Jeon movía su mano al costado, por nada quería abrir sus ojos y saber que en realidad lo que fue, era un hermoso pero doloroso sueño.
Nadie había ahí, estiró completamente su brazo, pero el extremo de su cama estaba vacío completamente.
Empuñó su mano y golpeó con brutalidad, fue un sueño, y ahora, debía levantarse y seguir con esos días viéndola en cercanía, pero no teniéndola como quería.
El día de pronto se sintió frío, una que otra luz iluminó el cielo y los estruendos llenaron el silencio.
Su teléfono sonó de pronto, contesto sin revisar quién era, podría imaginarlo, Namjoon lo llamaba siempre que así comenzaba y le pedía que se calmara, puesto que, como tenía ahora los poderes de su padre, sus estados de ánimo lo hacía no poder controlarlo.
- Que! -dijo con molestia.
- De nuevo de malas.
- Tuve el mejor sueño de mi vida, desearía no haber despertado.
- Debes aprender a controlarte, ¿Sabes la catástrofe natural que puedes ocasionar?
- No me interesa si ella no está conmigo!! -grito con molestia.
- ¿Quién no está contigo? - escucho a sus espaldas.
Su piel se erizó completamente, su respiración se entrecortó, sus latidos se aceleraron y una sensación exquisita volvía a él... La esperanza.
- ¿Es Hye? -pregunto Nam aún por el teléfono.
A Perseo no le quedó de otra que quitar la almohada sobre su rostro y abrir sus ojos, esa voz era indudablemente de ella, no la podía confundir jamás, ni cuando IU se apoderó de su cuerpo pudo igualarla.
- Te hice una pregunta Jeon, ¿Quién debería estar contigo? -se cruzó de brazos en el umbral de la puerta.
- Encárgate de la empresa hoy -dijo colgando de la llamada, gateo por la cama con mucha emoción y la tomo en sus brazos.
- Suéltame, ridículo, estoy embarazada.
- Lo siento -la bajo de la incomodidad de sus brazos y la cargo como debía, su Princesa
- ¿Quién es la tonta que debería estar contigo y no lo está?
- Una tonta muy hermosa que me robo el corazón. -la recostó sobre la cama con cuidado- Mi camisa se te ve hermosa.
- No busques confundirme, acaso no te basta conmigo.
- Me sobra contigo, Princesa... No te vi en la cama y creí que había sido un sueño. Cuando lo dije, fue por ti.
- ¿No me mientes?
- Jamás podría mentirte -desabotono con lentitud- mi cuerpo no me permite mentirte, Amatista. -sus ojos dorados aparecieron llamando a los violáceos de ella- No sabes cuánto te amo mi Venus.
Beso, sus labios con cuidado, él decía la verdad, su instinto del amor que su madre le heredó, más la oscuridad que su padre le dio, notaba la verdad en sus palabras.
Jungkook viajo por todo su cuerpo con besos extravagantes, besos que tenía guardados hace mucho y juro darle apenas tuviera la oportunidad.
Al llegar a su abultado vientre, se detuvo ahí, susurro un par de palabras que ella no pudo oír, el feto en su interior se movió con libertad, ambos sonrieron ante el hecho.
- ¿Por qué no estabas en la cama cuando desperté?
- Creí que tendrías hambre -acaricio su cabello- así que prepare algo de comer.
- Entonces vamos, hoy debemos organizar un matrimonio.
•°•°•°•°•°•°•°•°
Jungkook estaba nervioso, en un salón, esperando solo, frente a él, aquel típico y pequeño cuarto en donde las novias se cambian ropa, para las pruebas de vestidos.
Sus codos estaban sobre sus rodillas, y sus manos sostenían su cabeza, con una expresión aburrida y tediosa, junto a las palmas y las froto en su frente, bajando la cabeza en impaciencia.
El momento exacto para que las cortinas rojas se abrieran de par en par, las asistentes incluso habían arreglado su cabello y maquillado.
Al ver al frente, el cuerpo de Perseo se enderezó en asombro, boquiabierto y anonadado, creía que Hye no podía verse más hermosa cuando se arreglaba para salir con él, pero, siempre, salía sorprendiéndolo.
Con un vestido estilo griego, que sobre sus hombros caían dos grandes velos que las muchachas sacudían para que él notará el detalle, en su cintura, un cinturón de encaje que dejaba ver su piel, completamente hermoso, era una diosa en gloria y majestad.
Con un gesto educado de su mano, ordenó a las chicas que salieran del salón, dejando a ambos completamente solos.
- ¿No te gusta? -se levantó y camino hasta ella -puedo escoger otro, es solo que este es muy lindo y... -tomo de sus mejillas y la besó con ternura, un beso que quiso expresar su completo amor hacia ella.
- Te ves hermosa, completamente hermosa -Hye sonrió avergonzada.
Si bien, ella no recordaba nada del pasado que tuvieron, aquellos sueños le hicieron tener ciertas memorias, pero cada que él decía algo lindo, no podía evitar sonrojarse, como la primera vez.
- Entonces es este... Quiero que sea este.
- No podría quedarte más hermoso -deslizo la yema de sus dedos por su columna, ante el toque se erizó su piel, ama aquella sensación que solo él provoca.
- Pediré que me lo quiten, así te pruebas el tuyo.
- Quédate con él, quiero cambiarme y tener una fotografía juntos.
- ¡Bien!
- Escoge las flores mientras me cambio.
El vestido era tan largo que tomo en sus puños para levantarlo, aun así, Jungkook la sintió incómoda, por lo que la tomo en sus brazos y la llevó hasta el cómodo sofá.
Desde ahí ella miró a su alrededor, todos los ramos que la rodeaban eran hermosos, estaba realmente confundida y los nervios le estaban jugando una mala pasada.
Por un momento vino a su mente un recuerdo, uno que no había tenido ni en sus propios sueños, su madre estaba en ellos.
Apenas despertó su padre le dijo que encontró a otro hombre y simplemente se fue abandonando a ambos, pero ¿por qué ahora tenía esas imágenes de ella?.
Le reclamaba que se estaba metiendo con su hombre, que debía dejarlo porque ambos estaban enamorados, incluso pudo ir la voz de Perseo llamando por el nombre real, Afrodita, cerro con fuerzas sus ojos y recordó aquellas miradas que él le daba a su madre, un fuerte dolor atravesó su corazón.
¿Sería verdad?
¿Su madre y Perseo se enamoraron y ahora ella estaba con él?
La estaba traicionando, la traicionó al mirar un hombre ajeno, y por esa razón, Zeus le quitó la memoria para que ella no viviera con aquella culpa.
Fue la única solución, pues aseguraba que Zeus era el bueno...
No sabía la triste realidad.
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𝙳𝚒𝚘𝚗𝚢𝚜𝚞𝚜 𝙱𝚊𝚛 ୧𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊୨ 𝐉𝐉𝐊
Fantasía𝘓𝘰𝘴 𝘴𝘦𝘮𝘪𝘥𝘪𝘰𝘴𝘦𝘴 𝘨𝘳𝘪𝘦𝘨𝘰𝘴 𝘷𝘪𝘷í𝘢𝘯 𝘦𝘯 𝘱𝘢𝘻 𝘺 𝘵𝘳𝘢𝘯𝘲𝘶𝘪𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘮𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘴 𝘩𝘶𝘮𝘢𝘯𝘰𝘴, 𝘢𝘴í 𝘦𝘳𝘢, 𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘭𝘦𝘨ó 𝘶𝘯𝘢 𝘥𝘪𝘰𝘴𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘳𝘦í𝘢𝘯 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘵𝘢...