije a Sophia.

-Lo sé, ¿quién puede ser?- Pregunto.

-No lo se.- Le dije. Saqué mi teléfono y llamé a mi amiga Mona, ella nunca se perdía una fiesta y siempre sabía donde había fiestas.

-Hola, Lolo.- Ella me dijo cunado contestó.

-Necesito saber si hay alguna fiesta esta noche.- Dije.

-¿Quieres salir esta noche de fiesta?- Ella me preguntó.- Mala suerte, hoy no hay ninguna.- Ella me dijo.

-Necesito que me acompañes.- La dije.

-¿Qué? Lauren son las 10.00 de la noche. El toque de queda acaba de pasar. Ella me dijo.

-Lo se, te espero en tu ventana dentro de 5 minutos.- Dije y colgué.

-¿Dónde vas? ¿puedo ir contigo?- Sophia me preguntó.

-Voy a buscar a Aria.- Le contesté.

-Voy contigo.- Ella dijo poniéndose la cazadora encima del pijama.

-No, tienes que quedarte aquí por si alguien viene.- Le dije.

-¿Porqué ti puedes ir a espiar a Aria y yo no puedo?- Ella me preguntó.

-Porque soy mayor que tu, a demás, es tarde y el toque de queda se ha pasado. Si nos pillan estarás metida en problemas también.- Dije saliendo por la ventana como Aria.

Cuando llegué a la ventana de Mona ella ya estaba esperando abajo, todas las habitaciones de la escuela tenían las escaleras de emergencia.

-¿Cuál es el plan?- Ella me preguntó.

-Tengo que encontrar a mi hermana, ella nos ha dicho que se iba a una fiesta. Pero si tu dices que no hay ninguna fiesta eso quiere decir que mi hermana no está de fiesta y Sophia y yo pensamos que está viéndose con algún chico. Quiero averiguar quien.- Le expliqué.

-¿Por qué Aria no os diría que está viendo a alguien? Ella os lo cuenta todo.- Dijo ella.

-No es así desde hace un tiempo.- Dije echando a caminar.

Estuvimos andando un buen rato hasta que escuchamos algo de música.

-¿Escuchas eso?- Me preguntó Mona.

-Si, ¿de donde viene? Se supone que no se puede poner la música tan fuerte en un móvil y allí no hay nada donde enchufar una cadena de música.- Le dije siguiendo el sonido de la música. Caminando llegamos a una cabaña con las luces encendidas.

-¿Crees que mi hermana está allí?- Le pregunté.

-Solo hay que averiguarlo.- Mona dijo y nos pusimos a buscar una ventana por la que mirar. Cuando la encontramos, nos asomamos y yo me asombré de lo que vi.- Joder con tu hermana.- Dijo ella dejando de mirar por la ventana.

Mi hermana estaba encima de un chico, el vestido que hace un rato llevaba bien puesto ahora estaba por encima de su cintura y el chico, al que no reconocía estaba sin ropa, creo que solo llevaba puesto su bóxer.

Seguí mirando por la ventana y vi como mi hermana cogía una copa que contenía algún líquido y se lo bebía de un trago. Mientras que el chico le estaba dando besos por todo el pecho.

-Será mejor que nos vayamos, Lauren.- Dijo Mona.

-Si, es lo mejor.- Dije corriendo con ella hacia nuestras habitaciones de nuevo.

-¿Lauren, Mona?- Alguien dijo detrás de nosotras cuando estábamos apunto de llegar a la escalera de la habitación de Mona. Nos dimos la vuelta y vimos a mi abuela con las manos en las caderas.

-Abuela, no es lo que piensas.- Dije.

-Las dos, vamos al despacho.- Dijo ella.

-Lo siento, Mona.- Le dije.

Cuando llegamos al despacho la abuela se sentó en la silla del abuelo y nos dijo que nos sentáramos.

-Sabéis que el toque de queda es a las 10'00 pm en punto, ¿que hacíais fuera de vuestras habitaciones a estas horas?- Ella nos preguntó.

-Abuela, es todo mi culpa. He perdido uno de mis pendientes y creía saber donde estaba y como eran los pendientes que me regaló mi padre le pedí a Mona que me acompañase a buscarlo.- Le dije.

-¿No podías esperar hasta por la mañana?- Ella me preguntó.

-Tenía miedo de perderle, tengo mucho cariño a estos pendientes.- Dije.

-Está bien, como no os he pillado haciendo nada que pueda dañar vuestra salud o la de los demás solo estaréis castigadas durante una semana en el recreo.- Dijo ella.- Ahora vamos a la habitación.- Dijo ella y nos acompaño a nuestras habitaciones.

-¿Dónde está Aria?- Preguntó la abuela cuando vio que faltaba Aria en la habitación.

-Oh, está en el baño.- Sophia dijo.

-Está bien. Buenas noches, niñas.- Dijo y cerró la puerta.

-¿Has encontrado a Aria?- Sophia me preguntó.

-Si, será mejor que nos acostemos. Seguro que es tarde cuando ella vuelva.- Dije no queriendo contarle a mi hermana pequeña que nuestra hermana mayor estaba teniendo sexo con un chico en una cabaña abandonada.

-¿Dónde está? ¿hay alguna fiesta?- Ella me preguntó.

-Si, hay una fiesta.- La dije metiéndome en la cama.