𝙳𝚒𝚘𝚗𝚢𝚜𝚞𝚜 𝙱𝚊𝚛 ୧𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊୨ 𝐉𝐉𝐊

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Jungkook aparecía frente a Hye muy formal, ella miró su ropa de pies a cabeza, él sonrió nervioso.

— ¿Dónde iremos? —pregunto suspicaz.

— Aún no lo pienso.

— ¿Pero no a la agencia?

— No, te dije que saldremos solo nosotros.

— ¿Y qué tal algo no tan formal? —él miró su vestimenta.

— ¿Tiene algo de malo?

— No, me gusta verte elegante —él sonrió, ya la sentía más suelta para hablar— me gusta verte varonil, pero creo que debes vestir casual, divertido, no tan… Empresa.

— Es lo que tengo, Princesa, si no estoy en la empresa, estoy en el bar y es la ropa que uso.

— ¿Jeans, camisetas, suéter? —él negó apretando sus labios, ella suspiró rendida— Bien, iremos de compras —se giró para caminar a la puerta, Jungkook la tomo de su mano y la jalo a él.

— Dilo de nuevo —dio pasos con ella en sus brazos— Siento la necesidad de oírlo a cada instante.

— No sé dé que me hablas —sonrió en complicidad.

— Jamás he pedido las cosas con aquella palabra mágica¿Me harás hacerlo?

— Quiero ser la primera en muchas cosas, así que sí, quiero oírla —él se quejó cerrando sus ojos

— ¡Por favor!

— Me gusta, Señor Jeon… Usted me gusta mucho. —él sonrió complacido — Ahora vamos, que lo vestirse a mi manera.

Jungkook estaba en uno de los cubículos, probándose toda la ropa que Hye llevaba para él, debía reconocerlo, la muchacha tenía buen gusto a la hora de vestir, y, a pesar de que él le había mentido en cuánto a que no tenía otro tipo de ropa, le daba justamente la que era de su estilo, aun sin conocerlo bien.

Desde chaquetas, camisetas, jeans o pantalones muy cómodos.

— Señor Jeon —toco su puerta— le traigo esto —abrocho el último jeans, abrió la puerta, ella miró asombrada, había visto ya su tonificación, pero no le molestaba volver a encontrarse directamente con aquellos deseables musculosos.

— ¿Te gusta los que ves?

— No es algo que ya no haya visto —dijo quitándole importancia— con esta camiseta y esta chaqueta, y creo que sería lo último.

— ¿Segura? … No quieres llevarte toda la tienda.

— Debería comprarla, traen ropa muy linda aquí —Kook sonrió, si tan solo supiera.

— La compraré.

— Estaba bromeando —estiro la teñida en su dirección, la tomo y volvió a cerrar la puerta— Podría quedarse con esa ropa puesta, opino que se le verá bien.

— Como órdenes.

— No… No es… Una orden —murmuro avergonzada.

— Aun así lo haré, si te gusta —abrió la puerta— lo haré solo para complacerte —se detuvo frente a ella.

— Se mira muy bien —arreglo el cuello de la ennegrecida cuerina que le hacía ver rudo— ¿Debería ponerse algo no tan sexy?, Quiero evitar las miradas hacia usted.

— No me importan las demás miradas, solo la tuya —sus ojos se encontraron en el otro— Y me gusta que tus honoríficos ya no sean tan formales y sí más bien provocadores —Hye sonrió al ser descubierta.